Lee Ritenour Band y Dave Grusin, con ellos llegó el escándalo

Hay conciertos y grandes conciertos. El que ofreció la noche del miércoles 7 de julio Lee Ritenour Band junto a Dave Grusin pasará a la historia como uno de los mejores conciertos de la historia del Festival Canarias Jazz&Más Heineken por generoso y colorido, por espectacular y divertido pero sobre todo por impregnar con música mayúscula la sala de cámara de un Auditorio Adán Martín que parecía venirse abajo al meterse al público en el bolsillo.

Lee Ritenour que es un guitarrista que parece que pactó hace años con el mismísimo diablo y Dave Grusin que es un pianista que hace que parezca fácil tocar el piano estuvieron acompañados por dos instrumentistas igual de grandes como el batería Sonny Emory, que se permitió incluso juegos malabares con sus baquetas, y el bajo Melvin Davis, un coloso de tamaño y talento que hace con la voz lo que en Canarias conocemos simple y llanamente como virguerías.

La actuación que ofrecieron estos cuatro genios (no sé me ocurre otra palabra para calificarlos) exploró casi todas las tendencias que le hacen cosquillas al jazz, regalando a la audiencia momentos de improvisación que casi, casi, fueron de lo mejor de una velada inolvidable.

Contemplar en directo como parece que cada miembro del conjunto va por su lado para terminar confluyendo en un mismo camino es uno de esos instantes que pasarán a quedar grabados al rojo vivo en tu memoria porque estos músicos son algo más que músicos, y como tales hacen que parezca sencillo la complejidad de un sonido que crees que se está yendo por peteneras pero que confluye y vuelve a irse por peteneras para volver a confluir en un estilo con sello inigualable.

Salgo del concierto lo que se dice ebrio de emociones y con ganas de más.

Hechizado por un recital de los que marcan. Y marcan tanto, tanto, que incluso al salir de la sala de cámara y encontrarme en el vestíbulo del Auditorio de Tenerife con una fiesta de una marca de telefonía móvil donde suena el chumba chumba que vomitan unos dj, continuó protegido por la magia de un concierto de jazz que alcanzó momentos de plenitud cuando parecía iba a deslindarse por el funk.

Antes del plato fuerte de la jornada, Anna Rodríguez y Eliseo Lloreda, voz y guitarra, respectivamente, tranquilizaron a los espectadores con un recital melódico y muy íntimo, en el que la prodigiosa voz de Rodríguez interpretó una sabrosísima versión del Bye Bye Blakbird y algunos temas de bossa nova relajantes y de fácil digestión.

El momento grande de la noche comenzó tras finalizar su actuación.

Grusin, Ritenour, Emory y Davis saltaron al escenario y con ellos, sencillamente, comenzó el escándalo.

Saludos, qué noche la de aquel día, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Lee Ritenour Band y Dave Grusin, con ellos llegó el escándalo”

  1. Ike Says:

    Qué envidia me das por haber disfrutado de estos dos grandes. Ahora, son tan grandes que lo normal es que fuese un conciertazo, desde luego.

  2. admin Says:

    Estimado Ike, quien le escribe tiene muchas ganas de ver el concierto de mañana viernes: Clayton Hamilton con John Pizzarelli rindiendo homenaje a la Voz: el gran Sinatra. Wuaw!

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