Serán cosas mías…

No termino por ubicar a Alberto Delgado, de quien he cuestionado algunas acciones que ha realizado al frente de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno canario, así como sus insólitas salidas de tono e indiferencia ante situaciones que han menoscabado su gestión, pero también es cierto que la mayor parte de las veces ha sabido timonear con pericia digamos que técnica el departamento que dirige en tiempos tan siniestros.

El revuelo provocado en parte del sector cultural ante el anunciado y dramático recorte presupuestario que sufrirá su área en 2012, así como las declaraciones incendiarias que la semana pasada hizo públicas en una carta el timplista Totoyo Millares para desmontar la, según él, “falsa solidaridad” de Benito Cabrera al negar la promoción institucional del Ejecutivo regional de su villancico Una sobre el mismo mar durante las fiestas navideñas, pone de manifiesto, a mi juicio, que se quiere echar balones fuera en torno al verdadero problema que ha puesto el nombre de la Cultura, y de las políticas culturales, por una vez en las primeras planas de los periódicos locales: un recorte brutal y sin sentido alguno que frenará drásticamente la maquinaria cultural de unas islas cuya población todavía es ajena al desierto que supondrá no solo para los que viven de ella sino también para los que se han acostumbrado a consumir los productos que genera.

Hace unos días escribía que Alberto Delgado necesitaba de lecciones urgentes de diplomacia política, pero también es cierto que conociéndolo desde la distancia, nadie puede criticarle que no le falta valentía a la hora de enfrentarse al caos.

Lo digo porque Delgado no rehuyó ayer en rueda de prensa manifestarse sobre el asunto aunque advirtió que serían las últimas palabras que expresaría sobre el tijeretazo antes de su aprobación parlamentaria.

No obstante, el viceconsejero apuntó tener la esperanza de que el Parlamento de Canarias “pueda hacer algunas correcciones al proyecto”. Y quizá, si él mismo lo dice, sugerir que el afeitado presupuestario del área que gestiona no resultará tan drástico como el actual 65 por ciento que ha anunciado por activa y por pasiva el Gobierno canario.

Puede que sea el espíritu de la Navidad.

Pese a todo, Alberto Delgado avisa que nos esperan “cuatro años muy duros”.

Y no, el viceconsejero reconoció que no se ha reunido con el presidente del Ejecutivo regional, Paulino Rivero, para tratar este tema aunque es probable que él mismo lo haga con esa parte del sector movilizado aunque desea que antes se encuentren con la consejera Inés Rojas.

Mientras tanto, el colectivo anuncia que mantendrá reuniones con los portavoces en Cultura del Partido Popular, Milagros Bethencourt Aguilar,y el socialista, Domingo Pérez Curbelo. Se supone que el cara a cara con CC se producirá tras las elecciones generales del próximo domingo, 20 de noviembre. 

TIMPLAZOS

Por otro lado, y en un divertido pero contundente artículo de Alfonso González Jerez se reflexiona en torno a lo que el columnista califica de Totoyazo.

Alberto Delgado dio también sus impresiones sobre la polémica desatada por Millares con un paternal y quiero pensar emocionado “me da mucha pena.”

Sobre todo porque, como nos hacíamos eco ayer o fue anteayer o el antes del antes de ayer en este mismo blog, la salida a escena de Totoyo Millares solo ha contribuido a despistar el objetivo de “la protesta por el recorte.”

Para Delgado ambos músicos son “dos grandes artistas y la lástima y la parte real de esto es que se difumina lo que está detrás, la protesta por los recortes, con otro tipo de cosas que vienen de más lejos”. (El subrayado es nuestro).

A la espera de que Benito Cabrera y Totoyo Millares arreglen sus diferencias, polémica a la que se suma también otro timplista, Germán López, en apoyo de Millares, Alberto Delgado reitera que no pierde la esperanza de que en el proceso de tramitación de los presupuestos en el Parlamento de Canarias se puedan introducir correcciones, ajeno él a cómo se mueve la pequeña política parlamentaria canaria en una casa, como decía un amigo que ya no está entre nosotros, Apeles Rafael Ortega, “en la que cuando entro siempre me llevo las manos a los bolsillos”.

Son éstas las últimas declaraciones que pronuncia el Viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, quien ahora esperará a observar cómo terminará tan desagradable e injusto asunto…

Y que por razones que entiendo pone nerviosa a tanta gente.

Saludos, hermanos y hermanas, desde este lado del ordenador.

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