¡Se queda!

El heraldo recorre las ciudades y pueblos de las ocho islas anunciando la buena nueva. Grita con potente voz de barítono “¡se queda!, ¡se queda!” mientras su caballo relincha casi como si subrayara el portentoso “¡se queda!, ¡se queda!” que sale de la garganta del jinete, que lleva días y noches cabalgando sin descanso alguno para dar la noticia.

- ¡Se queda!- musitan los culturos que antaño se indignaron mientras se ponen de rodillas.

- ¡No tira la toalla!- recitan los culturos antaño indignados mientras se persignan y le ponen velas a la Virgencita de Candelaria. La Virgencita cuyo rostro moreno parece que resplandece.

- ¡Sonríe la Virgencita!- exclama un teatrero.

- ¡Apartad las cabezas que esto lo grabo yo desde mi móvil!- responde una cineasta que vio el abismo y que ahora, agradecida, apunta su móvil de última generación a la figura de la Morena.

- ¡Un milagro!- coincide la mayoría de los culturos a medida que se va propagando la noticia.

¡Alberto Delgado se queda!

El heraldo, que mantiene las riendas de su alazán con fuerza, continúa gritando la buena nueva.

- ¡Se queda!, ¡Se queda!

Un músico llora emocionado.

- ¡No llores!- le consuelan unos.

- Dejadlo llorar… Llora de alegría….- contestan otros.

En las siete islas se baila y se canta. Se abren barricas de vino y de cerveza Dorada, Reina y Tropical

En el cielo sin estrellas de Canarias aparece de pronto la imagen de Alberto Delgado.

ALBERTO DELGADO (tamborileando con los dedos la superficie de una mesa): Estimados todos… Conste que han sido ustedes los que me pidieron que no dimitiera…

- ¡Con dos cojones!- chilla un exaltado.

- Shhhh.- susurran varias voces.- ¡Dejadlo hablar!

ALBERTO DELGADO (tras un fortísimo carraspeo): Compañeros todos… Una advertencia: “La situación no sólo es dramática, sino que es muy probable que lo sea más en el futuro”.

CULTURETAS: ¿Por qué? Tú puedes…

ALBERTO DELGADO (dejando de tamborilear sobre la mesa): Pues porque habrá que conocer, por ejemplo, “la actitud del nuevo Gobierno central con respecto a Canarias. Hay convenios, que compartimos con otros territorios como Baleares o Ceuta y Melilla, que permiten a nuestros creadores partir en igualdad de condiciones con los del resto del Estado. Esas ayudas son con las que articulamos Canarias Crea y no sabemos si seguirán. Estamos en un compás de espera.”

- No, no, no.- gritan unos.

- Ánimo, Alberto, que tú puedes.- gritan otros.

ALBERTO DELGADO (consultando unos papeles): Ya que entiendo que hay consenso informo que objetivo number one: tenemos que “lograr la transversalidad que plantea el Plan Canario de la Cultura ya que es indispensable trabajar con otros departamentos del Gobierno para de algún modo coadyuvar a sacar adelante los proyectos. Algunos se mantendrán sin excesivas dificultades, como el Canarias Crea Canarias, que facilita el desplazamiento entre Islas, o los circuitos de teatro y danza.”

- ¿Plan Canario de qué?- preguntan unos.

- ¿Coadyuvar?- se atragantan otros.

ALBERTO DELGADO (llamando al silencio): A callarse, coño, que no he terminado. Me pregunto si “la cultura, con toda la abstracción que reúne el término, puede conjugarse con el pragmatismo empresarial. Para muchos, Estados Unidos y su ley de mecenazgo es la panacea (sacude la cabeza algo mosquiado)”. “Nosotros tendremos que recorrer ese camino durante bastante tiempo. Cuando tengamos una ley de mecenazgo, que no digo que no sea un objetivo, nos costará 20 años que funcione. Además, este Gobierno de Canarias con la cultura nunca ha buscado ganar ningún tipo de influencia (se escuchan algunas risas entre el público). Siempre, repito, siempre hemos atendido a todos los ayuntamientos, a todos los cabildos, y nos da exactamente igual su color político. Y si algo puede superar ese riesgo es la cultura. En el caso de Canarias, el patrocinio público es de obligado cumplimiento: los costes son mucho más elevados que en la Península, y además, la gente está acostumbrada a pagar menos por el producto cultural.”

- Y Paulino, ¿ónde está Paulino?

- Eso, eso.- dicen los culturetas que miran al cielo donde la imagen de Alberto Delgado aparece y desaparece porque hay interferencias.

ALBERTO DELGADO (quitándose las gafas): “Hemos mantenido una larga conversación acerca del complejo momento que vivimos. Pero además, tengo mucho interés en que el presidente se reúna con los representantes del sector, el gabinete de crisis, y explique de viva voz cuál es la senda que quiere buscar el Gobierno. Porque el artífice de lo que hemos conseguido en estos últimos cuatro años es Paulino Rivero. Si él no hubiera estado apoyándonos, esto no hubiera salido adelante.”

- Ohhhhhhh.

ALBERTO DELGADO (visiblemente emocionado se limpia una lágrima que resbala por su ojo derecho): “El salto cualitativo en política cultural ha sido enorme, y por eso me gustaría que la gente se convenciera con argumentos de que los recortes no responden a que el presidente haya cambiado su forma de pensar en cuanto al apoyo a la cultura, no, sino a una crisis muy profunda. ¿Yo hubiera hecho otros presupuestos? Seguro, y lo más probable es que habría metido la pata. Pero está claro que habría realizado un reajuste en el documento mayor del que se hizo, aunque no sé cómo y no sé de dónde”.

- ¡Vaya!- exclama el exaltado.

- Shhhhhhh….- le ordena el resto de culturetas antaño igual de exaltados.

ALBERTO DELGADO (que se coloca las gafas): Y han de saber ustedes que “casi todos los días, e incluso, antes de que comenzara todo este jaleo, pensaba en dimitir. Este trabajo es duro y también hay mucha gente, especialmente en algunos medios de comunicación, que considera que todo es negativo, que todo está mal. Pero ha sido el propio sector cultural el que me ha dicho que no quiere que me vaya. Y eso quizás responda a que me reúno con ellos con mucha frecuencia para intentar consensuar las decisiones más importantes.”

- ¡Malditos periodistas!- gritan los más emocionados.- ¡A la hoguera con ellos!

- No te merecemos.- hablan otros.

- ¡Que ahorquen a los malos periodistas!

- Eso, eso…

- En Canarias volvería a amanecer….- recita un poeta con sospechosa camisa tricolor.

- Todo negativo, todo negativo… Son unas malas bestias, Alberto, no les hagas puto caso… Tú a lo tuyo, como siempre… No te dejes amedrentar por los juntaletras que van de ilustrados.

-Y de iluminados.- añade otra voz.

La imagen de Alberto Delgado se contrae y cuando vuelve a recuperar la forma original ésta carece de sonido. La boca de Delgado se mueve de arriba abajo sin que nadie sepa qué demonios está contando.

- ¿Alguien sabe leer los labios?- pregunta un tipo con gafas y barba bien cortada entre los miembros del gabinete de crisis.

La boca de Delgado continúa moviéndose. El Viceconsejero se encoje de hombros y ríe. Claro que su risa, cristalina como las aguas del Atlántico que bañan las costas de Canarias, no se oye.

- A reírse.- recomienda el de las gafitas y barba bien recortada.- A la de tres: Uno, dos y…

- Hahahahahahahaha…

Alberto Delgado asiente satisfecho y de pronto su imagen se desvanece dejando a  la mayoría de los culturetas con la falsa carcajada en la boca mientras miran mesmerizados el cielo.

La noche oscura vuelve a cernir sobre Canarias.

Y nadie reacciona, ni siquiera el exaltado.

Pero de pronto, en la lejanía, llega en oleadas un eco alentador:

- ¡Se queda!, ¡Se queda!- repite el heraldo que no ha dejado de recorrer las ocho islas dando noticia de la buena nueva.

- ¡Se queda!

- Jajajajajajajaja.- ríe el exaltado.

 (*) Las declaraciones entrecomilladas del viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Alberto Delgado, están tomadas de una entrevista que publica Diario de Avisos en su edición del 16-I-2012.

NOTA: La imagen que ilustra este post corresponde a una de las tres películas de Fantomas protagonizadas por Jean Marais y mi cordialmente detestado Louis de Funès.

Saludos, visitando San Borondón, desde este lado del ordenador.

6 Responses to “¡Se queda!”

  1. Ernesto Says:

    Seguro que Santiago Toste lo tuvo difícil para elegir el titular de la entrevista al Sr. Alberto Delgado. El Sr. Alberto Delgado no escatimó a la hora de regalar al Sr. redactor “perlas periodísticas” varias. Yo me quedo con su anuncio a navegantes sobre lo que se avecina. Decir que un recorte del 70% del presupuesto para cultura puede ser dramático pero que el futuro puede ponerse mucho peor es realmente tranquilizador. Sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de propuestas para afrontar la situación que el Sr. Alberto Delgado anunció tomaría desde su aclamado cargo. A saber: (Oiga, oiga oiga… Disculpa, Eduardo, perdí la comunicación telepática con el Sr. Alberto Delgado y me he quedado sin conocer las soluciones que, seguro, segurito está pensando, pensando, pensan, pen: jzzzzz, jzzzzzz….Uy, me quedé dormido en la espera. Lo siento).
    Un abrazo.

  2. cautivo y desarmado Says:

    Que la cultura deje de depender de los políticos, es sin duda una de las mejores cosas que han podido pasar.

  3. Clipper Says:

    De los políticos no va a dejar de depender la cultura a menos que también dejen de gestionar los espacios y la TV Canaria, no manipulen a los medios de comunicación, no editen libros, no creen programas como Canarias film comission, no intenten vincular cultura y turismo, no decidan los libros que se compran en las bibliotecas públicas, no utilicen a los artistas para que el presidente salga en una bonita foto de prensa y no dejen de gastar dinero en Planes Estratégicos de la Cultura que saben que nunca se van a poner en marcha… todo ello con el consenso del sector, claro está.
    Muy bueno el relato del encuentro de las milicias de culturetas con su líder, D. Eduardo.

  4. admin Says:

    Se agradece tan generoso comentario, Clipper. Un saludo desde este lado del ordenador.

  5. admin Says:

    Un magnífico artículo de Alfonso González Jerez: http://www.diariodeavisos.com/2012/01/19/opinion/que-sorpresa-alfonso-gonzalez-jerez/

  6. paco Says:

    lamentable el cinismo de este y quienes le piden que se quede. gabinete de crisis que quiere que siga ahí aquel con quien “se han entendido”. sobrevividores todos. ya sabíamos que negociarían lo suyo, y no lo de la cultura de los canarios.

Escribe una respuesta