Mary Morris: “Solo existen dos tipos de trama”

La escritora norteamericana Mary Morris cita a uno de sus profesores en la primera de las charlas de Conversaciones en La Ranilla, ciclo que forma parte de una de las secciones de Periplo, Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz.

Viene a decir Morris, insisto que recordando a su querido profesor, que todas las historias tienen la misma trama, el mismo hilo conductor: te vas de viaje o un extranjero llega a la ciudad, idea que no deja de llamarme la atención durante su intervención, salpicada de referencias a su familia, pequeños relatos con los que dinamizó una entrevista en la que por encima de todas las cosas reivindicó la literatura de viaje escritas por mujeres.

Morris no recurre a las nuevas tecnologías cuando recorre el planeta sino que se sirve de cuadernos de tapas rojas que le sirven de diarios y un bolígrafo. Mezcla además memoria en sus relatos de trotamundos, aunque todavía continúa siendo una autora desconocida en España porque, que sepa, no se ha traducido ninguno de sus libros al spanish castillian.

Por Nothing to declare (Nada que declarar) obtuvo cierto reconocimiento en los Estados Unidos pero continúa siendo una obra de la que apenas tenemos referencias en España. Ignoro las razones que animan a traducir a determinados autores y obviar otros, pero escuchar a la señora Morris invita a acercarse a sus libros pese a que mi nivel de inglés sea el mismo que el de Ana Botella.

Morris está a punto de finalizar una novela, no un libro de memorias, cuya acción se desarrolla en Chicago, durante los felices años 20. Morris nació en Chicago y pretende rendir un homenaje a la histórica ciudad mezclando personajes reales, como Al Capone, o Cara Cortada, con ficticios, entre otros un trompetista negro y un pianista de origen judío de jazz.

Morris admite que tiene algo de Louis Armstrong su trompetista y que el jazz está muy presente en esta novela. Destaca, además, que padre, que nació los primeros años del siglo XX, fue pianista en esa década que también cantó literariamente F. Scott Fitzgerald. Los años locos, del alcohol ilegal, de figuras del hampa con más poder que el gobernador del Estado, de las revolucionarias flapper, del vive la vida…

Simultaneando su periplo por la ficción, Mary Morris no renuncia a viajar aunque reconoce que tras el atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre ya no resulta lo mismo cruzar fronteras mientras muestra el pasaporte norteamericano.

¿Aprecia hostilidad?

No lo dice así exactamente, aunque algo de ello debe haber.

El Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz continúa hoy a las 19 horas con Marc Serena, quien presenta en la sección Tan lejos, tan cerca, su libro La vuelta de los 25; y con la escritora Reyes Calderón en el ciclo Conversaciones en La Ranilla, a las 20.30 horas.

Saludos, agito las manos, desde este lado del ordenador.

Escribe una respuesta