Seis años con El Escobillón

ESTA NOCHE EN SAMARKANDA

“Una mañana, el califa de una gran ciudad vio que su primer visir se presentaba ante él en un estado de gran agitación. Le preguntó por la razón de aquella aparente inquietud y el visir le dijo:

- Te lo suplico, deja que me vaya de la ciudad hoy mismo.

- ¿Por qué?

- Esta mañana, al cruzar la plaza para venir a palacio, he notado un golpe en el hombro. Me he vuelto y he visto a la muerte mirándome fijamente.

- ¿La muerte?

- Sí, la muerte. La he reconocido, toda vestida de negro con un chal rojo. Allí estaba, y me miraba para asustarme. Porque me busca, estoy seguro. Deja que me vaya de la ciudad ahora mismo. Cogeré mi mejor caballo y esta noche puedo llegar a Samarkanda.

- ¿De verdad que era la muerte?, ¿estás seguro?

- Totalmente. La he visto como te veo a ti. Estoy seguro que eres tú y estoy seguro que era ella. Deja que me vaya, te lo ruego.

El califa, que sentía un gran aprecio por su visir, lo dejó partir. El hombre regresó a su morada, ensilló el mejor de sus caballos y, en dirección a Samarkanda, atravesó al galope una de las puertas de la ciudad.

Un instante más tarde el califa, a quien atormentaba un pensamiento secreto, decidió disfrazarse, como hacía a veces, y salir de su palacio. Solo, fue hasta gran plaza, rodeado por los ruidos del mercado, buscó a la muerte con la mirada y la vio, la reconoció. El visir no se había equivocado lo más mínimo. Ciertamente era la muerte, alta y delgada, vestida de negro, el rostro medio cubierto por un chal rojo de algodón. Iba por el mercado de grupo en grupo sin que nadie se fijase en ella, rozando con el dedo el hombro de un hombre que preparaba su puesto, tocando el brazo de una mujer cargada de menta, esquivando a un niño que venía hacia ella.

El califa se dirigió hacia la muerte. Ésta, a pesar del disfraz, lo reconoció al instante y se inclinó en señal de respeto.

- Tengo que hacerte una pregunta –le dijo el califa en voz baja.

- Te escucho.

- Mi primer visir es todavía un hombre joven, saludable, eficaz y probablemente honrado. Entonces, ¿por qué esta mañana cuando él venía a palacio, lo has tocado y asustado? ¿Por qué lo has mirado con aire amenazante?

La muerte pareció ligeramente sorprendida y contestó al califa:

- No quería asustarlo. No lo he mirado con aire amenazante. Sencillamente, cuando por casualidad hemos chocado y lo he reconocido, no he podido ocultar mi sorpresa, que él ha debido tomar como una amenaza.

- ¿Por qué sorpresa? –preguntó el califa.

- Porque –contestó la muerte– no esperaba verlo aquí. Tengo una cita con él esta noche en Samarakanda.”

Tomado de El círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero (Jean-Claude Carrière, traducción: Néstor Búsquets, Editorial Lumen, 2000).

Saludos, feliz seas en tu día, desde este lado del ordenador.

16 Responses to “Seis años con El Escobillón”

  1. ANGHEL MORALES Says:

    Una gran felicitación porque te lo has currado, un fuerte abrazo.

  2. admin Says:

    Gracias, amigo.

  3. Nicolás Melini Says:

    Felicidades, Eduardo, un abrazo.

  4. Guillermo Cabrera Says:

    Sin duda alguna la casualidad del encuentro les unió, como hoy nos ha ocurrido. Enhorabuena por el blog. Has ganado un nuevo lector. Un abrazo.

  5. admin Says:

    Gracias Nicolás. Un abrazo.

  6. admin Says:

    Gracias Guillermo, también me tienes como lector. Un abrazo.

  7. Ce Castro Says:

    Muchas felicidades, un abrazo

  8. admin Says:

    Thanks, Ce!!!

  9. Túsíquesabes Says:

    Que no decaiga la fiesta!!
    Muchas felicidades!
    Un abrazo

  10. Iván Cabrera Cartaya Says:

    Que la cosa siga p´alante muchos años más. Enhorabuena y la nave va. Un abrazo desde este lado del universo cibernético y nocturno.

  11. admin Says:

    Gracias, Túsíquesabes. Un abrazo fuerte desde este lado del…

  12. admin Says:

    Iván, se agradecen mucho sus palabras de felicitación. Y ya sabe, desde este lado del…

  13. Eduardo Says:

    Muchas felicidades y muchas gracias por estos seis años que nos has regalado a tus lectores. Haznos un favor y sigue regalándonos unos cuantos más. Un abrazo.

  14. El Vagón de las Artes Says:

    A seguir en esa senda, Eduardo. Un saludo de parte de nuestro equipo.

  15. lester freamon Says:

    Mi admiración para usted, señor.

  16. admin Says:

    Gracias Eduardo, al equipo del Vagón de las Artes y a lester freamon por vuestras palabras de ánimo. El Escobillón continúa caminando. Un abrazo desde este lado.

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