‘La víspera de casi todo’, una novela de Víctor del Árbol

Víctor del Árbol es un escritor que ha hecho posible el milagro. El milagro de ser leído, de ser reconocido y el milagro de triunfar en su país y fuera de los límites que dibujan sus fronteras en los mapas.

Tiene algo por lo tanto la literatura de Víctor del Árbol que despierta el interés dentro como fuera de España aunque alguno podrá comentar que si su nombre suena –y resuena– es porque cultiva un género que hoy está de moda aunque últimamente, y por la invasión de títulos y autores mediocres, en franco declive como es lo negro y criminal, el noir que dicen los cursis que no son franceses, pero ahí se ubicaron en un principio los trabajos narrativos de Víctor del Árbol, un escritor que por el oficio que ejercía en ese entonces, mozo de escuadra (mossos de esquadra, en catalán), resultaba lógico que inclinase sus intereses literarios a la novela policíaca aunque tras alcanzar el éxito con algunas de sus novelas, el escritor ha sabido escorar sus ambiciones como escritor hacia otros territorios en los que, sin desmerecer lo negro y criminal, sí que se detecta una necesidad y un entusiasmo por consolidar un universo narrativo personal, de autor, porque Víctor del Árbol es un excelente contador de historias, así como un fabuloso creador de personajes y atmósferas que exploran la maldad de sus protagonistas…Al conjurar estos elementos, del Árbol ha conseguido otro milagro, y es trascender como escritor, más allá de circos genéricos.

Con esto lo que se quiere decir es que Víctor del Árbol escribe novelas, y que algunas de estas novelas sean negras y otras criminales es porque conoce muy bien las claves en las que mueve género tan realista y social, y explica además la honda preocupación que tiene su autor en definir y dar consistencia psicológica a sus personajes y precisa descripción de ambientes.

Víctor del Árbol obtuvo con La víspera de casi todo el premio Nadal 2016. Se trata de una novela coral que trascurre mayoritariamente en la Costa de la Muerte, en la provincia de La Coruña, Galicia, y en Barcelona, geografías en las que se reúnen varias de las constantes que marcan su trayectoria literaria como el aparente, solo aparente, desorden cronológico en la construcción del relato, la venganza, que se asocia al crimen; protagonismo casi obsesivo del paisaje, y cómo éste afecta a los modos de actuar de sus personajes y un ambicioso, muy cuidado también,  retrato de caracteres humanos.

La víspera de casi todo consigue, al estar articulado en torno a este engranaje, despertar la atención del lector y seguir, primero con asombrado esfuerzo y después con agradecida naturalidad, las historias que se cruzan en un relato en el que la muerte aparece con dobles y terceros sentidos para sus protagonistas, hombres y mujeres que huyen de un pasado que los condena, de crímenes que no han terminado por admitir y que justifica la creación de fantasmas igual de letales que los que aparecen en las historias sobrenaturales y venganzas vivas, aunque el paso del tiempo las haya desgastado.

El Premio Nadal da un significativo paso hacia delante al reconocer como novela ganadora de este año La víspera de casi todo, una novela que enriquece el patrimonio de un galardón que en los últimos años recompensa historias que pueden ubicarse sensatamente en géneros, aunque la pericia de escritores como Víctor del Árbol juegue con sus claves porque lo conoce por dentro y no le tiene miedo –pero sí respeto– a ese monstruo que muchos piensan que es tan fácil imitar.

Afortunadamente, la aparición de escritores con el fuste de Víctor del Árbol obliga a pensar que no todo está perdido en el género negro y criminal que se cultiva en este país sin apenas memoria.

NOTA: El escritor Víctor del Árbol hablará y firmará ejemplares de La víspera de casi todo el lunes 30 de enero y a las 18 horas en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife.

Saludos, quedan avisados, desde este lado del ordenador.

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