Las claves del universo mágico de Macondo

El próximo año se celebra el cincuenta aniversario de la publicación de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 6 de marzo de 1927 – Ciudad de México, 17 de abril de 2014), la novela que reveló al mundo el fascinante universo de Macondo y un título que está considerado desde ese entonces como uno de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos.

El Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna y adelantándose a la celebración, recupera en sus cuadernos de Filología y en la colección Estudios y ensayos, Una teoría de la lectura: Cien años de soledad, del profesor y escritor Juan-Manuel García Ramos, un texto imprescindible para acercarse a esta obra y libro en el que se recogen reflexiones personales y otras que tuvieron su origen en debates “llevados a cabo durante más de diez años con alumnos y alumnas matriculados en mis asignaturas Textos Hispanoamericanos Contemporáneos y Narrativa Hispanoamericana Contemporánea: Grandes voces”, que impartió García Ramos en la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna y en el que primó, como metodología de trabajo, “leer, pensar, debatir, contrastar y escribir”.

Dividido en cuatro partes, el volumen estudia lo pretextual, lo intratextual, lo intertextual y lo extratextual de la novela más conocida y celebrada de Gabriel García Márquez y propone una serie de pautas que animan a volver a leer esta obra con las miradas que aportan la lectura de este ensayo.

Gabriel García Márquez contó en cierta ocasión que la idea original de la obra nació en 1952 durante un viaje que realizó a su pueblo natal, Aracataca, en compañía de su madre. Macondo, al parecer, había hecho ya su aparición en el relato Un día después del sábado, que fue publicado en 1954, aunque tomaría cuerpo finalmente en esos Cien años de soledad que, casi al final del libro, menciona a las islas Canarias: “Recordando que su madre le había contado en una carta el exterminio de los pájaros, había retrasado el viaje varios meses hasta encontrar un barco que hiciera escala en las islas Afortunadas, y allí seleccionó las veinticinco parejas de canarios más finos para repoblar el cielo de Macondo. Esa fue la más lamentable de sus numerosas iniciativas frustradas. A medida que los pájaros se reproducían, Amaranta Úrsula los iba soltando por parejas, y más tardaban en sentirse libres que en fugarse del pueblo. En vano procuró encariñarlos con la pajarera que construyó Úrsula en la primera restauración. En vano les falsificó nidos de esparto en los almendros, y regó alpiste en los techos y alborotó a los cautivos para que sus cantos disuadieran a los desertores, porque éstos se remontaban a la primera tentativa y daban una vuelta en el cielo, apenas el tiempo indispensable para encontrar el rumbo de regreso a las islas Afortunadas.”

Juan-Manuel García Ramos explica que lo que buscaba con estas clases “era que el alumno partiera de su propia experiencia lectora, de su patrimonio referencial, de su medio, de su historia, de su sentido estético e ideológico, de su sicología”, por lo que está Teoría de la lectura de Cien años de soledad aporta un interesante viaje al interior de una novela que ha conseguido lo que solo alcanzan las grandes novelas, que sean eternas.

El trabajo de Juan-Manuel García Ramos se convierte así en una referencia para acercar al lector a este clásico de la literatura, y sirve también a modo de complemento como faro que ilumina las sombras del paisaje y los protagonistas que forman parte de este clásico sin discusión de la literatura del siglo XX.

Saludos, allá lejos, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Las claves del universo mágico de Macondo”

  1. Juan-Manuel García Ramos Says:

    Muchas gracias, Eduardo, por tus generosas palabras. Saludos.

  2. admin Says:

    Gracias, Juan-Manuel.

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