“Viera construye un increíble paisaje ilustrado de las Canarias prehispánicas”

La historia de Canarias de José de Viera y Clavijo, una de las obras de referencia del sacerdote y humanista canario, es objeto de estudio del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel de Paz Sánchez, responsable de una de las últimas ediciones del que, probablemente, sea uno de los libros más editados en las islas desde su aparición a finales del siglo XVIII.

En la amplia introducción del texto, Manuel de Paz desmonta mucho de los mitos que rodean a la obra, y arroja nueva luz en torno a unos libros, cuatro tomos que presenta ahora Ediciones Idea, que deben de interpretarse ya como todo un clásico de la literatura canaria.

- ¿Cómo catalogaría a José de Viera y Clavijo en su faceta como historiador?

“Es difícil «deconstruir» al personaje, principalmente porque es como un prisma, que emite en un mismo haz de luz todos los colores, distintos, sutiles, pero interrelacionados. Si Viera no hubiese intentado ser científico, poeta, traductor y escritor al mismo tiempo, creo que difícilmente hubiese sido un buen historiador, al menos en el marco de la época que le tocó vivir. Su prosa histórica es excelente, no tiene muchos competidores en la España de su tiempo. Su método de trabajo demuestra, además, una sugerente búsqueda de originalidad a la hora de enfocar los grandes temas, posee una notable capacidad de síntesis y demuestra una gran preocupación didáctica. Viera es un clásico y los auténticos clásicos nunca pasan de moda.”

- En la amplia introducción que escribe en esta nueva edición de la Historia de Canarias añade algunos comentarios que desmontan muchas de las leyendas que aún rodean a esta obra. ¿Cuáles son de estas notas las que, a su juicio, son las más llamativas?

“Hay algunos aspectos que me llamaron especialmente la atención. Comparé por ejemplo, palabra a palabra, los manuscritos de los capítulos del Borrador de la Historia de Canarias que han sobrevivido, los siete primeros, y comprobé una serie de diferencias importantes con el texto que, finalmente, se publicó en 1772, el del tomo primero. En la edición príncipe, frente a lo que sucedía con el Borrador, se incrementaron las voces que se referían a los guanches o indígenas en general como bárbaros, frente a expresiones originales como príncipes, naturales, hombres, etc. Lo de bárbaros no parecía ser, en efecto, una etapa del proceso evolutivo de la Humanidad, en términos de la época, sino una forma de hacer más bárbaros, si cabe, a los indígenas de Canarias. Luego también comprobé que las expresiones singularmente afectuosas hacia los conquistadores (tal como las expresaba, por ejemplo, Porlier), brillaban por su ausencia en el manuscrito o borrador original, mientras que en la edición príncipe se repetían bastante: los nuestros, nuestros españoles, nuestro general, etc., esa no era la visión inicial del polígrafo o, al menos, no lo era en ese nivel de adulación hacia los verdugos del pueblo aborigen. Hay otras consideraciones sobre fuentes, influencia de autores, métodos en boga en la Europa de su tiempo que, tal vez, no se han tenido en cuenta de manera suficiente, pero la historia avanza así, no se adelante sino sobre el enorme esfuerzo realizado por las generaciones de historiadores que nos precedieron.”

- Usted ha dicho que la Historia es una ciencia viva y que requiere reflexión y no descripción. ¿Cómo es el Viera y Clavijo historiador? ¿Reflexivo o descriptivo?, ¿a qué le da más importancia cuando ejercía de historiador?

“Yo creo que le daba más importancia a la síntesis y a la reflexión, a las conclusiones, en términos generales. Él intentaba realizar una síntesis coherente que abarcara a un amplio conjunto de lectores, por ello trata de huir de lo que denomina explicaciones farragosas, superficiales y va al grano, a lo que considera esencial.”

- ¿Qué pensaba Viera de los aborígenes canarios?

“Viera demuestra una profunda devoción por los indígenas. Los admira y los ama y, por más que lo intente, no lo puede disimular. Construye un increíble paisaje ilustrado de las Canarias prehispánicas, en el que incluso otorga un más que evidente protagonismo a las mujeres aborígenes. Alaba, además, su fortaleza, su espíritu de sacrificio, su bondad, su rechazo de la esclavitud, etc. Reinventa y reconstruye, en fin, una sociedad notablemente igualitaria en no pocos aspectos, que compara, además, con ejemplos relativos a los ancestros más gloriosos de la Humanidad. Habla claramente, en ocasiones, de una sociedad feliz. Expresa su admiración profunda por personajes como Doramas o Benchomo…”

- ¿Y de los conquistadores?

“Bueno. Forman parte de un proceso inevitable. En el fondo los observa con resignación, como algo que tiene que ocurrir y que, al menos, contribuyen a la difusión del Evangelio. Pero, los indígenas se hicieron unos hombres oscuros tras la conquista, tras la privación de la libertad e independencia de que gozaban. Admiró a Juan de Béthencourt frente a otros conquistadores, pero los igualó a todos ellos cuando afirmó, por ejemplo, que la historia de las conquistas es la historia de los delitos más monstruosos.”

- Creo que llega a equipar la conquista de las islas como una especie de ensayo de lo que años más tarde va a suceder en América.

“Así es. Hay algunas referencias en las que compara ambos procesos. Destacó, además, el protagonismo de personajes como el obispo fray Mendo de Viedma, a quien consideró un predecesor de Bartolomé de las Casas. Criticó, asimismo, a Maciot, al que consideró el Tiberio de las Canarias, un déspota. Defendió la libertad natural de nuestros aborígenes…”

- ¿Cuál es la dimensión de Viera y Clavijo en eso que se podría denominar como imaginario de la identidad canaria?

“Yo creo que es esencial. Tanto físicamente: el Teide, San Borondón, etc., como la propia Atlántida, un mito que le permite crear una invención identitaria parecida a la que realizó Paul-Yves Pezron, el célebre P. Pezron como le llama el propio Viera, en relación con los celtas. Una moda, la de los celtas, que fascinó a media Europa. Viera quiso hacer algo parecido con los atlantes y los antiguos pobladores de las Islas, que hundirían sus raíces en la noche de los tiempos y se conectarían con grandes culturas de la Antigüedad, incluyendo por supuesto el espacio africano, Egipto particularmente. También el propio Viera es una potente seña de identidad para todos los canarios, todos nos identificamos y nos encontramos con él y en él, en mayor o menor medida, claro.”

- ¿Quedan aún escritos de Viera por descubrir?

“Lo peor es que algunos de esos escritos, que estaban perfectamente localizados, han desaparecido. Es posible que aparezcan más temprano que tarde, ya que por suerte (y por desgracia) son muy valiosos, hablo desde el punto de vista económico (evidentemente lo son mucho más desde la perspectiva patrimonial), y, bueno, poderoso caballero…”

- ¿Cuál es la conexión de Viera y Clavijo con la metodología francesa e inglesa?

“Viera estaba al día en relación con las aportaciones de algunos de los mejores estudiosos, tanto de la Historia como de otras ciencias y especialidades, en el ámbito europeo: ingleses, franceses, austriacos, italianos, etc. No solamente conocía obras importantes de muchos de estos autores, sino que, en no pocos casos, los trató personalmente y se conserva correspondencia de varios de ellos. Tuvo, además, la enorme suerte de contar con excelentes bibliotecas. La del marquesado de Villanueva del Prado y las de sus protectores y amigos fuera de las Islas, especialmente en Madrid y París, Roma o Viena, donde pudo consultar textos y materiales de gran interés. Algunos de esos valiosos textos (pienso en la utilidad que supo sacarle a la versión que se había publicado de Le Canarien, o a la Pesquisa de Pérez de Cabitos, que consultó en El Escorial), y otros documentos inéditos fueron incorporados por vez primera a nuestro acervo historiográfico.”

- ¿Y quiénes fueron sus autores de cabecera?

“Hay varios autores a los que distingue especialmente, tanto españoles como de otros países. Cita a muchos de ellos, tanto de forma directa como indirecta (Du-Pin, Fleury, Racine, Rollin, Pufendorf…). Se trata de una práctica común durante su época (la de citar indirectamente, a veces). También recurre a libros de viajes, enciclopedias, como la famosísima Encyclopédie y otras obras de esta índole.”

- En este sentido, ¿hasta qué punto le influenciaron autores como Voltaire y Buffon?

“En la crítica literaria más que histórica y en su visión irónica de la realidad, seguramente Voltaire, a quien por cierto no duda en zaherir cuando el francés se hace acreedor a ello (por ejemplo, a raíz de algunos importantes errores históricos). En el ámbito científico y, en mi opinión, también en su concepción metodológica, en términos generales, al gran naturalista Buffon. Viera quería escribir una historia económica y, asimismo, una historia natural del Archipiélago. No lo hizo porque acabaron aburriéndole. Nos dejó, al menos, ese magnífico diccionario de historia natural que todos conocemos, y que, por supuesto, no vio impreso en vida. Y su Historia de Canarias, lógicamente…, que imprimió de su bolsillo a pesar de las promesas.”

- ¿Cuál era la metodología de trabajo de Viera y Clavijo?

“Describe y analiza con rigor. Acumula evidencias. Se plantea preguntas. Se preocupa por manifestaciones sociales como las fiestas y, desde luego, por diversos aspectos de la cultura material y espiritual. En general, salvo contadas excepciones, es muy crítico y riguroso con las fuentes. Demuestra interés por recoger materiales y por plantear problemas que, posteriormente, han suscitado una gran fascinación entre los estudiosos. Es un adelantado a su época. Trata de combinar, además, los temas más densos con cuestiones de interés más general o, incluso, anecdótico, para no aburrir al lector. Me parece que se le puede considerar un historiador analítico, racionalista, moderno. Sin duda anclado en su tiempo, como es lógico, pero abierto a las tendencias más renovadoras de la disciplina.”

- ¿Y qué cree que se puede aprender hoy de su trabajo?

“Yo, por de pronto, he aprendido a decir no. Me explico, la próxima vez que me propongan un proyecto semejante voy a decir rotundamente que no. Ha sido un esfuerzo enorme, en el que he gastado literalmente varios años de mi vida y me he envejecido a ojos vista. Confío, no obstante, en que el esfuerzo haya merecido la pena, y, sobre todo, que las jóvenes generaciones recuperen a Viera y Clavijo, que más allá de un personaje histórico es alguien que merece estar presente entre nosotros a través de su obra. Muchos de sus pensamientos, como su rechazo de la conquista, de la barbarie y de la esclavitud, lo convierten en un adelantado de su época, también desde el punto de vista social, como ciudadano que confía en sus semejantes.”

- Como historiador, ¿cuál es su visión objetiva de la Historia de Canarias de Viera y Clavijo?

“La Historia de Canarias es un texto moderno, pionero, aunque ceñido, por supuesto, al marco metodológico de la Ilustración española y europea. Puede decirse que establece un hito sin precedentes en la corriente historiográfica insular. Mira a Europa y, al mismo tiempo, no pierde de vista a África ni, por supuesto, a América. Su historia es abarcadora, inclusiva, tolerante, divertida y, por supuesto, crítica.”

Entre corsarios y masones

Los próximos trabajos de Manuel de Paz oscilan entre los corsarios y los masones. La masonería, y la masonería en Canarias, es uno de los grandes temas de estudio del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, lo que explica que en estos momentos esté trabajando en una ampliación y actualización de Militares masones de España. Diccionario biográfico del siglo XX, un volumen que fue editado en 2004 por el Centro Francisco Tomás y Valiente y en el que reunía los nombres de los  hombres de armas que además de servir a su patria también pertenecieron a esta sociedad. En cuanto a corsarios, el profesor de Paz se encuentra junto a sus compañeros y amigos de la Universidad Daniel García Pulido y Míchel Mejías trabajando en la segunda entrega de la vida del corsario Amaro Rodríguez Felipe, quien fuera conocido como Amaro Pargo, una biografía que, como en el caso de la Historia de Canarias de José de Viera y Clavijo desmontará muchos de los mitos y leyendas que rodean a este hombre de mar que actuó al servicio de España.

Saludos, volveremos, desde este lado del ordenador.

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