Un libro de cine diferente

¿Un libro de cine? Hay muchos aunque no creo que la gente compre tantos como antes… Internet y esas cosas. Los blogueros tienen parte de culpa y en España un caballero que se llama Carlos Boyero, un tipo que a base de opinar a veces con la cabeza y otras con el corazón ha generado el odio (no desprecio) de críticos y críticos apolillados que en el fondo solo piensan en ser como él. En tener su minuto de gloria, en que lo mencionen en la gala de los Goya para que el sector en peso se ría del que nadie puede reírse y esas cosas.

Todo la mercadería que genera el mundo del cine (y eso incluye los libros) suele ser bastante ligera aunque cuenta también con obras que editores bastante locos continúan publicando porque así les sale del corazón. Las facultades de Ciencia de la Información y sobre todos sus ramas especializadas en cine contribuyen también a que la edición de manuales teóricos sobre cine se mantenga y no desaparezcan como no desaparecen los filmes de Godard.

Ahora bien, si me preguntaran sobre qué libro de teoría no praxis cinematográfica recomendar escogería Filmish, un híbrido entre tebeo, colorín, chiste, cómic que escribe y dibuja Edward Ross, quien propone un apasionante repaso en clave intelectual por la historia del cine citando obras de referencia y películas que, por norma general, la mayoría hemos visto.

El libro no es otra cosa que un original ensayo sobre el cine y a través de sus páginas nos enseña las ideas y los mecanismos que se esconden detrás de algunos títulos inolvidables de eso que llaman séptimo arte.

En Filmish. Un viaje gráfico por el cine (Reservoir Books) se estudian centenares de películas y se revela la razón de porqué son tan especiales para el público en siete capítulos que con encabezados como El ojoEl cuerpoLos decorados y la arquitectura,  El tiempo, La voz y el lenguajeEl poder y la ideología y La tecnología y la tecnofobia (el cine y la tecnología siempre han estado muy unidos) dan una visión completa y compleja de sus objetivos.

Al mismo tiempo certifica la profunda historia de amor que mantiene su autor, Edward Ross, con el cine en su calidad de espectador que quiere ir un poco más lejos, investigando y leyendo obras de críticos sesudos, los que se parten la cabeza analizando una película aunque no diga nada, y volúmenes teóricos que ofrecen una visión nueva de lo que se observa.

Filmish es un libro recomendable para espectadores con curiosidad más que para cineastas aprendices o forjados. No interesará en modo alguno a los que viven del negocio gracias a las episódicas y multimillonarias ayudas que proporciona el Gobierno pero eso es otra historia.

Gráficamente, el libro no molestará a nadie. Las viñetas representan películas relativamente populares pero el tono siempre es el mismo, buen rollo para meternos en el estómago su particular visión de y sobre el cine.

Así que me pides que te recomiende un libro teórico sobre cine… No, me niego a que te leas Praxis del cine, ya llegarás a él cuando tengas más años y menos pelo sobre la cabeza… El libro, profesores y alumnos es un tebeo, un cómic, un colorín, un chiste: Filmish. Un viaje gráfico por el cine.

Y el que avisa no es traidor aunque claro, vendrá otro y bla, bla, bla…

Saludos, funde a negro, desde este lado del ordenador.

Escribe una respuesta