Luis García Montero: “Andalucía es tierra de poetas por una razón: la pobreza”

INTRO
Reproducimos la entrevista que en septiembre de 2016 nos concedió el poeta granadino Luis García Montero ante su reciente nombramiento como nuevo director del Instituto Cervantes

LA ENTREVISTA

El pasado 30 de septiembre el poeta Luis García Montero (Granada, 1958) impartió una charla y presentó el documental Aunque tú no lo sepas en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna junto a uno de los directores del filme, Charlie Arnaiz.

Entre otros premios, Luis García Montero cuenta con el Adonais, el Loewe y el Nacional de Poesía y, caso histórico en las letras españolas recientes, es uno de los poetas españoles más leídos y celebrados por lectores que han quedado fascinados con libros como Vista cansada y Un invierno propio.

- Cuenta que llegó a la poesía gracias a la lectura que su padre hacía en voz alta de sus poetas preferidos…

- Mi padre solía leer en voz alta algunos de sus poemas preferidos de un libro que había en casa, una antología entonces muy famosa, Las cien mejores poesías de la lengua castellana, y nos interpretaba La canción del pirata de Espronceda, algún romance del duque de Rivas, una leyenda de Zorrilla, El tren expreso de Campoamor y lo primero que recuerdo es a mi padre recitándonos con tono muy teatral poemas a sus hijos y pienso que esas lecturas cumplieron el papel que ocupaban entonces las novelas infantiles y las de aventuras porque se trataban de poemas tradicionales, con su planteamiento, nudo y desenlace. En casa había además una buena biblioteca y ya de adolescente descubrí en ella el tomo de las Poesías completas de Federico García Lorca que me deslumbró. Somos una familia de seis hermanos, muy traviesos todos, y teníamos la casa destruida y como familia provinciana que éramos, mis padres habían reservado un salón –prohibido a los niños– para recibir a las visitas y que llamábamos la habitación de las visitas, y ahí estaba la biblioteca, por lo que entrar en aquel cuarto era un poco como un acto sagrado ya que se estaba en el sitio donde los niños no teníamos que estar. Ya como un adolescente me refugiaba allí y recuerdo la emoción con la que descubrí la poesía de Lorca, un poeta que encima era de mi ciudad y que identificaba con la historia y los recuerdos de Granada. Yo he formado mi experiencia poética en su origen a través del gusto por la lectura que tenían mis padres.

- Bécquer, Lorca, Cernuda, Alberti, usted mismo… Parece que Andalucía es tierra de poetas.

- Lo que hace que Andalucía sea una tierra de poetas tiene una razón poco feliz: la pobreza. En el siglo XIX se desarrolló la sociedad industrial y la mentalidad utilitaria, que dominó buena parte del norte mientras que en Andalucía no se vivió la industrialización, lo que permitió que se conservara una ética que no era la de la prisa del mercantilismo. Y si bien eso tuvo una mala consecuencia, tuvo también la consecuencia de una experiencia de vivir que tiene que ver con la lentitud, la sensibilidad, con el diálogo, con la naturaleza que no está dominada por una mentalidad utilitaria. El poeta Luis Cernuda contaba que cuando llegó a Méjico redescubrió la pobreza porque antes había vivido el exilio en sociedades anglosajonas e industrializadas y en Méjico se sorprendió felizmente de volver a escuchar su idioma, que lo oye por las calles, y de observar la pobreza porque le recuerda la que vivió de niño en Sevilla y formula así un deseo: ‘ver si es posible progresar económicamente sin caer en la prepotencia del lujo de las sociedades anglosajonas’. Y creo que es un pensamiento bastante razonable y sentido tal y como anda el mundo.

- ¿Y cuáles son los referentes poéticos de Luis García Montero?

- A la sombra de Lorca yo entré en diálogo con Rafael Alberti, e hice mi tesis doctoral sobre él. Alberti ha sido un poeta fundamental en mi formación no ya por ser un mito de la generación del 27 y ser el amigo de Lorca y el poeta republicano sino porque mantuve con él una amistad que marcó una época de mi vida. No obstante, y si mis padres poéticos son andaluces, mis hermanos mayores no lo son porque los tres poetas que más han contribuido a formar mi mundo uno es catalán, Jaime Gil de Biedma; otro asturiano, Ángel González y el tercero valenciano, Francisco Brines. Son poetas que han formado parte de mi educación estética y ante los que siento gran admiración y el respeto suficiente como para aprender de ellos a la hora de buscar mi propio mundo.

- Aprovechando su condición de poeta, ¿cómo describiría la situación actual que vive España?

- Lo primero que me sale es la palabra esperpento pero estoy convencido de la importancia de la política, que es fundamental para que convivamos en paz, dignidad y seamos capaces de organizar la sociedad. Por eso me asusta bastante el descrédito tan grande que en la actualidad tiene la política y que sin duda se merecen los políticos pero no me gustaría desembocar en una política del esperpento porque la política es algo muy serio y necesario. Me gusta repetir lo que escribió Antonio Machado en su libro sobre Juan de Mairena en el que dice a sus alumnos: ‘cuidado de quien os diga que no os metáis en política porque eso significa que quiere hacer política sin vosotros’. Creo que se va a llegar a una situación en que la gente se va a cansar de la política y los poderes van a tener las manos libres para hacer lo que les dé la gana.

- Y volviendo a aprovechar su condición de poeta ¿cómo combate contra esta situación?

- A mi me gusta involucrarme en la tradición del poeta que tiene un conocimiento civil y se preocupa de su país. Cuando me dicen que la política resta calidad a mi literatura pienso que uno de mis maestros es Antonio Machado, que murió en el exilio por meterse en política y otro es Federico García Lorca que murió ejecutado por meterse en política y otro Rafael Alberti que murió en su país tras pasar muchos años en el exilio por meterse en política. Y Unamuno, que fue condenado al exilio en la isla de Fuerteventura por meterse en política, y Jovellanos, que estuvo encerrado en el castillo de Bellver en Mallorca y sigo subiendo y recuerdo a Garcilaso, a San Juan de la Cruz. Está en la condición del poeta sentirse interpelado y vinculado por su sociedad y desde luego si no hago gran poesía no será por meterme en política sino porque no estoy a la altura de otros muchos poetas que se han metido en política como los que acabo de recordar.

- Hablemos de Aunque tú no lo sepas…

- Estoy muy agradecido porque he tenido la suerte de encontrarme con Alberto Ortega y Charlie Arnaiz que han hecho un documental en el que me siento muy cómodo primero porque es una reivindicación de la poesía y de cómo los poetas deben de pertenecer a la educación sentimental de la gente y segundo porque me ha permitido hablar de personas a las que admiro, algunos cantores como Serrat y Sabina, que han sido tan importantes en mi educación sentimental y cotidiana. O la importancia que han tenido para mí poetas como Biedma, Ángel González y Alberti, entre otros.

- ¿Y no ha sentido pudor al protagonizar un documental?

- No he sentido el pudor que creí que iba a sentir porque soy el protagonista de un documental dedicado a mi poesía y el trabajo está muy apoyado en mis admiraciones lo que me permite hablar de otros y de contar con la amistad de personas a las que admiro como Miguel Ríos y Quique González, cuya canción da título a la película y es la que vertebra un poco la historia. La verdad es que Charlie Arnaiz es un lector apasionado de poesía y consiguió inyectar un poco del veneno de la poesía en el otro director, Alberto Ortega, así que sí, a los dos les estoy muy agradecido.

- ¿Por qué se aleja el público de la poesía?

- Creo que los poetas tenemos responsabilidades y durante mucho tiempo la poesía por reacción ante una sociedad muy mercantilista, cayó en la tentación de convertirse en un género minoritario y hay mucha gente que ha creído que la calidad se confundía con la oscuridad y eso ha separado a los lectores de la poesía porque es difícil que le guste al público si no habla de la vida de la gente y si no pretende formar parte de la educación sentimental y las meditaciones de la gente. Dicho esto, pienso que si el poema no se justifica a si mismo no hay porqué obligar a nadie a leer poesía. He buscado poemas que me han ayudado en mi diálogo conmigo mismo cuando ha habido una muerte que me ha afectado o un sentimiento amoroso que me ha conmovido o cuando estoy en un momento de incertidumbre. Hay poemas que me han servido para entenderme a mi mismo y eso son los poemas que me convencen de la utilidad de la poesía ya que son obras que no confunden la intensidad con la oscuridad.

- Confieso que no soy buen lector de poesía, así que aprovecho al poeta pero también al profesor de Literatura que lleva dentro para que me recomiende libros y poetas para iniciarme en este género literario.

- Yo te aconsejaría que leyeras Las personas y el verbo, de Jaime Gil de Biedma o Palabra sobre palabra, de Ángel González, que son maestros que a mi me ayudaron a comprender en el lenguaje de hoy una experiencia íntima y muy individual.

Saludos, celebración, desde este lado del ordenador

2 Responses to “Luis García Montero: “Andalucía es tierra de poetas por una razón: la pobreza””

  1. Rafael-José Díaz Says:

    ¿Celebración? Esta designación es una pésima noticia, un desacierto mayúsculo. Basta leer, por ejemplo, esto: https://www.ocultalit.com/opinion/luis-garcia-montero-no-es-una-buena-idea/

    Un abrazo.

  2. admin Says:

    A nosotros nos parece una excelente noticia… Juzguemos su trabajo cuando se despida ¿dentro de un año y medio? Abrazos desde este lado del ordenador.

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