La colección de libros fantasmas del Gobierno de Canarias

Hace unas semanas el Gobierno de Canarias presentó en Madrid tres colecciones de libros (1) que, mucho me temo, terminarán durmiendo el apacible sueño de los justos o como regalo institucional con el noble (¿?) fin de desembarazarse de ellos.

Lo extraño, lo insólito del caso es que estas colecciones, Agustín Espinosa, Poesía y Nuevas Escrituras Canarias han sido producida y editadas por ese mismo Gobierno de Canarias que luego se queja de la errática trayectoria de las editoriales insulares, pero como aquí nadie dice nada públicamente pero sí en pequeños comités, resulta escandaloso observar cómo se prescinde de los servicios locales para asumir desde 2017 una línea editorial que si bien nace para “fortalecer el apoyo y la difusión de las letras canarias”, no hay manera en que se encuentren algunos de estos ejemplares en librerías, en librerías de Canarias porque mejor no hablar de las peninsulares.

Es verdad que el Gobierno canario cuenta con su Biblioteca de Artistas Canarios y la Biblioteca Atlántica a la que no sé qué futuro le aguarda ya que partía de una iniciativa del anterior Ejecutivo regional, pero hubiera sido elogiable para un departamento como Cultura que recibe tan pocos elogios que invitara a las editoriales canarias a participar en un concurso para escoger a la mejor que podía haber llevado a cabo esta iniciativa.

Quien escribe estas líneas formó parte del jurado de la primera edición de Nuevas Escrituras Canarias y desde entonces y hace de eso tres años, sigo esperando el libro de cuentos al que le dimos el premio. Recuerdo habérselo reprochado al anterior viceconsejero de Cultura y Deportes, Aurelio González, y su espontánea respuesta: “Pásate por el despacho y coges uno”.

No creo que sea necesario decir que desde entonces no he visto ni ése ni ningún otro de los libros ganadores del concurso. La experiencia, como si de un déjà vu se tratara, se repite ahora con las otras dos colecciones que se presentaron a finales de octubre de este año en una pequeña sala, nueva le dicen, del Círculo de Bellas Artes de Madrid (2).

Entiendo que esta colección de libros canarios fantasmas que se presenta en la capital de España pero no en Canarias (¡!) es un proyecto del anterior equipo que dirigía los destinos de la Cultura Oficial del Archipiélago pero el relevo que ocupa ahora tan alta responsabilidad debería de tomar nota y estudiar la rentabilidad cultural y económica de unas colecciones con vida tan efímera porque nace, se presenta en Madrid y muere prácticamente en cuestión de unas pocas semanas. Esto hace que sea tan lógico el cabreo que tienen las editoriales canarias al haber sido ninguneadas para que hicieran su trabajo, promocionar y distribuir estos libros, antes de ser aplastadas por la lógica excéntrica que llevó Cultura con el anterior equipo de Gobierno.

A la espera de que alguien me explique por qué no se confió en ninguna editorial canaria para la publicación de estos textos y por qué se presentan en Madrid y no en Canarias, entre otras cuestiones que irán apareciendo en próximas entregas, se anuncia para 2020 la publicación de nuevas obras canarias fantasmas como las de Digna Palou y Josefina Zamora, así como la recuperación de la narrativa de Josefina de la Torre… Libros que volverán a presentarse en la sala nueva y estrecha del Círculo de Bellas Artes de Madrid y que ninguno de nosotros, de los interesados, veremos y por lo tanto tampoco tendremos oportunidad de conocer.

Canarias, ya se ha dicho, es diferente.

(1) En el acto celebrado en Madrid se presentaron los libros de existencia fantasma Crónicas de Artemi de Ángel Sánchez y La fiesta del tedio de Elisa Rodríguez Court, El libro de las horas y los días de Dolores Campos-Herrero, Poesía completa de Juan José Delgado, Ceremonia de Yeray Barroso y La muerte de Alaia Parisi de Natalia Toledo.

(2) En el acto intervinieron el viceconsejero de Cultura Juan Márquez y la profesora de la ULPGC y crítica literaria Blanca Hernández Quintana. Además de los autores y responsables de las introducciones críticas de estos títulos, Ángel Sánchez, Cecilia Domínguez Luis, Santiago Gil, y Yeray Barroso.

Saludos, peor cuando improvisas, desde este lado del ordenador

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