23 de abril. Un Día del Libro diferente (y 2). Los editores, al borde del abismo

El sector editorial en Canarias no está pasando, como el resto de las industrias culturales, su mejor momento. La declaración del Estado de Alarma para frenar la expansión de la Covid-19 ha tenido efectos muy contraproducentes entre los profesionales que contra viento y marea habían logrado, al menos hasta el pasado marzo, que el negocio de fabricar libros caminara e incluso generara cierta expectación entre los lectores.

Una expectación todavía reducida pero lo suficiente para que tanto el iniciado como el profano reconocieran a los autores que publican dentro como fuera del archipiélago.

Todo eso se ha fragmentado y por lo que cuentan, parece que costará mucho reconstruir lo alcanzado. La incertidumbre sobre su futuro es grande y ante tamaño panorama devastador el Gobierno de España responde con escasísimo tacto al sector cultural y el de Canarias toma decisiones precipitadas sin calcular lo que viene. El nuevo escenario presagia “malos tiempos para la lírica”.

Este artículo completa el que se publicó el domingo pasado (19-IV-2020) con el título de Los editores recomiendan… para celebrar un Día del Libro, el 23 de abril, muy especial por razones ya del todo conocidas.

Se formuló un total de diez preguntas a los once responsables de editoriales canarias que participaron en esta encuesta. Motivos de espacio, obligaron a dejarlas –sin premeditación– en siete

1.- ¿Cómo afecta la crisis de la Covid-19 a la editorial?
2.- ¿Han explorado la alternativa digital?, si es así ¿cuáles han sido los resultados?
3.- ¿Qué libros han tenido que detener en imprenta?
4.- ¿Cree necesaria una Dirección General del Libro?
5.- ¿Les ha explicado su política editorial la Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias?
6.- Problemas con la distribución.
7.- Además de la Feria del Libro ¿demandarían una Feria de Editores?

JORGE A. LIRIA.
Editorial Mercurio (Gran Canaria)

1.- La actual crisis supone el cierre de las distribuidoras y librerías dentro de la obligación del Estado de Alerta, y en consecuencia, las editoriales padecen la misma angustia que el resto de las empresas del país. Es un momento donde todos están en situación parecida. La editorial se ve en la obligación de paralizar la salida de novedades, al tiempo que deja de ingresar por los miles de libros que tiene en unas librerías cerradas y a las que la crisis coloca en una complicada situación de cara al futuro.

2.- En nuestra editorial siempre hemos tenido títulos en digital, aunque durante estas últimas semanas hemos puesto muchos títulos más a un precio máximo de 0,99 euros.

3.- Hemos paralizado gran parte de las novedades de este trimestre, precisamente las que tienen sus presentaciones antes de las ferias del libro y que después son lecturas para el verano. Muchos ensayos, novelas y los nuevos títulos de poesía de la colección El Faro de la Puntilla, la colección Sobrescritos, la Colección Universidad o varios títulos infantiles. Ahora su salida a la calle es una incógnita, pues depende de lo larga que sea esta situación, que parece que va a ser bastante prolongada, lo que aconsejaría que la mayoría de las novedades de primavera se retrasen hasta otoño.

4.- No es sólo necesaria, sino imprescindible. Un organismo que garantice existencias suficientes en las bibliotecas canarias, pues es la única garantía de igualdad social de acceso a la cultura. No un organismo de ayudas a ediciones, sino que permita el acceso de los libros en todas las bibliotecas, tanto municipales, insulares o escolares. A ello debería continuar una labor que se hizo hace años, la presencia de las editoriales canarias en las principales ferias internacionales con stand propio. Pero sea una labor continua, no un capricho puntual, de abril caminos para después abandonarlos.

5.- El silencio. Si siquiera conozco a sus responsables.

6.- A finales de 2018 y principios de 2019 Canarias vivió un pequeño terremoto de distribuidoras, con una concentración que supuso importantes pérdidas para muchas editoriales isleñas. Un año después, la situación se ha normalizado. No hay problemas de distribución si tienes libros suficientes en el mercado para surtir a las librerías y contratos con distribuidoras en las distintas zonas geográficas. Si una editorial no suscribe contratos con distribuidoras no puede pretender vender en todos los sitios. No es un problema de distribución es una decisión de los editores que no suscriben estos acuerdos.

7.- No creo necesaria una feria de editores, pero sí una especie de seminario técnico-profesional anual.

Zebensui López
Trujillo.
Le Canarien
(Tenerife, 2012)

1.- Nos ha paralizado prácticamente por completo. Con el cierre de las librerías tradicionales, la única vía que ha quedado es la online. Sin embargo, dado nuestro perfil de libro canario, el número de publicaciones disponibles en plataformas como Amazon es reducido. Tampoco podemos hacer presentaciones, enviar los libros a los patrocinadores y hemos perdido la campaña del Día del Libro. Ante esto, nuestros ingresos desde el día de la declaración de alerta es de prácticamente cero. Insostenible.

2.- Es la única vía que nos queda. Y ahora mismo estamos poniendo todos nuestros esfuerzos en subir todo nuestro catálogo a las distintas plataformas, pero es una tarea lenta y compleja. Calculamos que terminaremos de subir la mayoría de los títulos a finales de abril.

3.- Todas las reimpresiones de títulos para las ferias se han paralizado. Unas doce publicaciones se han parado en distintas fases del proceso editorial. Siete ya listas para imprimir. Cuándo saldrán a la venta es difícil de calibrar.

4.- Es imprescindible para el libro canario. Que se sigan editando libros de contenido canario, es decir, divulgando conocimiento sobre nuestro territorio, debe ser una prioridad. El acceso al conocimiento que se produce por parte de nuestros investigadores y universidades es un derecho que tenemos todos los canarios y canarias. Si no se publica no se divulga. Y es evidente que las ventas del libro canario han descendido progresivamente desde su auge en los años 80, de manera que las administraciones deben tomar cartas en el asunto y apoyar al sector para que no desaparezca.

5.- Por ahora, ninguna. Además, las ayudas a la edición de 2019 no se convocaron y no hay previsión que lo hagan este año.

6.- Afortunadamente tenemos una distribuidora estupenda. Canaria. Llena de energía y que comparte nuestra misma pasión. Tamonante es, sin duda, aire fresco en la distribución, ya que nos permite ser eficaces y al mismo tiempo ser independientes de los nuevos entramados de la distribución en España.

7.- Nunca lo había pensado, pero quizás sería interesante.

María Jesús Alvarado y Juan Ramón
Tramunt. Editorial
Puentepalo (Gran Canaria, 2001)

1.- Dado que somos una editorial muy pequeña, nos afecta solo en la medida en que se nos han retrasado los nuevos trabajos de imprenta, pero no tanto a nivel económico de ventas, etc.

2.- Sí, independientemente de esta crisis, hace ya algún tiempo que barajamos la posibilidad de edición digital, tanto por abaratar costes, como para llegar más lejos geográficamente, pero de momento no lo hemos llevado a efecto. Quizás en un futuro próximo.

3.- Tenemos tres libros nuevos para este año: El niño de la tienda de telas (Jesús I. Chamali), Intervalo abierto (Irina Georgescu) y Urbs (Eliseo Méndez), en tres colecciones diferentes (narrativa, bilingüe y poesía). Verán la luz desde que volvamos a la actividad normal.

4.- Nos parece muy necesaria una Dirección General del Libro, especialmente para que favorezca la visibilidad de los autores y editores canarios, no solo en las islas sino en el resto del estado y fuera de él. (Apoyo editorial, distribución, difusión, etc).

5.- La desconocemos.

6.- Es el gran problema de las editoriales, y no se entiende que las distribuidoras no consigan funcionar de manera eficiente y rentable para ellas, dadas sus posibilidades de trabajo y beneficios potenciales. Quizás una Dirección General del Libro de Canarias, que se ocupe de gestionar el tema de la distribución ayudaría a solucionar el problema.

7.- Una Feria de Editores de Canarias es imprescindible para darle vida al sector. Ya la hubo, hace varios años, promovida por la editorial Baile del Sol, y constituyó una experiencia muy enriquecedora. Sería estupendo recuperar y renovar esa iniciativa.

Emilia Vié, Manuel Pérez Cedrés.
Ediciones DelMedio
(Tenerife)

1.- Nuestro principal canal de llegada al lector son las librerías, al no estar funcionando con normalidad, los efectos nos llegan directamente.

2.- Nosotros siempre publicamos nuestros títulos en ambos formatos, físico y digital. El mercado digital es muy complicado, tiene muchísima oferta y cualquier título nuevo tiene muy poca vida en las plataformas, salvo excepciones.

3.- El día 20 de marzo íbamos a presentar el poemario de Enrique González, Cuarto Menguante. No queremos pensar en fechas de lanzamiento aún, vamos planificando a corto plazo y siguiendo las fechas que nos dan por los canales oficiales.

4.- Ahora mismo, no.

5.- No hemos tenido contacto con ningún organismo oficial.

6.- Muchísimos. La insularidad es un gran problema para las editoriales en Canarias. Con el cierre de los distribuidores tradicionales, nos vimos abocados durante el 2019 a distribuir nosotros mismos. Eso nos cerró muchas puertas, pero nos abrió muchas otras. Ahora mismo hemos firmado un convenio de distribución con una distribuidora canaria, también nueva en el mercado. Colaboramos activamente con ellos para que puedan abrir muchas puertas y así beneficiarnos todos. Ahora contamos con un sistema de distribución bajo demanda que nos permite llegar a librerías asociadas en todo el mundo. Un mercado muy complicado pero que hemos visto moverse muy bien en el caso particular de algunos títulos de nuestro catálogo.

7.- Nosotros apostamos por los libreros, ellos son el motor y el corazón del libro. Una feria de editores implicaría meternos en terreno de librerías, y preferimos respetarlo. Y apoyarlos.

Ángel Morales.
Ediciones Aguere
(TENERIFE, 1997). desde 2007 coedita con
Ediciones Idea

1.- Hemos tenido que parar la producción y cancelar más de veinte presentaciones entre Tenerife, Gran Canaria, La Palma y Madrid. Más de veinte libros en la imprenta están pendientes de imprimir. Librerías cerradas; por lo tanto, sin venta y sin ingresos y freno a la maquetación y distribución: un parón total.

2.- La gente sigue prefiriendo el libro en físico y hemos comprobado que en estos días no han aumentado la descargas. Presentaciones que hemos hecho en Colombia, Honduras o México, hemos tenido que imprimir directamente allí, el transporte sale mucho más caro.

3.- Tenemos como una docena de libros pendientes de presentar. Por lo tanto, imprimir más no tiene sentido, porque sería ir acumulando libros sin poderlos mover, con el agravante de que hay que pagar.

4.- Para funcionar como funciona, rotundamente no, todos han estado al margen del mundo editorial canario y si han tenido un denominador común ha sido proyectos vacíos y el amiguismo.

5.- Lo poco que sé de los proyectos de este señor lo conozco por su promoción en los medios, la mayoría de ellos llenos de humo y vacío de contenido. No se puede hablar de un sector sin conocer a los que lo formamos y nuestros proyectos. He pedido entrevistarme con el Director General de Cultura y con el Viceconsejero y solo he recibido la callada por respuesta. Por lo tanto, más de lo mismo, ignoro sus planes e intenciones.

6.- En un territorio fragmentado todas las editoriales tenemos ese problema. Nosotros tenemos distribución directa en el área metropolitana y una distribuidora para el resto de las islas. En península nos apañamos con Agapea.com que está en ocho capitales de provincia.

7.- Siempre que se haga con cabeza y teniendo en cuenta a todas las editoriales de las islas, creo que sería un tema positivo, ya se hizo hace años y funcionó, pero para hacer chapuzas mejor no hagan nada.

Guadalupe Martín Santana. ATTK
Editores
(Gran Canaria)

1.- Si tengo que valorarlo desde el punto de vista de mi editorial, que es digital, y que fue así desde su origen, esta crisis, sin duda, nos beneficia. El lector, el lector voraz, el que todavía no había dado el salto al mundo digital, se anima a hacerlo, porque una de las ventajas del libro digital es, precisamente, que puedes adquirirlo sin “moverte de casa”.

2.- Nos falta mucho. Así como en otros países, Alemania, por ejemplo, en el que los lectores más jóvenes leen en digital y leen mucho, aquí todavía mostramos reticencias al libro digital (y se lee poco).

3.- Trabajo también como correctora ortotipográfica y de estilo y sé que algunos de los títulos que estaban ya en la fase de artes finales para entrar en imprenta, se han parado. La incertidumbre es precisamente esa, cuándo se reanudarán los trabajos. Creo que una vez se salga de esta situación que, aunque creo que es coyuntural, sí va a afectar al sector del libro, sobre todo, y por desgracia, a las librerías, distribuidoras, los eslabones quizás menos fuertes para soportar este período de inactividad, sin olvidarnos de las pequeñas editoriales, sin tantos recursos para soportar este parón en un ya de por sí maltrecho sector, se producirá un reajuste, no solo del sector editorial, de todos, al igual que se produjo tras la crisis del 2008.

4.- Creo que todo lo que sirva para dar difusión a las letras españolas, a nivel nacional e internacional, lo que ayude al fomento de la lectura, lo que sirva de alguna manera para ayudar al sector, claro que es necesario.

5.- Precisamente, he recibido un correo electrónico desde el Gobierno de Canarias, en el que me enviaban una guía con las medidas de apoyo para empresas y autónomos adoptadas por el Gobierno de Canarias y que sirven para el sector cultural. Tengo que leerlas con detenimiento, pero la ayuda principal y más reclamada, no solo por este sector sino por todos, que es la suspensión el pago de la cuota de autónomos durante el tiempo que dure la situación de alarma.

6.- Digamos que en nuestro caso, más que la distribución lo importante es la salida mediática de nuestros libros, su promoción en los medios y en los distintos foros especializados en literatura.

7.- Creo que sería interesante que todos los actos literarios tuvieran un carácter multidisciplinar en el que confluyeran escritores, distribuidores, libreros y editoriales. El objetivo de todos es la búsqueda de lectores, por tanto lo inteligente sería que pudiéramos remar todos en la misma dirección.

Tito Expósito. Baile del Sol (Tenerife, 1992)

1.- Pues ahora mismo, a estas alturas con un parón generalizado en todo lo que respecta a movimiento de los títulos a nivel comercial, nos hemos centrado en ir poniendo al día las tareas más administrativas e ir actualizando el trabajo pendiente en cuanto a maquetación y diseño de títulos que habían quedado rezagados.

2.- Tenemos aproximadamente un 20% de nuestro catálogo en formato digital, y distribuido por diferentes plataformas nacionales e internacionales, pero aún es pronto para tener resultados en cómo ha afectado esta crisis en las ventas digitales.

 3.- Tenemos en los almacenes de la imprenta seis títulos a la espera de distribuirlos cuando sea posible, es decir, cuando las librerías vuelvan a abrir.

4.- Creo que para empezar lo que se necesita es tener un simple interlocutor que de momento no existe. Y sin tener un interlocutor todo lo demás es mera fantasía.

5.- Ninguna. Que yo sepa no se han puesto en contacto con el sector desde que tomaron posesión de los cargos, al menos a nosotros no nos han llamado. De hecho, fuimos nosotros quienes solicitamos una reunión con la Dirección General de Cultura en repetidas ocasiones, casi hasta el cansancio y nunca nos dieron respuesta, tampoco nos desviaron hacia la Viceconsejería, ni hacia ningún responsable político que llevase a su cargo el libro. Así que esa ha sido la gestión del nuevo Gobierno con respecto al sector.

6.- Los de siempre. Cada vez hay menos distribuidores en las islas si te refieres a nuestro ámbito y por tanto se hace imprescindible la comunicación con el librero o con el propio autor que muchas veces es el mejor distribuidor, al menos de su obra. Nuestra distribución fuera del archipiélago funciona con sus altos y bajos, mantenemos relación con distribuidores desde hace veinte años, otros pasan por una crisis y cierran, pero surgen otros nuevos. Quizás algo que nos afecta mucho son los costes de correos, algo que parece difícil de solucionar. La distribución en países como Méjico la hemos solventado imprimiendo alguno de los títulos allí, al igual que cuando hacemos una coedición.

7.- Creo que lo primero que hace falta es tener una buena gestión desde el gobierno que de momento no ha dado señales de vida, porque la activación del interés social por la lectura no se restringe a la celebración anual de una feria del libro que siempre mantiene el mismo formato y que no cuenta en su organización con todos los sectores implicados en el libro. Por otro lado, como bien sabes hablamos de dos cuestiones distintas, la feria del libro está enfocada a la venta por parte de las librerías, es una feria, como todas las ferias del libro de pura venta y presentación de novedades. Una feria de editores es otra cosa, es un encuentro profesional donde se deben dar cita los múltiples agentes que forman parte de la edición y donde se incluye obviamente a la librería, para tratar como industria que somos, de buscar soluciones o mera información sobre todos aquellos temas que nos afectan, y que no es únicamente la venta de nuestros libros. El mundo editorial es complejo y difícil, y merecería sin duda que se le prestara una mínima atención…con o sin feria.
 
Remedios Sosa.
Centro de la
Cultura Popular Canaria (Tenerife, 1980)

1.- La venta de un libro es un engranaje en el que si falla una de las piezas, se bloquea la “cadena de producción”. Con la crisis la población está confinada, las librerías cerradas… Así que no se publica. Se acumulan los libros a punto de entrar a imprenta y se acortará el recorrido de los ya publicados, , puesto que la gran oportunidad que suponen las Ferias del Libro queda en suspenso.

2.- No, aunque esperamos hacerlo antes del verano. El libro digital no ha acabado de despegar, incluso en los países más desarrollados se han reducido sus niveles de venta. El libro en papel subvenciona gran parte de los contenidos del libro digital y los ingresos del e-book, con niveles de venta, insuficientes para pagar los derechos de autor, diseños, traductores…

3.- Hemos tenido que parar tanto novedades como reediciones. Entre los nuevos podemos citar Fray Antón y su hábito de quita y Pon, libro infantil y juvenil de Pepa Aurora, Memorias de un árbol en los tiempos del cambio climático, de Amílcar Martín, Amores Truncos libro de relatos cortos de José Juan Pérez y el poemario Mensaje-Planta de Maribel Díaz. También hemos parado proyectos como la Enciclopedia de la Cocina Canaria de Carlos Gamonal, la obra inédita de Elfidio Alonso, la colección Ocho Puertas, que recoge libros históricos fundamentales, y que empezaremos con Historia de la conquista de las siete Islas Canarias de Fray Juan de Abreu y Galindo, edición anotada y comentada por el historiador y escritor Francisco Osorio Acevedo.

4.- Sí. El libro es el vehículo cultural más importante y la Cultura es el medio fundamental para trasmitir la Identidad Canaria. Por tanto debería tener al menos una Dirección General, aunque lo lógico sería una Consejería. En lo único que se ha avanzado es que ya tenemos Ley de Bibliotecas.

5.- En el Centro de la Cultura Popular Canaria estamos esperando una reunión con la Consejera de Educación, Cultura… Creemos que nuestra labor y nuestra trayectoria de de 40 años se lo merece.

6.- El CCPC desde 1980 distribuye sus propios libros. Hemos visto cómo han desaparecido la mayor parte de las librerías, las pequeñas librerías. Las que no han cerrado, sobreviven en gran medida de la venta de papelería u otros productos. Luego hay unas pocas grandes librerías que subsisten con mucho esfuerzo. Y, un caso aparte, las librerías de los grandes centros comerciales a los que El Libro Canario ha dejado de interesar. Nos consideran una colonia y así nos tratan. En otras Autonomías no se permiten estos desprecio a La Cultura del territorio que los acogen.

7.- Sí, todos los espacios para el encuentro, el intercambio de experiencias, el conocer nuevas alternativas, que se hable durante unos días de los libros canarios… redunda en beneficio de todos los que formamos parte del desafío de publicar libros en Canarias.

Ismael Lozano.
Editorial Siete Islas
(Lanzarote, 2015)

1.- Nos ha afectado muy negativamente, teníamos previsto dos lanzamientos Vagos y Maleantes de Ismael Lozano Latorre y la nueva novela de Víctor Álamo de la Rosa. Estaban planificadas las presentaciones, en ferias, festivales… y los libros no han salido a la venta. En cifras económicas esto nos ha supuesto un gran descalabro, porque hemos hecho una gran inversión con estas dos obras y reponiendo stock de las otras para las Ferias del Libro y al no producirse, solo hemos tenido grandes gastos que hemos tenido que abonar. Esto va a afectar al número de títulos que podremos sacar este año.

2.- Nosotros hemos apostado por el formato digital desde el principio y tenemos un distribuidor de libros digitales, no obstante, hemos de decir, que aunque se producen ventas no suponen ni el 2% de los ingresos que nos generan las ventas en papel.

3.- Vagos y maleantes Ismael Lozano Latorre / Lanzamiento previsto: Marzo 2020 Actual: Mayo, Junio. Víctor Álamo de la Rosa / Lanzamiento previsto: Marzo 2020 Actual: Mayo, Junio.

4.- Tenemos problemas más importantes en Canarias, como conseguir que la calidad y precio de las imprentas canarias puedan competir con las de Península.

5.- Que a mí me conste, ninguna.

6.- Hemos vivido la desaparición de Libros siete y después, por desgracia, la mala gestión de Redbooks que estuvo a punto de terminar con el sector editorial canario. A título personal Redbooks nos hizo más daño de lo que está haciendo ahora el Coronavirus.

7.- Sí, pero no para el público en general. Una Feria de Editores, con mesas de trabajo comunes para todos y que podamos dar a conocer nuestro catálogo a librerías.

Elsa López. Ediciones La Palma
(La Palma, 1989)

1.- Como a la gran mayoría de las editoriales por no decir todas. Algunos escritores me han comentado que sus novelas están inmovilizadas incluso en las grandes editoriales del país. Todo ha quedado paralizado: No hay librerías, no hay distribución, no hay imprentas. No se salva ninguna. Quizá aquellas que tienen un fondo muy amplio en edición digital y pueden vender por ese medio, puedan seguir ganando algo. Las que hemos trabajado la edición sólo en papel lo tenemos más difícil.

2.- Vamos a empezar a lanzar novedades en formato ebook la próxima semana. Un formato que nunca habíamos trabajado hasta ahora. Comenzamos con la novela de Santiago Gil. El gran amor de Galdós, al que seguirán otros como Arena negra, de Méndez Guédez (de narrativa) y Asombrosas aventuras de Ismael Belda o Westahaven Bay y la montaña Amarilla de Iván Cabrera Cartaya.

3.- Bastantes. Unos diez aproximadamente. Sólo en la colección que yo dirijo (Ministerio del aire) hay cuatro títulos a la espera. Cuatro libros de poemas que llevaba tiempo preparando. De Ernesto García Abad, Oscar Lorenzo, Isabel Medina y Félix Hormiga. Hemos tenido que parar otras novedades que iban a salir para la Feria del Libro de Tenerife: Afinaciones, de José Balza, El reloj de Clío”, de Emilio González Déniz y Química del erro”, de Antonio Arroyo.

4.- No, por Dios, no más direcciones generales. El campo es pequeño y los editores canarios tienen las cosas claras. Lo que no tienen tan claro es el tema de ayudas a las editoriales. No se entiende el apoyo que las instituciones dan a editoriales peninsulares comprando libros de autores canarios, y pagándolos a precios desorbitados mientras escasean las compras a editoriales que editan también a autores de las islas sin que se les ofrezca ayuda para sacar esos libros a la calle, venderlos y distribuirlos. Para eso no hace falta una dirección general. Hace falta voluntad de hacerlo y una buena gestión desde dentro del gobierno. Podría poner muchos ejemplos de editoriales peninsulares que colocan sus libros en las islas con ayuda de ayuntamientos y cabildos, incluso del gobierno, facilitando así la edición de los autores canarios que les interesa, mientras las editoriales de Canarias tienen que hacer esfuerzos para sacar títulos de esos mismos autores, distribuirlos y venderlos, tanto en la península como en las islas.

5.- La desconozco.

6.- Es el talón de Aquiles del mundo editorial, tras años trabajando con la mayor distribuidora nacional, UDL, hemos decidido coger las riendas de la distribución y aunando esfuerzos con otros editores hemos montado El Paso Distribuciones (www.elpasodistribuciones.com), para la distribución nacional de nuestro fondo.

7.- Hay divergencias dentro de la propia editorial. El coordinador general, David Cabrera, opina que sin duda es necesaria basándose en lo que decía yo más arriba: el desconocimiento que tenemos de la producción de unas y otras y sería útil poder encontrarse y ponerse al día en la producción de unas y otras. Yo no lo creo así. Pienso que es demasiada dispersión y mucho gasto para tan poco rendimiento. Ya tenemos bastante gasto con las ferias.: traslado de libros, viajes, hospedaje en las distintas islas, etc. Y el gasto que estos traslados producen en las editoriales pequeñas es muy grande para ampliarlo con ferias de editores.

Elena morales.
Escritura entre las nubes (TENERIFE, 2014)

1.- Hemos tenido que aplazar sin fecha las presentaciones de las siguientes novelas: Adopción, de Ángel Nazco, en la que se intercalan dos historias paralelas de intriga y emoción. Nadie me dirá quién soy, con la que Miriam Luz Terrero Ramírez irrumpe en las lides literarias. Una casa en la colina, de Manuela Jiménez, la historia de un famoso escritor que, tras recibir un importante premio literario, se queda sin ideas. La Laguna, de la escritora austriaca Erika Kronabitter, traducida al castellano por Olga Sánchez Guevara, sobre el conflicto entre amor y libertad que especula también en una misteriosa desaparición. Se han pospuesto las presentaciones de los libros Nubes de relatos 2, así como de Teguisamos cuentos y Teguise Story cookbook. E igualmente se han aplazado las presentaciones de los libros Haya y Haya. Para los más pequeños, la nueva obra de Héctor José Riverol que cuenta con ilustraciones del dibujante mexicano Ivanevsky. Por otro lado, hemos parado la impresión de algunas obras que estaban a punto de ver la luz.

2.- Todo nuestro catálogo está a la venta en formato digital, pero no hemos experimentado ningún aumento de las ventas en este formato durante los días que llevamos confinados.

3.- Hemos parado la impresión de Lena y de Quemando rastrojos. Poemas de desarraigo, de Pilar Herrera Gimeno. Sin embargo, hemos puesto a la venta estas obras en nuestro canal bajo demanda y en formato digital por lo que se pueden adquirir en librerías que faciliten la venta a través de su página web, como Agapea. En el momento en que acabe el estado de alarma, estos y otros libros que tenemos en preparación podrán llegar a la calle y ser presentados en distintas instituciones.

4.- Sí. Todo el apoyo que reciba este sector es poco. Los libros son la base de la cultura y de la educación, reflejan el avance de la sociedad.

5.- No tengo constancia de ninguna respuesta, al menos por el momento.

6.- Ese es y ha sido siempre nuestro gran problema. Nuestros libros son poco visibles en librerías porque realizamos tiradas pequeñas. No podemos trabajar con grandes distribuidoras porque sus requisitos son inasumibles para nosotros; además, nos imponen restricciones excesivas. Entendemos que si las librerías no piden nuestros libros, las distribuidoras pequeñas también tienen problemas para colocarlos.

7.- Por supuesto que sí. Cualquier feria que promocione el libro siempre será una fiesta y un motivo de celebración para nosotros.

saludos, se les desea, desde este lado del ordenador

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