John Reed, el insurgente

El pasado 19 de octubre se recordó al escritor y periodista John Reed (Portland, Oregón; 22 de octubre de 1887-Moscú, 19 de octubre de 1920) en el centenario de su muerte y ayer, jueves, hubiera sido el de su cumpleaños, una fecha para a tener en cuenta porque se trata de uno de los más extraordinarios reporteros de todos los tiempos que legó a su tiempo y al nuestro dos libros fundamentales para conocer desde dentro y en primera persona dos importantísimos procesos revolucionarios que todavía colean por mucho que algunos se empeñen en enterrarlos en los cementerios del olvido.

El primero de ellos se trata de México insurgente: La Revolución de 1910, un título imprescindible para comprender de que materia se forjó el gigantesco país centroamericano visto por la mirada –primero perpleja y más tarde llena de admiración– de un periodista que deja de ser objetivo absorbido por el entusiasmo de los hombres y mujeres que formaron el ejército irregular de Pancho Villa.

El libro se lee como una apasionante novela de aventuras solo que todo lo que cuenta Reed es verdad o al menos la verdad que recogió en primera línea para más tarde darle forma de libro. Un título imprescindible en la obra de un periodista que más que periodista fue cronista de sus agitados tiempos.

El segundo libro más conocido de John Reed es Diez días que conmovieron al mundo, su reflejo periodístico de la Revolución bolchevique y del ascenso al poder de su líder indiscutible: Lenin. Reed, que pertenecía al Partido Socialista de América, no terminó por ver cómo derivaba todo aquel fantástico proceso porque falleció a causa del tifus en Moscú, pero sigue siendo el único estadounidense que descansa el sueño eterno en el Kremlin, un honor que han alcanzado muy pocos hombres y mujeres aunque los que allí yacen no les importe demasiado saberlo.

Hace un puñado de años se reunieron sus artículos sobre la I Guerra Mundial en el frente oriental en un libro que, personalmente, tampoco tiene desperdicio si uno se quiere aproximar a los vientos de la Historia a través del testimonio y las reflexiones de alguien que los vivió en primera persona. El libro circuló en España, este país que se va al carajo, con el título de La guerra en Europa Oriental y aclara dudas y despeja las sombras que al menos quien ahora les escribe tenía sobre estos frentes de guerra. Ayuda también a comprender la caótica situación que hasta la actualidad se vive en Los Balcanes resultado de numerosas heridas abiertas que nunca han cicatrizado. De obligada lectura para los que se empeñan en levantar el cadáver podrido de la Guerra Civil española tanto por las derechas como por las izquierdas, quizá si leen esta obra se den cuenta esta legión de tontainas que la guerra no es un partido de tenis y que la crispación y el odio solo conducen a la derrota de las partes implicadas por mucho que alguna de ellas resulte ganadora.

La apasionante vida de John Reed se ha llevado en varias ocasiones a la pantalla aunque no termina de convencerme la que quizá sea más famosa por multimillonaria y estar plagada de estrellas del cine norteamericano como Warren Beatty, Diane Keaton y Jack Nicholson. Circuló en este país mío que se va al infierno como Rojos y pese a su aparatosidad a uno se le ocurre pensar una vez aparece el The End que este largo,larguísimo largometraje fue algo así como si los pájaros tiraran con escopeta.

Una advertencia a modo de final. Dejen lo que están haciendo y abran cualquier libro de Reed, aprenderán que todo es distinto a cómo no los contaron sí está escrito por un hombre que aprendió primero a contar hechos y más tarde a implicarse en esos mismo hechos que contaba.

Larga vida al rojo, larga vida a John Reed.

Saludos, negras tormentan agitan loss aires, desde este lado del ordenador

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