Vender a Hitler, un libro de Robert Harris

En la primavera de 1983 la revista alemana Stern comenzó la publicación de lo que prometía ser la noticia del siglo: los diarios de Adolf Hitler, solo que lo que anunciaba ser una gran exclusiva se reveló poco tiempo después una falsificación que por chapucera sorprende todavía que engañara a uno de los mejores periodistas de la revista, Gerd Heidemann, así como a todo el equipo editorial de la publicación.

Sobre este gigantesco fraude escribe el periodista y escritor Robert Harris, autor entre otras novelas de Patria y Munich, relacionadas con la Alemania nazi, en la primera planteando una macabra y atractiva ucronía y en la segunda un interesante lo que pudo ser… y El poder en la sombra y El oficial y el espía, ambas llevadas al cine por Roman Polanski.

Vender a Hitler, el libro que se ocupa de contar la historia de los diarios falsos del caudillo de la Alemania nazi, fue publicado en 1986, tres años después de que estallara el escándalo así que está escrito con el caso relativamente reciente. Tan reciente, que los medios de comunicación tardaron unos años en recuperarse por la pérdida de credibilidad que erosionó aquellos años su relación con los lectores.

Estructurada en cuatro partes, la novela incluye un dramatis personae porque la presencia de los distintos actores que intervinieron a un lado y al otro de la trama es gigantesca. Este sobresaliente reportaje periodístico ha sido editado en España por Es Pop Ediciones en 2020 y traducido por Óscar Palmer Yáñez. El libro es de obligada lectura no solo para periodistas sino también para quien esté interesado en el caso en general ya que la obra, cuidada, contrastada, escrita con sencillez, es perfectamente comprensible para toda clase de lectores lo que incluye a los que no tenían noticia de un caso que, se reitera, conmocionó a la sociedad de aquel tiempo.

Son muchos los protagonistas de la historia pero sin duda los principales fueron Gerd Heidemann y el autor del fraude, Konrad Kujau, para los amigos Conny, quien pasó de falsificar vales de comida a inventarse sesenta volúmenes de los diarios de Hitler.

En el otro extremo se encuentran los historiadores británicos Hugh Trevor-Roper, autor entre otros libros de Los últimos días de Hitler, y uno de las voces autorizadas que dio por buenos los diarios hasta que se retractó de lo dicho, y David Irving, historiador revisionista que fue de los primeros que sospechó que todo aquello era mentira.

En torno a este cuarteto se mueve una historia que a ratos parece una comedia de los hermanos Marx y en otros un drama al estilo de Douglas Sirk solo que sin mujeres, aunque la credibilidad, el oficio de un periodista que hasta ese momento era profesional con su trabajo, se desmorona cuando todas las evidencias dan como resultado que aquellos diarios eran falsos.

Robert Harris narra con buen pulso la historia de este fraude, y plantea un retrato de la Alemania de los ochenta muy distinto al que algunos nos habíamos imaginado. Por un lado, muestra a un grupo de aficionados a la memorabilia nazi capaz de gastar millones de marcos, libras y dólares en recuerdos personales de Hitler y sus jerarcas. Y cuenta cómo la mayoría los exhibía en sus casas a modo de museo. Entre ellos el mismo Heidemann, el periodista que a cuenta de la exclusiva del siglo se llena los bolsillos con las cantidades que el grupo editorial le asigna para pagar a su suministrador, Conny, quien recibe sin saberlo mucho menos dinero que el que la empresa le entrega a su intermediario, Heidemann, ya que aprovechó para guardarse parte del dinero en el bolsillo y vivir mientras tanto a todo tren.

Leyendo el libro no dejaba de pensar cómo a nadie se le ha ocurrido todavía llevar al cine o convertir en serie de televisión este caso que conmocionó al mundo. Reúne todos los ingredientes para seguir con atención el rumbo que toman los hechos y la transformación de una exclusiva tremenda en un fraude de consecuencias catastróficas para los que se vieron implicados. En España fue el grupo Z el que anunció que se había hecho con los derechos para serializar en sus revistas los diarios de Hitler hasta que se destapó el escándalo.

El libro destaca también como ensayo de lo que significa el nazismo en la actualidad, y cómo vende todo lo que lleve el nombre de Hitler así como el símbolo que representa esa idea: la cruz gamada.

En esta farsa que raya el esperpento intervinieron periodistas avariciosos, nazis jubilados, secretarias que trabajaron a la órdenes de Hitler, magnates como el australiano Rupert Murdoch y falsificadores y ladrones que se movieron en torno a unos diarios “aburridos y en los que apenas se contaba nada nuevo” de quien fue el amo y señor de media Europa la primera mitad de los años 40 del pasado siglo XX. En este circo en el que casi nadie se detuvo a pensar sobre la autenticidad o no de los diarios se movieron cantidades astronómicas de dinero con la idea de hacerse con los supuestos recuerdos personales del que fue el dictador de Alemania aunque como se sabe la operación resultó un fiasco. Robert Harris saca a relucir cómo afectó el escándalo a los autores y las víctimas de aquella historia, los protagonistas del que sigue considerándose el fraude del siglo.

Saludos, ojo con tu cartera, desde este lado del ordenador

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