Traducir a Mircea Cărtărescu

La voz de Mircea Cărtărescu en español tiene acento femenino. Lo pone su traductora, Marian Ochoa de Eribe, quien acompañó al escritor rumano y candidato al premio Nobel de Literatura a Tenerife para clausurar hace ya algunas semanas el ciclo Puerto de Letras. Escritura en diálogo, una actividad que organiza Antonio López Ortega, Nela Ochoa y Rafael José Díaz con la colaboración del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz.

Doctora en Literatura comparada, la carrera como traductora de Marian Ochoa se ha decantado por la literatura rumana. Además de Mircea Cărtărescu, a esta mujer le debemos las versiones en español de novelas escritas por otros compatriotas de Cărtărescu como Mircea Eliade y Dora Pavel, entre otros.

Marian Ochoa de Eribe hizo de traductora del escritor en Tenerife no solo para el diálogo que se desarrolló en el Lago Martiánez sino también para los periodistas que entrevistaron al escritor rumano durante su estancia en la primera ciudad turística de Canarias.

Fue eso lo que nos animó a plantearle al inicio del encuentro que mantuvimos con Cărtărescu ¿cómo era su trabajo con él? Y al mismo Cărtărescu ¿cómo era trabajar con Marian Ochoa de Eribe?

Estas fueron sus respuestas.

Marian Ochoa de Eribe destacó “la libertad absoluta” que el escritor rumano le permite cuando trabaja sus textos y recordó que alguna vez él mismo ha manifestado que confía en todos sus traductores “ciegamente” porque los considera los mejores que puede tener un autor.

Respecto a las dudas que pudieran asaltarle cuando traduce los libros de Cartarescu dijo que éstas han sido pocas ya que no tienen tanto que ver con el rumano como lengua sino en cómo poder decirlo en español.

Lo difícil, aseguró, es cómo salvar todo el sentido de su mensaje literario “en nuestro idioma”, ya que se trata de un territorio en el que Mircea Cărtărescu “no puede ayudarme”.

Estos casos abordan, advirtió, cuestiones puntuales como “nombres de personajes, juegos de palabras que plantea en el texto y que una vez que resuelvo lo consulto con él para ver si está de acuerdo”.

Por su lado, Mircea Cărtărescu reveló que se siente “un afortunado” porque trabaja desde hace más de veinte años con “los mejores traductores de lengua rumana”.

“Somos un grupo, mejor dicho, somos ya como una familia. Nos conocemos muy bien, somos amigos y tengo por eso una confianza absoluta en todos ellos”, comentó el escritor, quien añadió que no siente la necesidad de controlar el trabajo que realizan sus traductores porque sabe desde un principio que “va a salir bien”.

Tan bien en el caso de Marian Ochoa de Eribe que “ayer mismo”, afirma Mircea Cărtărescu, “un lector me dijo que mi libro El levante parece escrito directamente en castellano y el caso es que estoy plenamente convencido de que es así”.

¿Y por qué?, ¿por qué está plenamente convencido de que es así?

“¿Por qué? –responde el escritor rumano– “porque suena espléndidamente en español”.

Las traducciones que ha realizado Marian Ochoa de Eribe de la obra de Cărtărescu y de otros escritores rumanos se han publicado mayoritariamente en la editorial Impedimenta, un sello editorial que cuida no solo las traducciones sino también el libro como objeto. En estos momentos, la traductora se encuentra traduciendo El ala derecha, una novela que forma parte de la trilogía Cegador y que comenzó con El ala izquierda, una obra que propone “una incursión tan fascinante como excesiva por el sanctasanctórum de la imaginación gótica de Cărtărescu”, anuncia en su página web la editorial, y trilogía que se completará con El abdomen.

En una entrevista que concedió a Traidoras, Marian Ochoa de Eribe declaró que la traducción, la buena traducción, es “un trabajo de orfebrería con la palabra poética” y que no le agrada mantener distancia con sus traducciones. Respecto a las traducciones que más disfrutó de Cărtărescu menciona El ala izquierda y también Solenoide y en cuanto a las más difíciles, Travesti y El levante.

Y concluye: “Cuando traduzco a Cărtărescu, por ejemplo, tengo en cuenta expresiones castellanas equivalentes a lo que hubiera dicho Cărtărescu en rumano, ya sea un refrán o una simple frase. Aunque procuro que no sean expresiones que solo se escuchen, por ejemplo, en mi pueblo. Si sé que en el País Vasco decimos tal expresión, pues voy a intentar buscar una expresión lo más ecuménica posible, para que resulte grata a los oídos de todos los lectores en todas las variantes del castellano. Es una búsqueda continua del equilibrio”.

Saludos, nubes oscuras y calor, desde este lado del ordenador

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