Atis Tirma, una novela de Ulises Martín Hernández

Es nutrida pero también desigual la literatura que hay sobre los primeros pobladores del archipiélago. El año pasado, sin ir más lejos, aparecieron varios títulos que tratan (cada uno a su manera) la conquista de Canarias desde diversas perspectivas. La de Tenerife ocupa los contenidos de las dos novelas que hasta la fecha ha dedicado Andrés Martín Peinado a este periodo de la Historia, tenso y convulso, en Achineche y Orgullo ancestral (Idea/Aguere) mientras que Jesús Alberto Reyes Cornejo se inspira en hechos reales en Cherfe, anhelos de justicia, (Éride Ediciones, 2021) en la que describe la tenacidad de un guanche que busca que se cumpla la ley viajando incluso a la Corte de Castilla para reclamarla en unas islas, las de Canarias, ya sometidas a una España que entonces estaba todavía en construcción.

La última aportación de lo que podríamos denominar como género en sí mismo de la literatura que se escribe en y desde Canarias, la guanche por uniformar a los diferentes pueblos que moraban en las siete islas, es Atis Tirma (Baile del Sol, 2021), relato que firma Ulises Martín Hernández, y que se centra en la conquista de Gran Canaria, una historia trufada de grandes batallas, héroes y traidores que en manos de un escritor con entusiasmo es un material excelente para construir una novela. Y Ulises Martín lo consigue, escribir una buena novela sobre aquellos hechos situando al lector en unos años fundamentales para el archipiélago en el que vivo, tejiendo una tupida red de relaciones entre los protagonistas ficticios y reales que intervienen en el libro. Libro que, entre otros de sus aciertos, está la forma en que ha escogido su autor para contar la historia, un tiempo presente que revive unos días que han quedado sepultados por la leyenda.

Atis Tirma nos transporta desde las oscuras tabernas de cualquier ciudad portuaria del sur de la península a una isla, la de Gran Canaria, en permanente estado de ebullición con el desembarco de tropas que se preparan para su conquista. Entre esta tropa de desalmados se encuentra un isleño, Juan Mayor de nombre castellano, que sirve de traductor a ese ejército en el que anida la discordia entre unos y otros mientras en las montañas se refugian para la batalla los hombres de Doramas, Adargoma y Bentaguayre, entre otros.

La novela presta especial atención a uno de los personajes más interesantes de aquel conflicto, Fernando de Guanarteme, al mismo tiempo que la acción se bifurca en varias direcciones que no necesitan confluir en un final que, los interesados en la Historia de Canarias y en concreto de la Historia de la conquista de Gran Canaria, conoce de sobra.

El material que me llama más la atención de la novela de Ulises Martín es que retrata el carácter de los hombres que vinieron con el espíritu de conquista. También el de los canarios que supieron ver en aquel ejército formidable el fin de un mundo y el comienzo de otro. Mestizo, en el que se combinó el ingenio de unos con la fuerza de los otros.

No se trata así de una novela que ensalce a los canarios, a los primeros habitantes de la isla, ni a los conquistadores que vinieron para someterlos sino de equilibrar los bandos y mostrarlos con agradecida distancia, como si la voluntad del autor fuera la de contar aquella conquista con vocación de cronista.

Se trata de un periodo tan apasionante, el sometimiento de todo el archipiélago por aquel reino que vino de Europa y que ya comenzaba a acariciar la idea de crear un imperio, que se agradecen las páginas de Atis Tirma para confirmar una vez más que Canarias es resultado de todo un largo y laborioso proceso de mestizaje y que, como dijo alguien de cuyo nombre no quiero ahora acordarme, los vientos de la modernidad son resultado siempre, siempre, de esa mezcla, mezcla que procede siempre, siempre, del sur. En este caso, de más allá del sur de Europa.

Sí que hubiera agradecido al final de la novela, una novela basada en hechos reales, una nota histórica que aproximase a través de su dictado unos hechos que forman parte ya de la identidad del archipiélago canario. Unas notas donde el autor justificase algunas de las licencias que se ha permitido a la hora de escribir el libro. También para corroborar que en casi todo momento ha intentado ser lo más aproximado posible a lo que se conoce del sometimiento sangriento de una isla de la que partirían más tarde las expediciones militares que condujeron a la conquista de La Palma y Tenerife, y que fueron capitaneadas por un hombre que contribuyó a la batalla de la de Gran Canaria, Alonso Fernández de Lugo. Un personaje que por otro lado está pidiendo a gritos una biografía que permita a los lectores, pero sobre todo a los lectores canarios, conocer al hombre más allá de las ambiciones que pudo hacer realidad en vida.

Se trata en definitiva Atis Tirma de una excelente novela sobre un capítulo fundamental de la Historia de Canarias, uno de esos libros que como me sucedió con La señora Beatriz de Bobadilla, señora de Gomera y Fierro, de Carlos Álvarez, hacen viajar al lector a un mundo en declive y al surgimiento de otro. Ese otro del que venimos los que habitamos estas islas abandonadas de la mano de los dioses.

Saludos, leímos, leemos, leamos, desde este lado del ordenador

Escribe una respuesta