Los días de mercurio, una novela de Alexis Ravelo

“Esa es la última gran hijoputada que le hago a este país de mierda, que tuvo todas las oportunidades y todas las estropeó por el miedo; este país putrefacto y hediondo donde la gente solo es capaz de colaborar para hacer el mal; este país infecto al que la tierra debería tragarse para borrarlo del mapa y de la historia, con sus beatas, sus meapilas y sus burgueses cobardes, sus caciques abusones y sus ignorantes lamebotas”.

Los días de mercurio, Alexis Ravelo (Alrevés, 2022)

La consolidación del grancanario Alexis Ravelo (1971) como uno de los grandes nombre del género negro y criminal en este país ha logrado algo que todavía resulta raro en el mundillo editorial español, y es que una misma editorial, la barcelonesa Alrevés, esté reeditando la obra anterior de un escritor que, estoy seguro, cuando publicó sus primeras novelas no imaginaba ni en el mejor de los sueños el éxito que su producción literaria iba a tener no solo en el ámbito insular ni regional sino también nacional y en algunos países europeos donde sus novelas negras han sido traducidas.

Esta recuperación de la obra de Alexis Ravelo, de cuando empezó a asomar la cabeza en la editorial granacanaria Anroart, incluye en Alrevés las novelas que solo se conocían en las islas protagonizadas por Eladio Monroy y, ahora, Los días de mercurio que, como advierte en una nota que incluye la reedición, se trata de la más breve de sus novelas pero también de “una de las pocas que no está escrita en el español de Canarias”.

Entre los que conocen la obra del autor de La estrategia del pequinés, que fue el libro que lo catapultó y con justicia al escenario negro y criminal español, y Los días de mercurio (novela que forma parte con La noche de piedra del díptico La iniquidad) media un arco temporal lo suficientemente grande, doce años, para conocer algunas de las constantes pero también mucho del lastre que el escritor se ha ido desprendiendo a medida que evolucionaba en su escritura. Es decir, que si se lee ahora Los días mercurio el iniciado descubrirá una novela de Ravelo sí, pero de un Ravelo digamos que primerizo, que todavía balbucea y en el que se le nota muchas de las influencias del género negro, sobre todo del norteamericano en su edad dorada.

Explica el mismo Alexis Ravelo que Los días de mercurio nació como un homenaje a James M. Cain, responsable entre otros títulos de El cartero siempre llama dos veces y Pacto de sangre, esta última adaptada al cine por Raymond Chandler con el título en español de Perdición (Billy Wilder, 1944), que sigue siendo una gema del cine criminal. Cain, al que se le debe haber si no descubierto, manejado muy bien el personaje de la vampiresa o femme fatal, centró sus historias en relaciones tormentosas y muy sexuales que suelen desembocar en brutales asesinatos de un tercero que suele ser el marido en la mayor parte de los casos.

Ravelo sigue este ejemplo solo que adaptándolo a su peculiar y bronco universo, si bien pone el acento en el sexo y la violencia, polos que desencadenan una tormenta en una novela que, estructurada en dos tiempos narrativos distintos, primera y tercera persona, y capítulos muy cortos, se lee sin que uno apenas se de cuenta que está llegando al final. Un final que promete alguna que otra sorpresa.

Los días de mercurio transcurre en una localidad que no se determina geográficamente aunque puede estar situada en un pueblo perdido del norte de España. La acción se desarrolla durante la postguerra, así que los personajes que habitan esa aldea donde se hace realidad el dicho de pueblo chico, infierno grande, hace que flote en sus páginas una sensación de alta tensión, de que algo inevitablemente terrible va a ocurrir…

Este universo, que el escritor grancanario retomó este año con Los nombres prestados, resulta creíble, así que a estos escenarios se debe en gran parte la solidez de un relato que como Los días de mercurio más que a James M. Cain me evoca la literatura de otro de los grandes de la novela negra norteamericana, Jim Thompson. Y no solo por un estilo que parece que está escrito a balazos (frases cortas, diálogos cruzados que parecen obra de un dotado artista de la cimitarra) sino por dar tanta prioridad a un paisaje que sitúa esta novela en los territorios del “noir” rural. Un “noir” además particular ya que define no solo una geografía sino también a brochazos el carácter de sus protagonistas.

Como en libros posteriores del escritor granacanario, la corrupción política forma parte esencial de un libro en el que se denuncian, y con voz alta y clara, explotaciones varias, y saca los colores que hay que sacar a un sentimiento que corroe este país que llamamos España desde hace muchos años: el miedo. Solo el miedo explica los estallidos de violencia salvaje de algunos de sus súbditos.

Recomiendo la lectura de Los días de mercurio no solo a los que conocen la obra del escritor sino también a los que llegan por primera vez a la literatura de Alexis Ravelo, un autor que nos demostró hace ya muchos, muchos años que hay que tomárselo muy en serio.

Saludos, pow, pow, pow, desde este lado del ordenador

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