Historias imaginadas de Canarias, un libro que recoge tres relatos del profesor Domingo Garí

Historias imaginadas de Canarias, de Domingo Garí, reúne tres relatos en los que se proponen situaciones que, tal y como indica el título, son fruto de la imaginación. La clave, sin embargo de este juego, es que los momentos que registran están basados en la realidad, o en lo que la Historia ha impreso como realidad, así que los cuentos, tres historias largas, más la primera que las dos restantes, podrían entenderse así como ucronías que imagina un ¿y si los norteamericanos amenazaran con invadir las islas tras tomar Filipinas, Guam, Cuba y Puerto Rico en 1898? ¿Qué hubiera pasado si se da el primer brote independentista canario allá en la primera mitad del XIX?

Historias imaginadas de Canarias termina con una narración que transcurre en la segunda mitad de los años 70, en plena Transición, y que a mi, particularmente, me ha parecido la mejor historia del libro porque recuerdo (por aquel entonces era un niño) algunas de las situaciones políticas y sociales que describe el autor.

El primer relato del libro, El desembarco, plantea cómo corren los rumores de una posible invasión norteamericana a las islas tras perder España sus últimas colonias americanas y asiáticas. Este rumor se propaga con una velocidad de escándalo en el archipiélago, lo que provoca toda clase de situaciones aunque Domingo Garí es más historiador que escritor, ya que le interesa más el marco histórico en el que desarrolla el relato que los protagonistas que aparecen en él. Esta mirada por arriba de lo que cuenta, casi como si se asomara por la ventana del narrador, le quita mucha fuerza al conjunto de la narración pero no es obstáculo para que se lea con interés, sobre todo porque hace creíble una situación que nunca existió.

Se agradece que El desembarco esté escrito con ironía, una ironía en la que el narrador es un canario “muy español”, para quien “ese… Finley, ah no McKinley” es “un político azuzado por el populacho” que no sabe nada de historia. Al menos de la historia de España. En este caso y si los norteamericanos conocieran algo de España regresarían a los puertos de origen, dice la voz que nos cuenta este relato imaginado que está basado en hechos reales.

El desembarco me hizo recordar una novela, Puerto Santo, de Juan Royo Iranzo, ya que además de desarrollarse en el mismo escenario, las islas bajo la amenaza de una posible invasión estadounidense, cuenta también la historia en clave de humor. Un humor que tira al sainete en el caso de Royo y más a la parodia en el de Domingo Garí.

En el segundo relato se recurre a una leyenda de las islas y más concretamente de la de Tenerife como es la del pirata Cabeza de perro. El pirata Cabeza de perro se titula precisamente la narración y al margen de que esta figura sea real o no, sí que forma parte del imaginario de una isla con todo el feroz atractivo que tiene la figura del pirata.

Su protagonista es Ángel García de Igueste que “cambió en la edad adulta su nombre por el de Cabeza de perro” y más que narrar sus correrías por los siete mares, lo que hace Domingo Garí es plantear un escenario que no tuvo lugar pero ¿y si…? Y este es un libro que plantea, al menos en las dos primeras historias, situaciones que pudieron suceder pero que no sucedieron.

En el relato, su protagonista Cabeza de perro se une a un grupo de insurrectos canarios que exigen la independencia del archipiélago coincidiendo con los brotes separatistas que estallan en todo el continente americano.

“La agitación en el continente americano había llegado a las islas, y las guerras libertadoras acrecentaban la actividad pirática de Canarias”.
Más adelante escribe: “la guerra de independencia en América embriagó a los canarios que pensaban su archipiélago como república, hermanada a la insurgencia antimonárquica”. El barco en el que viajan los rebeldes hacia las islas se llama La libertad y todo lo que parecía imposible puede ser posible en esta historia de hombres de mar y de corazones generosos que aman a su tierra. Una tierra por la que son capaces de perder la vida.

Si estos dos primeros relatos dan una visión de lo que pudo ser pero no fue, el tercero, Un año a toda pastilla, se desarrolla durante la Transición y es el más salvaje. De hecho, ya no se trata de una ucronía sino de contar cómo un estudiante vive su juventud demasiado deprisa con sus colegas. El dictador Francisco Franco ha muerto y con él parece que comienza a desmontarse un sistema que promete un cambio real.

El cuento está salpicado de música de la época y sus protagonistas son un grupo de amigos con mucha marcha. Lo que incluye drogas (porros, anfetaminas y alcohol) y algún escarceo sexual mientras la calle se llena de manifestaciones que la policía reprime con violencia.

El cuento me parece escrito desde dentro, y es por eso por lo que me parece el mejor de los tres. Tres historias que deberían de abrir caminos a posibles ¿y si…? de la historia del archipiélago. De momento, y no conozco otro antecedente, Historias imaginadas de Canarias es el primer libro de esta clase que se escribe en las islas. Plantea dos ucronías y una descripción, el último, que hacen pensar en otros relatos alternativas que planteen Que pasaría si… Lo que nos cuenta hubiera sido distinto.

Saludos, good morning, desde este lado del ordenador

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