Harry Carey Jr., recuerdos de un secundario fordiano

Uno de los más grandes directores del cine norteamericano es John Ford, que solía presentarse como “me llamo John Ford y hago películas del oeste”. Ford, sin embargo, no hizo solo películas del oeste aunque si es recordado entre los aficionados es sobre todo por sus películas del oeste.

Se han escrito numerosas biografías y trabajos sobre el cineasta pero no tantos libros de actores y técnicos que trabajaron a las órdenes de un genio del siglo XX, sí, pero también de un extraordinario manipulador que conservó toda su vida un extraño comportamiento con la gente que quería y con la que quería rodearse en los rodajes. Uno de los hombres que perteneció al estrecho círculo de amistades de Ford, la Stock Company, fue Harry Carey Jr., actor de reparto que llamaba tío Jack al director de Centauros de desierto.

Compañía de héroes
(Cult Books, 2023) son las memorias de Carey Jr., que trabajó en diez ocasiones con John Ford en Tres padrinos (1948); La legión invencible (1949); Caravana de paz (1950); Río Grande (1950); Cuna de héroes (1955); Escala en Hawai (1955); Centauros del desierto (1956); Dos cabalgan juntos (1961); Flashing Spikes (episodio de la serie de televisión Alcoa Presents, 1962) y El gran combate (1964), películas salvo Flashing Spikes, de las que cuenta anécdotas de rodaje y de la amistad que fue forjando con otros actores como John Wayne y Ben Johnson, este último uno de sus mejores amigos y mejor jinete que Harry Carey Jr., así lo dice él mismo en las páginas del libro.

Las memorias fordianas de Harry Carey Jr,, están plagadas de momentos divertidos pero son también una fuente de incalculable valor para todos aquellos que siguen la huella cinematográfica de quien fue uno de sus grandes cineastas. El libro habla también de los hombres y mujeres de los que se rodeó Ford y la extraña personalidad de un hombre que disfrutaba descolocando a los demás y con una capacidad para manipular que en ocasiones resulta muy incómoda.

Carey Jr. no crítica sin embargo los cambios de humor del cineasta, en todo caso se encoge de hombro para decirnos sin palabras que se lo toleraba porque ese y no otro era el carácter de John Ford.

El libro es un acto de entrega y lealtad a su tío Jack, un generoso monumento a un hombre de cine con todas sus letras.

Resulta en este aspecto muy interesante las descripciones que escribe Harry Carey Jr. en torno no solo a John Ford y su manera de trabajar, sino también de mucha de la gente que conoció y que formaron parte de lo que se conoció como la Stock Company, gente entre la que se encontraban John Wayne y Ward Bond (muy emotivo, casi fordiano, el momento en el que describe cómo recibe Ford la noticia de la muerte de Bond) y la importancia que le daba el cineasta a la familia y su pasión por rodar en grandes espacios abiertos con un grupo de personas a los que consideraba amigos de verdad.

La amistad y la lealtad es un elemento que Carey Jr. refleja también en el libro porque la amistad y la lealtad son otros de los elementos que habitan el universo fordiano, muy rico y repleto de matices.

Harry Carey Jr, cuenta que llegó a formar parte de la Stock Company por su padre, Harry Carey, actor que rodó varios western silentes bajo las órdenes de John Ford. Fue Carey senior también el actor en el que se miró John Wayne cuando comenzó su carrera en el cine y así lo demostró y así dejó constancia de su rendida admiración en una de las grandes interpretaciones de su carrera, la de Ethan Edwards en Centauros del desierto, en esa escena que se ve al final y en la que el personaje que interpreta Wayne se lleva uno de los brazos al hombro ante el umbral de la puerta. Este gesto, llevarse el brazo al hombro, era una práctica habitual de Carey senior en sus películas.

El libro comienza con Harry Carey Jr. como actor en Tres padrinos y sigue con La Legión invencible, Caravana de paz, Río Grande, Cuna de héroes, Escala en Hawai, en la que aclara muchas cosas de una película que no es un Ford cien por cien; Centauros del desierto, Dos cabalgan juntos y El gran combate.

Fascinado más por su arte para montar caballos que por sus dotes interpretativas Ford le dio a Carey Jr. y Ben Johnson la oportunidad de encabezar el cartel en Caravana de paz. Explica también la pelea que tuvo el cineasta con Johnson, a quien no volvió a contratar hasta muchos años después, y también con él mismo. En su retrato de los actores que conoció, habla con mucho entusiasmo de James Stewart y Richard Widmark pero no demasiado de Henry Fonda, a quien presenta como el responsable del desencuentro con Ford.

Estos recuerdos desmontan algunas de las leyendas negras que siguen rodeando a Ford y su obra. Una de estas leyendas es su presunto desprecio hacia los indios, lo que es rotundamente falso, escribe Harry Carey Jr. No es falso, sin embargo, el mal carácter que a veces se gastaba el cineasta con los suyos. La mayoría lo dejaba pasar pero otros no. Este fue el caso de Ben Johnson y Henry Fonda.

Compañía de héroes
es un libro que se lee de un tirón porque está repleto de historias que vivió en directo el narrador. Y su voz por sencilla resulta franca y directa. Una lástima que la edición no cuente con imágenes y que la filmografía del actor se reduzca a los trabajos que hizo bajo las órdenes de aquel que se presentó como “Me llamo John Ford y hago películas del oeste”.

La foto 1 corresponde a Tres padrinos, Harry Caret Jr., en medio, está flanqueado por John Wayne y Pedro Armendáriz

LO MEJOR: La cantidad de anécdotas que recoge el libro, muchas de ellas desconocidas

LO PEOR: El hecho de que para su comprensión se requiera conocer el universo western de John Ford

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Escribe una respuesta