Porque una vez existió Dios: Warren Oates

“Porque una vez existió un Dios que se presentó en la Tierra bajo el nombre de Warren Oates”.

Richard Linklater

No creo que mucha gente se acuerde de Warren Mercer Oates (n. 5 de julio de 1928, Depoy, Kentucky – 3 de abril de 1982, Los Ángeles, California) aunque para un puñado de espectadores sea, como dice Richard Linklater, Dios.

A mi me tocó el alma cuando lo descubrí en Quiero la cabeza de Alfredo García. Recuerdo todavía el cine, cine que ya no existe aunque se mantiene el edificio, hoy olvidado por el tiempo: el teatro Baudet.

La película era para mayores de 18 años y yo por ese entonces no tenía 18 años (esto ocurrió en un pasado remotísimo, de cuando los dinosaurios caminaban por la tierra) así que convencí a Diego, amigo de mi padre y portero y acomodador, para que me dejara entrar a ver la película y aprovechando un día laboral, un día en el que la gente no solía ir al cine, me dejó pasar pidiéndome eso sí que la viera en la parte de arriba quizá porque pensaba que los inspectores no subían a la de encima por aquello de las escaleras.

“Cuando subas, ponte en una esquina y agáchate cuando sea el descanso”, me rogó porque se hacía cómplice de ir en contra de la ley. La ley de aquel tiempo en la que un adolescente no podía ver películas para mayores de 18 años. O solo para adultos, como si los adultos tuvieran derecho a un mundo que desconocía pero que tenía que ser fascinante si no te dejaban entrar porque eras menor de edad.

Por aquel entonces, los descansos en los cines de la capital tinerfeña se producían a la mitad de la película. Sin previo aviso. Ahí estabas tú con la boca abierta mirando la pantalla cuando de repente se cortaba la película y se encendían las luces que te devolvían a la cruda realidad.

El caso es que cuando llegó el descanso (es poorbable que durante una de las coinversaciones que mantiene Oates que no es Orate con la cabeza de Alfredo) me agaché e hice tiempo hasta que las luces se apagaron y volvió a encenderse la pantalla…

¿Por qué me gusta tanto Quiero la cabeza de Alfredo García?, pues porque para mi que soy un mindungui Dios/Oates está gigantesco y defiendo a quien quiera decirme lo contrario que es la mejor película de su director, Sam Peckinpah, con quien rodó también Grupo salvaje y Mayor Dundee pero como uno más del reparto.

La otra película donde Oates se hace Dios es Dillinguer, dirigida por John Milius y aquí entre nosotros, ahora que nadie nos lee, muchísimo mejor retro que el Bonnie and Clyde de Arthur Penn, la película que puso de mora todo aquel cine de revival sobre desperados de los años 30.

Dios como Oates está presente además en rarezas tan sugerentes como Gallo de pelea y Carretera asfaltada en dos direcciones, que es el filme donde Linklater vio a Dios. Y uno, aunque no sebía entonces su nombre, lo recordaba como secundario en otras películas, como la fabulosa Carrera con el diablo, que es una película que no sé por qué asocio al verano y que me dio mucho miedito… Y Malas tierras, que todo hijo de vecino tendría que haber visto ya más de dos veces.

El caso es que Oates daba el tipo en cualquier cosa en la que apareciera aunque a mi me gusta mucho como el solitario protagonista de Quiero la cabeza de Alfredo García y ese tío que vive al límite que interpreta en Dillinger.

Como secundario aparece en otras películas, así que igual te lo tropiezas de jovencito o ya mayor si estás viendo películas de los 70 y 80.

Me comentan otros muertos que Warren Oates no para en el cielo, que tiene revolucionado a los ángeles que revolotean por el paraíso. “No para de darle al tequila y de cantar con su vozarrón canciones que hasta los diablos se niegan a tararear! y cuentan, dicen, que a Dios le da igual porque Dios es Warren Oates.

Las imágenes corresponden a

1.- Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969)

2.- Quiero la cabeza de Alfredo García, 1974)

3.- Dillinger (John Milius, 1973)

Saludos, fundimos a negro, desde este lado del ordenasor

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