La otra cara de Hollywood

La publicación de Hollywood Babylon, del cineasta underground Kenneth Angre supuso un revulsivo para la comunidad cinéfila mundial. Por un lado, ésta descubrió con una mezcla de sorpresa y morbo las indecencias en la vida privada de algunas de las estrellas y nos tan estrellas de la Meca del Cine, muchos de hecho hacían en su casa y en privado actividades que la prensa chismosas estaba dispuesta a reproducir.

Sexo, drogas y alcohol es lo que buscaban estas publicaciones sensacionalistas y si en algo coinciden los libros que indagan en estas alcantarillas es para revivir bulos y verdades, chismorreos, falsedades y mentiras repugnantes) pero también revela la explotación a la que fueron sometidos las personas que participaron en hacer películas aunque lo que interesa en este tipo de trabajos es citar los gustos sexuales que en muchos de los casos ya no resultan escandalosos ni humillantes.

Estos trabajos se dedican a reproducir también el lado oscuro de Hollywood, lo que incluye desde espantosos asesinatos que no fueron resueltos como el de Elizabeth Short, aspirante a actriz que tras descubrirse su cadáver espantosamente mutilado fue conocida como la Dalia Negra; suicidios teatralizados, drogas, alcohol y sexo mucho sexo.

Entre los últimos libros que nos llegan para recordarnos las indecencias de la industria se publica Maldición y malditos en Hollywood. Glamour y tormentos indivisibles, de Patricias Prida, volumen que recoge en nueve capítulos algunos de los episodios más escabrosos que se han producido a ese lado de la costa oeste de los Estados Unidos.

El volumen comienza con la frustrada carrera de la actriz Peg Entwistle, tristemente famosa por poner fin a su vida lanzándose al vacío desde la letra H del cartel de Hollywood que se encuentra en una de las colinas que rodean a la ciudad. La autora no cuestiona ni moraliza sobre las circunstancias que llevaron a Entwistle a matarse, y en un alarde de concisión narra los últimos días de una mujer que vivió más que los sueños la pesadilla de la Meca del Cine.

En el segundo capítulo se repasa el espantoso final de la actriz Linda Darnell y también el de Martha Mansfield. Cierra este segmento los últimos días del actor William Holden que falleció por accidente. Maldiciones y malditos en Hollywood no ofrece demasiadas historias escabrosas nuevas pero nunca viene mal refrescar la memoria si se conoce su ilustre precedente, Hollywood Babylon.

Las páginas siguientes del libro presenta, no iba a ser menos, el caso de Elizabeth Short, un espantoso crimen no resuelto, así como los brutales asesinatos de la actriz Sharon Tate y los amigos que estaban con ella cuando su casa fue invadida por miembros de La Familia, la secta que lideraba Charlie Mason.

Nos cuenta también el triste final de la estrella rubia platino Jean Harlow, ya en los años 30 y continúa con el capítulo que a mi, personalmente, me ha parecido más atractivo del libro como es el titulado Jack Parsons y Marjorie Cameron: el ingeniero siniestro y la mujer escarlata, más que por su sordidez, por lo que aporta en torno a las conexiones de Hollywood con el mundo de la magia negra, universo al que el especialista Jesús Palacios dedicó un más que estimable volumen, Satán en Hollywood.

El trabajo de Patricia Prida incluye también la relación que hubo entre el actor James Dean y Vampira, una estrella de la televisión. Diosas rubias platino, tragedias y páginas del Playboy así como otros asesinatos sin resolver, finales truculentos y escándalos sexuales y, por supuestos, rodajes condenados y películas malditas son otros de los enunciados de este libro.

Maldiciones y malditos en Hollywood no va a proporcionar demasiada información al que gusta de este tipo de literatura, obras que alimentan el morbo, caldo de cultivo para el chismorreo, pero sí que convencerá a los lectores que buscan precisamente eso mismo, morbo y chismorreo.

El caso es que conocer algunas de esas interioridades no va a empalidecer la carrera de todos ellos en el cine. Y el libro, en este caso, sirve para refrescar la memoria y para que se crea que los ricos también lloran. cuando lloran como los que no son ricos.

Maldiciones y Malditos en Hollywood es un libro de pocas páginas, no llega a las doscientas y no incluye imágenes, que siempre sirven para ilustrar de los personajes que se mencionan. Su bibliografía resulta también muy poco extensa. Avisado que entonces quien abra sus páginas y sea iniciado en los escándalos de Hollywood, el libro refresca casi todas las situaciones, situaciones que son por otro lado ya conocidas por el iniciado.

Para aproximarse a las tinieblas de la Meca del Cine pero desde una perspectiva desenfadada y con mucho de espíritu provocador y polémico destacaría Servicio completo de Scotty Bowers, que es el material en el que se basó muy por encima la serie Hollywood que hace unos años se pudo ver en Netflix y en la que Dylan Mcdermott interpretaba a un personaje, Ernie West, descaradamente basado en Bowers. Otro título, la biblia del cotilleo oscuro de Hollywood, Hollywood Babylon, del escritor y también cineasta Kenneth Anger.

LO MEJOR: Que en las entradas que aparecen en los nueve capítulos del libro se informe. Y se informe periodísticamente, sin tendencia a criticar ni a moralizar los comportamientos de sus ilustres pero también desgraciados protagonistas

LO PEOR: Que no incluya fotografías de los protagonistas del libro y una bibliografía que pedía algo más de extensión. Me gustaría conocer también cuál fue el criterio que siguió la autora para incluir a unos y dejar fuera a otros inocentes y crápulas de Hollywood

Saludos, ahora solo quedan cenizas, desde este lado del ordenador

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