Los giros del destino, una novela histórica sobre la conquista de Gran Canaria de Mariano Gambín

Tras doce novelas dedicadas a Ariosto y compañía y con signos visibles de continuar con los personajes que debutaron hace ya unos años en Ira Dei, la madre de todas las batallas, el abogado e historiador Mariano Gambín da un giro de noventa grados en su producción literaria para abordar ahora la novela histórica con un hecho que conoce muy bien como fue la conquista de la isla de Gran Canaria.

Bajo el título de Los giros del destino (Oristán, 2023) lo que se presumía un atractivo relato sobre este hecho transcendental para el archipiélago canario no termina de redondearse por sus ambiciones. El lastre era demasiado denso y sus dimensiones colosales: resumir casi tres décadas de Historia en unas 600 páginas que podían haber sido el doble si se hubiera aumentado el cuerpo de la letra.

Con todo, el esfuerzo titánico ha valido la pena. La recreación de época está muy conseguida y en la novela aparecen prácticamente los protagonistas principales, europeos y canarios, que participaron en aquel capítulo de la Historia. Un capítulo que si se ve desde nuestro tiempo adquiere significados en los que se mezclan épica y bajeza aunque como ya se sabe cualquier mirada al pasado está deformada por la leyenda. Y leyenda, lo que es leyenda, poca es verdad que hay en este libro que ha procurado –y así lo explica Gambín en una nota final– aproximarse fielmente a lo que registran las crónicas y la Historia sobre el enfrentamiento entre canarios y conquistadores. Esta fidelidad resulta a la postre un poco como de bache ya que deja menos espacio a la ficción.

El protagonista de Los giros del destino es un personaje (como otros tantos) resultado de la imaginación del autor pero no tiene demasiado peso protagónico en el libro ya que lo que le interesa a Gambín es novelarnos ese pedazo de la Historia de Canarias más que las contradicciones que lleva dentro Lorenzo, el protagonista, un hombre de “orígenes oscuros” a través del cual se invita al lector a adentrarse en el relato.

Lorenzo se disuelve pronto en los distintos fragmentos que arman como un rompecabezas el libro. Casi pasa a ser una sombra en la novela que cuenta el antes, durante y después de la conquista de Gran Canaria en orden cronológico. Comienza en 1469 y termina en 1483. Un amplio arco temporal que maneja con soltura de historiador el autor de El círculo platónico.

A todo esto se suma una enorme galería de personajes reales que participaron en la conquista. Los personajes reales resultan así más próximos e interesantes que los ficticios quizá porque uno conoce algo de la existencia de la mayoría de ellos como Alonso Fernández de Lugo (me pregunto las razones que no se haya escrito aún una biografía rigurosa sobre este sujeto) pero agradezco que no haya estatuas en las dos islas que conquistó que lo recuerden. Fue un producto de su tiempo, y como tal manejó con habilidad tácticas basadas en la mentira y en la traición, algo muy común ahora y entonces. Otro personaje real que aparece en Los giros del destino es Beatriz de Bobadilla, que cuenta por cierto con una excelente novela biográfica de Carlos Álvarez. Otros personajes “reales” que reviven en la novela son Pedro de Vera, Doramas, Bentejuí hasta llegar a los mismísimos Reyes Católicos, entre otros.

Mariano Gambín juega con estos y otros elementos y es tal la riqueza de escenarios, personajes, acciones que obliga a una lectura atenta para no perderse entre tanto nombre. Consciente de ello, el autor añade un quién es quién para recordarle al lector quién es quién.

Todo este edificio, montado con habilidad aunque con zonas algo inestables estructuran la arquitectura del libro, de este voluntarioso y sacrificado intento de novelizar la conquista de la isla de Gran Canaria.

De momento, soy de los que espero que Los giros del destino funcione y tenga el recorrido que se merece entre los lectores ya que si es así, tendrá continuaciones. Novelas en las que Gambín narrará en esta misma clave la conquista de La Palma y Tenerife, en las que intervino como capitán ese Alonso de Lugo que necesita de una biografía en la que podamos verlo con perspectiva histórica. De hombre, ya se dijo, producto de un tiempo que no tiene nada que ver con el nuestro.

Leo Los giros del destino no como una novela histórica sino como un libro de historia novelizada que está escrito para toda clase de públicos. Se aprende historia y se conocen a los hombres y mujeres que participaron realmente en aquella epopeya. La portada del libro ya anuncia que esta empresa no resultó nada fácil y que costó numerosas víctimas en ambos bandos.

El interesado por la Historia, con H mayúscula, va a encontrarse con un libro notable, que resume en cada uno de sus capítulos la compleja organización con que se financió y armó la conquista de este diminuto archipiélago atlántico. Incide también en el choque de culturas de ambos mundos. Los miedos y las sospechas con que fueron recibidos los extranjeros por los que ya vivían en estas islas rodeadas por el plácido mar de la ignorancia hasta ese entonces.

Es loable el esfuerzo que ha hecho Mariano Gambín en Los giros del destino pero no dejo de preguntarme qué hubiera resultado si el escritor hubiera apostado más por la ficción y menos por el siempre constreñido corsé de la Historia. De lo que se sabe de aquellos hechos que significaron la derrota de una “raza que nació en la Historia para vivir en la leyenda”.

LO MEJOR: El esforzado trabajo de reconstrucción histórica, la obsesión por no caer en maniqueísmos tan del gusto de nuestra literatura guanche

LO PEOR: Que la ficción de Mariano Gambín se diluya entre tanto personaje histórico y escenario, que van desde la península ibérica a las islas Canarias

Saludos, érase una vez…, desde este lado del ordenador

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