Richard Lewis, un millón de gracias por los servicios prestados

Richard Lewis me sonaba de haberlo visto en películas pero ignoraba que era muy popular en los Estados Unidos por sus monólogos de humor y por interpretarse así mismo en Curb Your Enthusiasm, creada por Larry David, a quien los dioses tengan en su gloria porque ha conseguido en sus doce temporadas, la última ya se puede ver en HBO, logró lo que pensaba era imposible, que sobrepasara a Senfield, de la que David fue co-creador y que es otra de esas series que me han hecho feliz esta existencia cada día más extraña.

Como les contaba, Lewis hacía de sí mismo en este prodigio de la comedia televisiva y servía de cómplice –a veces– a las humoradas, crueles y lo siguiente, de Larry David, que también se interpreta a sí mismo, deformando hasta extremos imposibles un carácter que en la ficción resulta sencillamente terrible.

He disfrutado durante estas doce temporadas del trabajo de Lewis, entre otros actores que acompañan a David en el show, y las bromas (algunas brutales) que le lanzaban a nuestro hombre deberían de figurar en una enciclopedia sobre el arte de hacer reír. Y hacer reír provocando, sí, pero también que como espectador uno dejara de tomarse las cosas tan en serio con una carcajada.

En cada episodio de Curb Your Enthusiasm, el físico de Lewis se iba deteriorando. En la serie se dice que superó una alcoholemia que castigó su vida durante varios años pero ignoro si el actor y el humorista tuvo que luchar y vencer contra la bebida. Fuera sí o no, lo importante es que Richard Lewis se convirtió en alguien de mi familia gracias a esta serie de humor demoledora.

Son muchos los momentos que permanecen congelados en mi memoria en los que aparece Lewis para jugar, porque lo que hacen es jugar más que interpretar en este ya clásico de la televisión, con David o con cualquier otro actor que interviene en esta saga a la que le debo tanto.

Así que enterarme del fallecimiento de uno de los miembros de tan extraordinaria familia me ha cogido (pasa siempre con la muerte) desprevenido, y de ahí la necesidad de rendirle un modesto homenaje en este su blog aunque estoy seguro que él hubiera preferido otra cosa. Otra cosa como por ejemplo que contara un chiste aunque tengo la misma gracia que una mojama.

En fin, Richard Lewis, que estas líneas iban y van por usted. Hoy, estoy seguro, deben de estar muy tristes en la casa de Larry David aunque conociendo a este genio del humor lo más seguro es que esté haciendo un chiste, una broma retorcida, en recuerdo del amigo, del extraordinario humorista que fue Richard Lewis.

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