Tipos de toletes

INTRO

Rosi me hace llegar este documento, pero antes me regala una caja de galletas danesas, que abro y que devoro con una taza de te. Rosi, que se sienta delante de mí, me cuenta entonces que en los últimos carnavales, disfrazada de diablesa, se topó a la altura del Platillo Volante con un tipo disfrazado de ángel. Un ángel que pretendió meterle mano, aunque Rosi defendió su honor, asegura con pose de princesa Guayarmina.

Tras la trifulca –que ese Carnaval se olvidó con la misma rapidez que una piedra de hielo se disuelve en un vaso plástico con ron de garrafón– y llegar a su casa se encontró entonces en el bolsito colorado que alguien dejó “por casualidad” la siguiente tipología que, ahora que lo pienso, solo puede obedecer a una mente ociosa y algo enferma.

A un hombre o a una mujer aburridos y que no tiene nada mejor que hacer.

Rosi se ríe y mientras me entrega el papel no deja de repetir cómo le sorprenden “las artes”, dice “artes” y no otra cosa, de los papanatas….

TIPOS DE TOLETES

EL CULTO.- Ese que escribe solo a gente (no lectores) cultos. No me atrevo todavía a preguntar a qué se refiere con eso de gente (no lectores) cultos.

EL NARCISO.- Al que le encanta salir en la foto. O estar en todas partes, siempre figurando. A fuerza de dejarse ver, casi todo el mundo lo reconoce que no es lo mismo que conoce.

EL POSTURAS.- El que hace ver que está consagrado. Y es sensible, eso dice, al efecto que produce (¿?). Como en botica, existen varios tipos aunque destaca el que simula que todo se la resbala y el que parece que se toma todas las cosas en serio. Ni uno ni otro resuelve nada.

EL MERCENARIO.- El que escribe porque es su trabajo. Apenas come pero sí que deja comer y gruñe, pero con el estómago porque suele tenerlo vacío. Y el estómago, ya se sabe, es la antesala del alma.

EL POLÍTICO.- Se dice de aquél que tiene la capacidad de adaptarse a cualquier circunstancia. También del político que, tras finalizar su carrera se ha reciclado en otra cosa o permanece en la tumbona del servicio público siendo consciente de que aún le quedan tres padresnuestros. En ambos casos, lo suyo, ahora, es escribir.

EL FESTIVALERO.- En esta categoría pueden entrar los que gustan de organizar festivales y perder la piel en ellos, todo sea por el mambo, o aquel que no se pierde un encuentro porque es una ocasión para conocer gente. Gente con los mismos intereses y gustos, sobre todo cuando toman juntos copas en la barra (a veces libre) del bar.

EL PROGRE.- El que responde a este tipo mantiene un gran activismo político. Hace causa y no se pierde una manifestación ni el entusiasmo por agitar e intervenir en las redes sociales. Por norma, suelen estar a la contra de la mayoría, porque la mayoría son rebaños de cabras y de pensamiento plano o totufo. En las distancias cortas son igual de pesados que en las largas y, eso sí, cuidadín con todos ellos porque cuando huelen sangre hacen unión. Se despedaza mejor en comunidad, más si se trata de un apóstata.

EL FACHA.- En contra de lo que parece, sí que cuenta con las mismas características del progre aunque en el caso de El Facha grita ahora y no se cansa de repetir a los cuatro vientos que es víctima de una persecución. Y esa presunta persecución de la que es objeto le permite, según su parecer, repartir cachetones a diestro y siniestro en nombre de la Libertad de Expresión.

EL FOLCLÓRICO.- Los tiempos cambian y esta subespecie sobrevive gracias a su caparazón, que casi los hace invencibles. Se adaptan, además, muy bien a los tiempos que corren. Y todo en nombre de la tradición.

EL PAISANO.- Dice que solo consume lo que produce su tierra. Yo no me lo creo.

EL RENEGADO.- El que desprecia cordialmente lo que produce su tierra. En este caso, sí que me lo creo.

EL JAMESJOYCE DEL CARAJO.- El que escribe y no se le entiende una papa. Lo llama, con presunción, literatura que experimenta o, en otros casos, divertimentos literarios. Pero seamos francos, sus libros que ya son de naturaleza indigesta, no son resultados de una temprana y equivocada lectura del Ulises de Joyce.

Otro día, si nos animamos, continuamos sacando otros tipos de esta tan extravagante lista.

Saludos, permanezcan en sintonía, desde este lado del ordenador.

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