‘Vampira’ es inmortal

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Comienzo  la semana con una reseña dolorosa que, una vez más, pasa desapercibida para la cada día menos aguda prensa local: la noticia del deceso de Maila Nurmi, más conocida entre todos los aficionados de bien del cine fantástico y de terror de todos los tiempos como Vampira.
Convertida en un Icono de género e imitada hasta la saciedad por numerosas aspirantes a ocupar su lugar, entre ellas la olvidable Elvira, creo que muchos no le vamos a perdonar que nos hiciera creer que era inmortal cuando nos dejó solteros y sin novia a la edad de 86 años.
Su personaje, Vampira, con el que presentó un programa de cine de terror en la televisión norteamericana de los años 50, está claramente inspirado en las tiras cómicas de La familia Addams, que dieron con posterioridad origen a una de las mejores series de televisión de todos los tiempos, La familia Addams, protagonizada, entre otros, por la encantadora Carolyn Jones y el gran John Astin. Sin embargo, cosas de la vida, si Vampira es hoy recordada por legión y legión de aficionados es por su aparición, apenas unos cinco minutos, en Plan 9 from outer space (1959) de Ed Wood, estrafalario cineasta que hoy ocupa el dudoso honor de encabezar la lista del peor director de la historia del cine.
Tim Burton le rindió justo tributo a Wood en una película inspirada en su excéntrica vida, donde repasa, entre otras cintas, el rodaje de Plan 9 del espacio exterior. La película original, que he tenido la suerte de ver la semana pasada, no deja de ser una simpática payasada de extraterrestres que resucitan a los muertos para conquistar la Tierra, con platillos volantes de fabricación casera sobrevolando Hollywood. Los diálogos son deliciosamente estúpidos, apenas cambia de escenario y recurre a imágenes de archivo, entre otras, las de un cadavérico Bela Lugosi que murió días antes de que comenzara este monumento cinematográfico a la improvisación.
No creo que Vampira le hiciera mucha gracia trascender este mundo siendo recordada por su breve, pero descacharrantemente intensísima intervención en esta película, pero pese a todo, merece de nuestro reconocimiento como fanes fatales. Su larga cabellera negra (aunque al parecer era rubia natural) y su cintura de avispa no deja de despertar extrañas lecturas en mi cerebro y en otras partes de mi anatomía a pesar del tiempo pasado. Claro que quizá se deba a que si bien los caballeros las prefieren rubias al final se casan con las morenas. Eso al menos decía mi por otra parte también admirada Anita Loos.

Descansa en paz, Maila Nurmi, pero vive entre nosotros Vampira.  

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