La Cultura no vale para nada

En tiempos de crisis (aunque la verdad, y tampoco) el área más castigada por los organismos oficiales que gestionan nuestros recursos siempre es la Cultura.

La Cultura, con C mayúscula no da para comer. Esas voces, sin embargo, se equivocan una vez más. La Cultura sí da para comer, alimenta el cerebro, estimula las ideas, suscita el debate, te obliga a abrir los ojos cuando las necesidades te rodean, como una caravana de colonos por un ejercito de pieles rojas en una película del viejo oeste. Tengo así la sensación de que no les interesa a quienes le conviene que su gente se ponga a pensar. Porque deben de saber que el que piensa es un individuo potencialmente peligroso, por eso me resulta extremadamente doloroso que a nuestros políticos, a nuestros representantes públicos, se les llene la boca soltando las mismas frases tópicas de siempre: en tiempos de crisis hay que apretarse el cinturón, y donde primero se tiene que apretar el cinturón es en esa cosa que llaman Cultura. No da dinero, no genera puestos de trabajo. Y hoy vivimos tiempos de prioridades, es su razonamiento.

A mi se me va el alma por los pies. Porque en el reparto de las ya no tan generosas subvenciones, éstas seguirán repartiéndose entre los de siempre, que son esos hombres y mujeres que han logrado el admirable (pero no sé si respetable) beneficio de vivir de la Cultura. Y con uñas y dientes se agarran a la palabra hoy convertida en palabreja para desespero de culturos y culturetas, artistas y artisteos que no han tenido la inteligencia y sí la dignidad (que también) de vivir de ella. 

No son buenos tiempos para la Cultura en Canarias. Aunque quizá sea cierto que nunca fueron buenos tiempos para la Cultura en este archipiélago abandonado de la mano de Dios, hoy más cautivo y desarmado que nunca. Salgo a la calle, paseo por las ramblas y me pregunto cómo diablos hemos llegado a esta siniestra situación. Somos unas islas de plácida ignorancia, y seguiremos siendo islas plácidamente ignorantes porque hemos acatado la ley que impone el famoso silencio de los corderos. Aquí despunta quien se lo sabe hacer mejor tras la trastienda, el que tiene talento suele emigrar a otros territorios… El que se queda y es fiel a sus convicciones está condenado a la marginación.

Alguien me dice que, dentro de lo que cabe, esto de la crisis quizá sea positivo para el sector. Pero no me lo creo. Razona quien me lo dice que por lo menos se estimulará a la creación canaria, y no suelto la risa porque aprecio a esa persona. ¿Estimular qué? Aquí no se estimula nada si no llevas colgado en el pecho una medalla, un pin que acredite tus simpatías por una u otra causa. Los independientes, los rabiosos, los airados, los que aún piensan que la Cultura es un arma de futuro lo tienen claro. A la puta indigencia. A callar sus bocas revoltosas. Nadie quiere oír reflexiones críticas en tiempos de crisis y cuando no hubo dichosa crisis.

Me entra escalofríos, y siento hoy más que nunca la condena de vivir en unas islas; territorio acotado, pueblo chico infierno grande. Miro a un lado y al otro, y pese a que sé que aún quedan oasis, algo me dice que pronto tampoco quedará nada de ellos. Todos ellos, nosotros, estamos al borde del abismo.

Y sólo saben decirnos que nos apretemos el cinturón. O lo que es lo mismo, que no pienses, que no ladres, que te mutiles voluntariamente la lengua si quieres vivir en ese infierno que se avecina. Pese al frío, las llamas ya han devorado a muchos conocidos. Los mezquinos, mientras tanto, se resguardan en sus cuarteles de invierno. En esta tierra donde todo cambia para que no cambie nada, parece que quieren obligarnos a creer que la Cultura nunca ha servido para nada.

Me resisto a caer en la trampa.

Saludos frustrados y frustrantes a este lado del ordenador.

No Responses to “La Cultura no vale para nada”

  1. Azpilicuete Says:

    No puedo opinar. Todo va contra mí. Y si no hablo, también. Bien claro te lo dejé ante un café con leche que al final me lo bebí frío por contarte tantas cosas.
    Hoy mismo, tras el amanecer de San Valentín recibí un correo que, directa o indirectamente, viene a decir que es mejor que me calle, por lo que, dicho de otra forma, de aquí en adelante mi boca sólo se abrirá para recibir besos.
    Amigo Eduardo, yo me rindo. Los fantasmas están en todas partes, igual que los políticos. Y la cultura, nuestra cultura, en el fondo del mar. Que la vaya a rescatar el que sepa bucear. Yo no sé -ni nunca me ha dado por practicar- el estilo mariposa.
    Uno que se despide de la cultura.

  2. editorescobillon Says:

    Aquí no es cuestión de nadar. Aquí es cuestión de flotar, y cuanto menos te muevas, mejor.

  3. Eve Harrington Says:

    Si no fuera por la mediocridad que nos rodea, sí que nos mereceríamos el apelativo de Islas Afortunadas. Lo tenemos todo para desarrollar una cultura propia, singular, vanguardista…Pero es frustrante comprobar que la cultura se sustituye por bocadillos de mortadela. Santa Cruz Más Muerta.

  4. Ricardo Says:

    A qué cultura te refieres, Eduardo, a la que sale en los medios de comunicación, a la de los que siempre están en las listas de los llamados a participar en las actividades organizadas por las administraciones públicas, a los que están vinculados a la Universidad…

    En Canarias hay gente muy válida que sigue trabajando sin necesidada de ser popular o reconocido. Gente que, poco a poco va logrando tener una obra contundente y de vanguardia, de la calidada de cualquier otro artista europeo. Esos que no necesian que le den una s¡ubvención para motivarse y ponerse a trabajar, porque la cultura no tienen que ver con los recursos materiales que uno tenga, sino con los conocimientos, la voluntad y la creatividad.

    Vamos, que el creador, crea, sin necesidad de que las circunstancias que le rodean le apoyen o no.

    ¿Por qué no nos preocupamos por conocer a ese grupo de artistas canarios que están ahí, a su bola, con ideas propias y resultados de calidad?

    Quizás, lo que nos hace fata es tener criterios suficientes para reconocer a los que no aparecen en los medios. Quizá también deberíamos conocer lo que pasa en otros lados, para valorar la creatividad de hoy,porque si no nos vamos a quedar siempre con Gaceta del Arte y Cia.

    Y, sobre todo, nos haría falta un poco más de objetividad, para valorara lo nuestro con los mismos criterios con lo que valoramos lo de fuera. Aquí, como todos nos conocemos, lo que manda es el grupo con el que te relacionana. Miremos, por una vez, a los solitarios. Estén donde estén, Muchas veces nos vamos para conocer mundo y no para huir de un lugar en el que no podemos medrar. Nos sorprenderemos!!!

  5. Cautivo y desarmado Says:

    Magnífica pieza, Don Eduardo. Pero como señala el comentario de Ricardo, una crisis es siempre una oportunidad. Quizá, sólo quizá, todo esto sirva para quemar el mundo antiguo, y ver nacer uno nuevo.

  6. editorescobillon Says:

    Respecto a lo de quemar el mundo antiguo por uno nuevo no sé, siempre me imagino a Nerón tocando el arpa mientras arde Roma. Ese Nerón con cara de Ustinov en la emblemática Quo Vadis? Pues eso, Quo Vadis, Cultura?

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