¿Qué me está usted diciendo del libro electrónico?

Intentan convencerme de que el futuro está aquí. Y cuando escribo lo de futuro me refiero a los visionarios que anuncian que el libro electrónico terminará por imponerse al libro tradicional. Y uno, que en esto es un confeso reaccionario, se resiste a creerlo. Aunque resistirse ante el avance y el progreso, ante la innovación y todas esas cosas, es una batalla condenada generalmente al fracaso.

Pese a todo, soy consciente de que asistimos a los albores del final del libro de papel, así que contemplo los ejemplares que tengo en la modesta biblioteca de mi mansión, todos ellos religiosamente adquiridos o fruto de regalos con el paso del tiempo y sufro un mareo. Sufro un mareo porque pienso que el destino que les espera a todos esos amigos, algunos de ellos excelentes, cuando ya no me encuentre en este sendero que es la vida terminarán convirtiéndose también en cenizas. Si hasta en eso son leales, los condenados. 

La resignación es la palabra que mejor define mi estado actual con respecto al libro electrónico. Resignación porque soy consciente que una vez los que nos hemos acostumbrados a leer libros acariciando sus solapas, dejándonos contaminar por su olor y a pasar sus páginas (ese sonido delicado que rompe el silencio de la soledad que envuelve a cualquier lectura) desaparecerán como tontas emociones con el dichoso libro electrónico. Entonces será algo que ya no está de moda, una cosa más de viejos, en definitiva.

No he tenido aún la oportunidad de tener entre mis manos un libro de estas características, pero conocidos que sí han podido manejarlo me hablan maravillas de un invento que, para que voy a mentirlas, me provoca algo de miedo. Y miedo es una palabra que en mi diccionario va muy vinculada a asco. También es verdad que solemos aterrarnos por todo aquello que no entendemos, y el libro electrónico, con lo que significa de progreso, quizá provoque estos y otros sentimientos encontrados. Ya dije al principio que soy un reaccionario con el libro. Un fetichista con los libros. Un comprador compulsivo (cuando la economía lo permite) de libros. Sean en librerías o rastros. Me fascinan esos objetos que guardan tantos tesoros bajo sus tapas. Sé que es una cursilería lo que intento describirles con palabras, pero esto es lo que pienso y lo que siento. Más o menos.

Quizá el libro electrónico genere otro tipo de relaciones con el lector, pero eso sería adentrarnos en los territorios de la especulación. Como especular es la de suponer que al igual pasó con la música y el cine, será también objeto de acto piráticos… En fin, que una vez que se imponga, porque se impondrá, el libro electrónico promete tantas posibilidades que ya me dan hasta dolores de cabeza pensarlas.

Saludos tecnológicos a este lado del ordenador.

No Responses to “¿Qué me está usted diciendo del libro electrónico?”

  1. Eve Harrington Says:

    El libro electrónico no huele a nada…La gastronomía no son sólo sabores, también son olores, texturas y sonidos, y si no que se lo digan a Ferrán Adriá. Con los libros me pasa lo mismo: hay que leerlos, tocarlos, saborealos, olerlos…

  2. editorescobillon Says:

    Estimada Eve, estoy de acuerdo contigo pero la tecnología se impone. Los libros quedarán al final como cosa de románticos y nostálgicos, si no lo son ya.

  3. carlos lite Says:

    Yo tengo mis dudas de que eso llegue a ocurrir… creo que el momento de la lectura tiene tanto de personal que será complicado sustituir al libro tradicional… sólo quizá cuando los más pequeños dejen de utilizarlo y, a su vez, dejen de animar a sus hijos a que lo hagan… sólo en ese momento podrá estar en peligro… es como lo de los periódicos…. hay muchos que nos resistimos a leerlos únicamente por internet …

  4. editorescobillon Says:

    Pues ya ves, amigo, que yo soy ya de los que me he pasado a la internet en cuestión de periódicos. Con los libros, lo que digo: un reaccionario.

  5. Mathilde Says:

    Me encanta tu blog! Muy bonito post! Todav

  6. Anomino Says:

    Libros para descargar gratis en http://www.megalibros.com

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