Vade retro Satanás: ¡¡¡audiovisual canario con denomación de origen!!!

Si es que te lo tengo dicho, en ocasiones es bueno leer prensa local. Lo digo porque te hace soltar unas risas en estos días de tristezas varias, a la que sumo (cómo no) el devastador incendio en la isla de La Palma.

Solté, decía, la risa esta misma mañana, al leer un artículo en el Diario de Avisos donde se nos intenta vender que el audiovisual canario busca su “denominación de origen” a través de un clúster de empresas del sector. Esta idea, que ha sido propulsa sin demasiada imaginación por el programa Tenerife Innova del Cabildo de Tenerife, tiene un problema (o varios problemas) porque leo y releo y no tengo claro qué demonios se pretende vender. Por mucho que intente explicarlo el en ocasiones brillante presidente de la Asociación Canaria de Empresas Productoras de Audivisual (Acepa), Eduardo Araujo.

En todo caso, saco en claro algunas cosas tras tragarme algunas aspirinas para evitar el molesto dolor de cabeza que me supone ver algo coherente donde sólo hay incoherencia. Según el periodista, viene a decir Araujo que se quiere poner orden a esa especie de entelequia audiovisual canalla (ups, perdón, canaria), vendiendo una marca y no un producto.

Lo que me hace otra vez pensar (y otra aspirina y dos huevos duros) que muy mal está el sector cuando quiere vender refresco de cola sin líquido. Yendo un poco más lejos, y en el caso hipotético de contar con un audiovisual con denominación de origen (como los vinos y el plátano) qué tipo de productos se ofertará… Insisto, ¿qué tipo de productos audiovisuales canarios se venderá con el sellito?

Otra cuestión, ¿en qué consistirá esa agrupación de empresas? Leo que son doce: ¿habrá margen para que se sumen otras? ¿productora independientes que no formen parte del champiñón Acepa?, ¿y en dónde se ubicarán?, ¿qué espacio físico? Sí, sé que se habla y se escribe mucho de un parque tecnológico pero ¿para cuándo?

Y ustedes me perdonen, pero lanzo otra pregunta quisiera impertinente: ¿sabe alguien en el Cabildo y sobre todo de Tenerife Innova qué demonios es el audiovisual en Canarias? Acepa sabe que no son los únicos que hacen cosas por el audiovisual en estas islas… ¿Entonces?

Más preguntas, que tenemos hambre: ¿Se ha pedido la colaboración al Gobierno de Canarias? No sé, algo tendrá que decir, a fin de cuenta casi todo el audiovisual que se hace en estas costas se realiza gracia a su bolsillo, ese en el que colaboramos todos a través de nuestros impuestos. 

También, ¿se ha consultado con otras administraciones para levantar el proyecto? O todo se trata de una clustomización más: aparecer en prensa porqué sí…

Araujo habla de un sello único que defina la producción audiovisual en las islas. Y yo me pregunto ¿en base a qué criterios y quiénes serán los que integren ese comité de sabios qué darán luz verde a un producto sí y a otro no por su presunta canariedad? Además, ¿esto del clúster no es una iniciativa de Tenerife Innova?, Gran Canaria, La Gomera, La Palma herida, Lanzarote, Fuertentura, El Hierro ¿han desarrollado iniciativas (¿?) similares? ¿Y si es así, no es entonces cosa de islas? ¿Y lo de hacer región? ¿Pero el sellito ese no era para definir al producto cien por cien canario?

No se vayan, qué aún hay más cuestiones: ¿bastará con haber nacido en la isla o las islas o llevar residiendo en ellas unos cuarenta años para que te aprueben tu proyecto con el sellito canario? ¿O habrá que demostrar que eres canario? Yo soy canario. ¿Lo soy?, ¿lo es Tenerife Innova?, ¿la Acepa?. ¿Quién es canario? ¿La bandera, un mar azul que brille con siete estrellas verdes: el amarillo de sus trigales y el blanco de sus rompientes?

No es serio.

Y ojalá que me equivoque. Pero conociendo Tenerife Innova pocas esperanzas tengo ante sus proyectos innovadores. Ambiciosos, sí, pero mal definidos, erráticos, ombliguistas, estirados. Todo eso me hace dudar que su programa se implante con el ímpetu que debiera y debiese.

Araujo anuncia en el artículo que el proyecto se pondrá en marcha con toda seguridad en 2011. Pienso entonces, algo aliviado, que será año de elecciones. Y que con un poco de suerte y tras los dichosos comicios todo cambie para que no cambie nada.

Una última nota: curiosamente, y hace un par de días, Dulce Xerach Pérez publicó en su blog un post que sin estar relacionado sí tiene algo que ver con todo esto. ¿Coincidencia? Si les digo la verdad me importa un bledo, así como la de expresar cuál de estas dos opciones me parece más interesante. Por obvio, quiero decir.

Saludos, innovando por ahí y por allá, desde este lado del ordenador.

53 Responses to “Vade retro Satanás: ¡¡¡audiovisual canario con denomación de origen!!!”

  1. Nicolás Melini Says:

    Eduardo, perdona que discrepe, sabes que no soy de acepa, pero a mí me parece bien que los productores canarios se asocien para conseguir juntos cosas que no pueden hacer por separado.

    Por otro lado, ahora se plantea un reto muy serio. No sé si sabes que el ICAA, Ministerio de Cultura, en su nueva ley, apoyará mucho las producciones de altísimo coste, poniéndoselo muy difícil a las producciones de coste bajo o medio. Se trata de fomentar la industria potenciando el que se lleven a cabo grandes producciones, aunque sea concentrando mucho la financiación en manos de unos pocos productores, y excluyendo radicalmente a todo aquel que pretenda hacer un cine “interesante”. Para que te hagas una idea, con esta propuesta, cuya orden ministerial ha redactado el actual director del ICAA, será más difícil hacer películas como Solas, Barrio, Lo que sé de Lola, Los Lunes al sol, En construcción, Flores de otro mundo, Smoking Room, 7 vírgenes, Las horas del día, La soledad, etc. etc., películas de presupuesto medio o bajo, y debería ser más fácil hacer algunas producciones más del tipo: El laberinto del Fauno; Vicky, Cristina, Barcelona; Los otros; Alatriste, etc.

    Me temo que si esto se lleva a cabo de esta manera, se pondrá en solfa las políticas que desde las distintas autonomías se están llevando a cabo para fomentar el cine hecho en y por productores y directores del lugar, ya que los repartos actuales podrían resultar infructosos, al resultar imposible la suma de las ayudas del ICAA.

    A las poquitas producciones de largometraje canarias ya les costaba mucho alcanzar una financiación media, y ahora ni siquiera esto podría ser suficiente.

    Por eso me parece que no es mala idea que los productores canarios aparten individualismos y se junten. Y siempre es una buena idea que la gente se asocie para construir cosas.

    Sobre las implicaciones políticas, los buenos y malos haceres institucionales de Tenerife, seguro que sabes tú más que yo. Ahí no me meto.

    Un abrazo

  2. yaiza garcía Says:

    Lamentable la pretensión de querer formar el pesebre también en el audiovisual por parte de los que aún no han demostrado profesionalmente valía . El tal Araujo ha hecho más que un magacine para TV y trabajar en la TeleCanaria, de pretigio internacional com oes bien sabido. Creo que el gran problema es que tanto en el gobierno canario, cabildos y productoras, quienes llevan a cabo esas negociaciones no están profesionalmente capacitados para ellos. Y venden palabras acabadas en “-ing” tratando al personal de tontos.

    estoy con rojas. quien no sepa de los meneos políticos de canarias, verdadero meollo de bananerismo e incompetencia, debe ponerse al día aunque eso le haga perder candidez.

    mientras tanto la actriz canaria (?) prinz en Calanda (?) hablando del estreno en salas (?) del vuelo del guirre (?). Dos años más tarde…. Si es que tenemos la panda que nos merecemos…

  3. editorescobillon Says:

    Estimado Nicolás, no me parace nada mal que la gente se asocie (la unión hace la fuerza) pero tras leer el artículo no entiendo las pretensiones del dichoso sellito, y huyo, en este largo invierno de mi descontento, de todo lo que presuntamente sea canario para unos y no para otros. De hecho, ¿somos realmente canarios? ¿No seremos acaso extraterrestres?

  4. Nicolás Melini Says:

    Bueno, Eduardo, en lo de la canariedad estamos de acuerdo; además es algo que he sufrido en mis carnes en varias ocasiones. Y lo de la denominación de origen no parece muy afortunado (aunque el mundo hoy funciona así, y sí, puede ser útil para algunas cosas). Pero atiende a lo que te he comentado, lo del Ministerio de Cultura, que es primicia. Y que es mucho más trascendental que cualquier reunión de cineastas y cabildos insulares, porque me temo que pone en jaque, da la puntilla, a todo lo que se intenta desde Canarias. Si ahora es dificilísimo, en adelante podría ser absolutamente imposible hacer cine desde Canarias. Sería conveniente que la Acepa, y Canarias Cultura en Red, y el Gobierno de Canarias, y los Cabildos que tienen políticas de fomento del audiovisual, se manifestaran sobre esto.

  5. patrick Says:

    Nicolás, si ves las ayudas del gobierno de canarias verás que también es imposible (o muy dificil) realizar una película desde aquí de un presupuesto medio, o incluso alto, tienes que tener el 78% de la producción ya levantada ya que el gob sólo aporta un máximo del 12%, eso unido a lo que comentas del ministerio hace que realizar un proyecto en canarias hecho por canarios se antoje arduo dificultoso.
    Estoy de acuerdo con la preocupación que manifiestas sobre la nueva ley, e incluyo en mi preocupación el que se pueda subvencionar series de televisión (pa que las teles se ahorren más)
    En relación a lo que comenta Eduardo sobre el Cluster (o como se llame) y el sello de obra canaria (ya anunciado por nuestro viceconsejero en varias ocasiones con gran alegría) se me antoja extraño, mi capacidad reflexiva no da para más. En cualquier caso me uno a las palabras de Eduardo y asus dudas

  6. elintenso Says:

    Nunca he entendido esa aprensión a que vaya una parte del dinero de todos a las series de televisión en vez de al cine. ¿Será porque consideramos que nunca se realizará una serie española con la calidad de Los Soprano, The Wire o Mad Men, por poner tres ejemplos recientes made in USA?
    De acuerdo con Yaiza en sus apreciaciones sociopolíticas. Hemos de quitar varias losas pseudopolíticas que pesan en el imaginario canario.

  7. Dulce Xerach Says:

    Hola Eduardo, oye, de lo de Tenerife Innova y el audiovisual me entero ahora. Mi post no tiene nada que ver. Era una idea de cuando estaba en la Viceconsejería. Y el otro día repasando archivos la encontré y pensé que seguía siendo buena idea, por eso lo publiqué. De esto ahora no tengo ni idea.

    Por cierto, también hoy he colgado otra entrada en el blog con otra idea sobre el audiovisual, pero tampoco tiene nada que ver con esto. Pura casualidad. Será que el verano nos da por hablar de cine…

    Besos

  8. editorescobillon Says:

    Probablemente me he explciado mal, porque mi intención no era la de comparar iniciativas sino la de que los lectores estuvieron al tanto (sellito incluido) de lo que ¿propone? Tenerife Innova y también el proyecto Creápolis. Respecto al post que has colgado hoy, qué quieres que te diga, este sí que tiene un poco más de aroma Tfe Innova, por lo de pool de empresas… Un fuerte abrazo.

  9. Nicolás Melini Says:

    Voy a decir una cosa, es una reflexión en voz alta, y por lo tanto tal vez me arrepienta:

    Creo que tal vez deberíamos de ir pensando en separar audiovisual de cine, cine de audiovisual, cuando hablamos de apoyos institucionales.

    Las razones y los porqués los dejo para otro momento.
    Salud

  10. editorescobillon Says:

    Estimado Nicolás creo que casi todos hacemos el distingo que propones.

  11. Nicolás Melini Says:

    Eduardo, no sé, no me parece tan evidente que todos lo hagamos. Hablamos de cine cuando hablamos del Festivalito, cine digital. Y el Festivalito es un lugar en el que, yo diría, el cine no abunda. Siempre sale alguna cosa, pero el 95% entraría más bien en una nueva categoría de audiovisual. Es sólo un ejemplo, pero hay más.

    Como sabes, estos son los debates que a mí me interesan.

    Decimos notodofilmfest, el festival de cine digital por la red que lleva a cabo La Fábrica en Madrid, pero tal vez deberían de llamarlo notodoaudivisualfest, pues, en ocasiones sí, hay algún minicorto que es cine, pero en un porcentaje elevadísimo lo que nos encontramos es, de nuevo, una nueva categoría de audiovisual.

    En cuanto a tu post actual: de qué hablan los productores cuando dicen una marca audiovisual canaria. Existe la tendencia a meter el cine ahí dentro. Pero (ahí es adónde iba) tal vez no sea buena idea. Lo que la acepa plantea, tal vez sea buena idea para presentarse con apoyo institucional en determinados mercados internacionales del audiovisual, de productor para televisión, pero me pregunto si será buena idea para presentarse con trabajos de cine. No sé si me explico, sigo pensando en voz alta, a lo mejor tenemos cierta confusión y creemos que también estamos apoyando al cine cuando en realidad lo estamos dejando de lado, o, como en el caso de notodofilmfest y festivalito, lo vampirizamos.

    Dónde más creo que hay confusiones: de un tiempo para esta parte, en lo que llamamos cine español, la financiación de las televisiones ha jugado un papel fundamental. Esto ha hecho que muchas películas de cine, hayan acabado convertidas en productos más parecidos a la clásica TVmovie norteamericana. Por lenguaje, por contenidos. Mira alguna de las películas dirigidas por la actual ministra y compáralas con las películas para la tele norteamericanas. La televisión financia algo que puede emitir, a ser posible, en prime time, y no a las cuatro de la mañana. Es así cómo gran parte del cine español se ha convertido en otra cosa.

    Te he leído comentar que ya las películas no son como las de antes. Ahí tienes una de las razones, tal vez. Cómo, quién y por qué las financia.

    Como quienes financian el cine español, en gran medida, son las televisiones, en la nueva ley que se prepara han incluido, si no me equivoco y he entendido bien, que las televisiones podrán invertir su tanto por ciento obligatorio también en series de televisión, y tvmovies. Lo que antes en cine, ahora en productos de televisión, otro tipo de audiovisual.

    Otro ejemplo que se me ocurre así, a bote pronto, es el de las asociaciones de productores, no sé si será el caso de Canarias: debería ser evidente que si en la asociación de productores x los que mandan y los que desarrollan las estrategias son productores que viven de hacer determinado tipo de audiovisuales para la televisión, entonces esta asociación x de productores no defiende los intereses de quienes quieren hacer cine, sino de quienes quieren hacer televisión.

    Te das cuenta, Eduardo, cómo no es tan evidente.

    Yo nunca he querido hacer televisión, cuando me ha surgido alguna pequeña oportunidad de hacer algo en la tele la he desestimado. Tampoco he querido hacer otro tipo de audiovisual. Sólo me habría gustado hacer cine. Pero cada vez se hace menos cine, y cada vez hay menos posibilidades de hacer cine. Así que, si lo que nos gusta es el cine (un lenguaje que transmite emociones de cierta calidad y que atesora unas cualidades narrativas específicas, el séptimo arte), tal vez deberíamos de ir, como te decía, delimitando bien qué es lo que estamos haciendo para desarrollar la posibilidad de hacer cine. Porque cuando el cine va en el mismo paquete con el resto del audiovisual, en estos momentos y en este país, tiene todas las de perder.

  12. editorescobillon Says:

    Por lo que entiendo del sellito, se quiere hacer extensivo a todos los sectores audiovisuales. De todas formas es una ¿iniciativa? de eso que llaman Tfe Innova (en fin) con 12 productoras de acepa.

  13. Nicolás Melini Says:

    Más confusiones. He pinchado en el enlace al blog de Dulce Xerach para leer las propuestas. Permíteme hacer notar que en el primer párrafo habla de distribución del “audiovisual” canario, y en el segundo de juntar a las productoras “cinematográficas” en un pool. Más allá del quisquilloso comentario de texto, lo que creo es que desde la política hay bastante confusión a la hora de abordar medidas que desarrollen el audiovisual, por un lado, y el cine, por otro. Se suele meter el cine dentro del audiovisual y pensar que promoviendo la producción de éste ya se promueve la producción del segundo. No es rigurosamente así.

  14. David D. Says:

    No quería intervenir, sólo leer, pero Nicolás tiene a un aliado en mí.
    Gracias Eduardo por exponer, informar, opinar, hacer análisis e incentivarlo.

  15. editorescobillon Says:

    Amigo David, me sonroja usted. Muchas gracias.

  16. Nicolás Melini Says:

    http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Cineastas/Orden/elpepucul/20090807elpepirdv_8/Tes

    Lo que cuenta este artículo de El país de hoy es rigurosamente cierto, salvo cuando cita a dos directores que se supone estaban en la lista y no lo sabían. Todos los firmantes, más de un centenar, conocen la lista a día de hoy y esos dos directores no estaban. El ministerio también la conoce.

  17. Cautivo y desarmado Says:

    Felicidades, Don Eduardo, por desenmascar una vez más esos intentos fraudulentos de esconder con palabras “estructurantes” lo que no es sino una gran farsa (más) en la gestión cultural de Canarias. No podía ser menos con el actual viceconsejero, a quien defino -creo que acertadamente- como “el hombre que nunca estuvo allí”. Todo lo que subsiste en este esperpento son las bienintencionadas iniciativas “postmodernas” de Dulce Xerach, ahora -desde su lamentable defenestración (quizá por tomárselo en serio)- funcionando sin rumbo y en mando automático, en manos de personal “de confianza” -es decir, puestos a dedo sin meritos que lo justifique- y sobre todo, condicionadas por grupos de influencia tipo ACEPA, que comulgan con ruedas de molino con tal de seguir agarrados un poco más a la teta oficial en estos tiempos de crisis. Aqui se propone un “cluster” -que queda tan bonito y tan electoral – que se concretará, posiblemnete, en nombrar algún amiguete para otro cargo de confianza, que reparta prebendas varias en forma de viajes y dietas, y vaya usted contento. Dentro de unos años comprobaremos como esta iniciativa se queda en nada, como sucede con el plan audiovisual canario, la Film Comission, el libro blanco o todas las falsas banderas exhibidas por el ejecutivo con aire triunfalista, sin hacer nunca recuento de sus logros: a saber, ninguno. Y es que nadie le quiere poner el cascabel al gato. Y el cascabel tiene mucho que ver con el debate que saca a colación Mellini, sólo que en dirección contraria. Lo cierto es que, en este mundo globalizado, los “cines” locales no tienen ni presente ni futuro. Igual que es absurdo pensar en el “cine de Idaho” o el “cine de Florida” como una entidad propia e independiente del cine americano, es estúpido pensar en la supervivencia siquiera del “cine español” en un plazo breve de años, salvo que se produzca la concentración que acertadamente persigue el ICAA. ¿Adónde vamos nosotros con lo del “cine canario”? Es el colmo del ombliguismo más obtuso. Lo cierto es que aquí en Canarias no existe ni la infraestructura ni el talento para crear una industria audiovisual propia e independiente, pero es más, no es previsible que nunca la haya. Simplemente porque el proyecto, en su propio planteamiento, es totalmente inviable. Aquí, en Cataluña o en Extremadura. Es una utopía ombliguista y en tono con el nacionalismo tribal que impera en el antiguo territorio de España. Sé que no son noticias agradables para los mediocres que pretendan sobrevivir de las ayuditas locales, pero es el único análisis real con los datos en la mano. De la misma forma que no puede existir una industria aeroespacial canaria, por mucho que sea una ambición legítima querer ver a Paulino Rivero poniendo la bandera de las siete estrellas verdes en la Luna. Lo real es que los requerimientos de capital, infraestructura técnica y sobre todo capacidad de mercado para la subsistencia de una industria cinematografica propia no se dan en territorios tan limitados demográficamente. Ya resulta inviable mantener el invento incluso con 45 millones de españoles -potenciales espectadores.
    A lo más que podemos aspirar es a un audiovisual canario -aceptando la distinción que hace Mellini entre éste y el cine. E incluso esa via, la tele canaria, está seriamente comprometida por el sectarismo y la prebenda politiquera local, por la falta de integridad de los responsables de dichas areas. Así que menos “cluster” de sinvergüenzas, que ya no engañan a nadie. Si se quiere plantear seriamente una industria cultural en Canarias, se debería analizar primero qué es posible y que no, y concentrar los esfuerzos en lo que lo es, y no en brindis al sol cara a las próximas elecciones. Pero claro, esto no ocurrirá. Siento sonar como el aguafiestas, pero quien quiera rebatirme, que me diga con qué calculadora hace las cuentas, para comprarme una igual. Desde mi punto de vista, la única via lógica para el apoyo al cine canario es apoyar a sus jóvenes talentos individuales, mediante formación y cortos, para que éstos, -al modo de Gil o Fresnadillo- consigan salir de esta ratonera y participar en la “industria del cine de verdad”, es decir, en la industria global, la única viable en el siglo XXI. Y en otra categoría, fomentar la producción de “audiovisual cybernáutico”, aquella producción que tenga la distribución garantizada por internet, y un coste asumible por su formato minimalista.
    Todo lo que el Gobierno hace es mentir, pues si tuiviera el más mínimo interés por el audiovisual canario, sólo tendría que hacer cumplir la ley de forma que la TeleCanarias de Ellos tuviera que invertir el 5% de su presupuesto en proyectos de productoras canarias. Y eso no se hace ni de lejos. Por eso se les hace tan necesario marear la perdíz con las palabrejas postmodernas e iniciativas de agua de borraja, -aderezadas de mini subvenciones a los amiguetes y a los protestones para callar la boca- y a seguir robando lo nuestro, que es lo suyo.

  18. Nicolás Melini Says:

    Estimado cautivo, salvo en lo de que mi apellido lleva dos eles podría estar de acuerdo con lo que dices. Incluso podría cuestionar, como tú, si es posible hacer cine en canarias (sobre todo teniendo en cuenta cuánto nos cuesta, lo difícil que es, el poco cine que hemos podido hacer). Pero sería muy fácil darte la razón, decir que no se puede, y que nadie nunca lo vuelva a intentar. Y hay una parte de mí, pequeñita, que dice que lo que debemos hacer, como sociedad, es intentarlo; no sucumbir, sino buscar la manera. No decir que no es posible, sino exigirnos, y exigirle a las instituciones, dar lo mejor para que sea posible, o que se consiga lo que sea posible. Lo otro me parece un pelín irresponsable. Con mi nombre y apellido de una ele no me atrevería a lanzar tal posibilidad, aunque tal vez tengas razón. A lo mejor fui un tonto cuando me puse a escribir proyectos de largometrajes que tenían lugar en Tenerife, La Palma, Las Palmas, creyendo que alguna vez podría llevarlos a cabo. A lo mejor perdí el tiempo pensando que podríamos “contar la historia del hombre” que somos en Canarias a través de ficciones, a través del cine. Si lo que dices es cierto… Vaya, qué lástima, ¿no?

  19. Nicolás Melini Says:

    Ah, y, que yo sepa, Juan Carlos sí se estudia el RIC (¿se decía así?) a conciencia.

  20. Nicolás Melini Says:

    Ah, y nombras Idaho y Florida. Tenemos la equivocada idea de que en Estados Unidos no se subvenciona la producción de cine. Lo que sé es que estados como Nuevo México tienen unos programas de apoyo al audiovisual tremendos, y que por ello muchas producciones de Hollywood se ruedan allí y con muchos técnicos de allí. Yo no iría por la vida de director o guionista de cine canario, nuevo mexicano o extremeño, pero eso no quiere decir que quien pueda y quiera no haga lo posible para que se hagan películas en su territorio (sobre todo si esto, además, es de interés económico para esa comunidad. Para Nuevo México, un lugar tan marciano como Canarias, parece ser prioritario)

  21. Nicolás Melini Says:

    Ah, y, una cosita sobre la concentración que pretende el icaa, con la que estás de acuerdo. Es posible que, en lo industrial, no sea mala idea. De hecho el conflicto empieza cuando esa directriz, que parece de Industria, la da el Ministerio de Cultura, que debería pensar en términos de cultura.

    Qué pasa, dices mundo globalizado del cine. En ese mundo globalizado del cine hay muchas cinematografías, pequeñas, medianas y grandes. Es verdad que si lo que se quiere es que los productores españoles trabajen al nivel de las producciones que cuentan para la industria a nivel internacional, hace falta que las películas sean infinitamente más grandes, presupuestariamente hablando, que las películas medias actuales. Es decir, con producciones como Los lunes al sol (Bardem todavía no era una estrella internacional) no se entra en el circuito internacional. No se accede a financiación internacional. Nadie a nivel internacional entra en esas producciones porque las consideran muy pequeñas. Lo que les garantiza la difusión internacional es la espectacularidad, la presencia de estrellas, y que las historias sean de un tipo de terminado (nada que ver con parados de la minería en Asturias).

    Tal vez lo que se pretenda eso, que sea posible producir más producciones de ese tipo. Pero habría que plantearse si eso lo debe pagar cultura, el Ministerio de Cultura.

    El Ministerio de Cultura viene financiando películas según criterio de interés de los proyectos para los españoles. Y con ese criterio se ha hecho una cinematografía, mejor, peor, con más o menos problemas, pero propia; y cuyas películas de presupuesto medio y bajo son las que mayoritariamente recorren el mundo a lomos de todo tipo de festivales y los institutos cervantes, etc., etc., etc.

    Dices que sólo concentrando el capital para acceder a la primera liga (en presupuestos y distribución en salas) del mundo, el cine español tiene futuro, pero esa es sólo una de las ligas posibles, y de hecho, el mercado se está fragmentando, y cada vez se está haciendo más necesario dirigir los productos (qué poco me gusta hablar en estos términos) hacia nichos más concretos. ¿Estás seguro de que lo mejor es que reciban financiación sólo los que tienen proyectos para acceder ahí, a la coproducción internacional? ¿No será mejor que siga habiendo una gran variedad de productos, y que el talento, donde quiera que esté, no pierda la esperanza de salir adelante porque lo que quiere hacer no concuerda con los criterios de las producciones internacionales?

    Y por qué hemos de plegar nuestra cinematografía a los usos, gustos, y formas de hacer de quienes trabajan con grandes presupuestos, siendo que hay tantísimos tipos de cine a lo largo y ancho del mundo. ¿No es culturalmente empobrecedor?

  22. Nicolás Melini Says:

    Que el criterio sea económico, y no cultural, me parece muy mala idea. Más aún con la que está cayendo. La crisis. Que el Ministerio de Cultura concentre la financiación en manos de los que se asocian con multinacionales norteamericanas para hacer negocios me genera dudas sobre si es la mejor manera de distribuir la riqueza que los españoles invierten en cultura, más aún si el tipo de cine que van a hacer poco o nada va a tener que ver con nosotros. Las medidas para mejorar la industria del cine en España deberían ser otras.

  23. Nicolás Melini Says:

    Pero a ti la información te ha venido que ni pintada para hacer política, lanzar un órdago contrapartidario sin importarte en absoluto si tu planteamiento es acertado o no. Eso siempre funciona bien, es de un populismo muy similar al que denuncias. Has aprovechado para hacer un poco de política contra el partido que no te gusta y en ello encontrarás, porque el partido no le gusta a otro montón de gente, muchos seguidores: pero no será porque los argumentos sean válidos, sino porque haces política. Luego, por lo general, a la gente que merece la pena le gusta pensar que “es posible”, y que “hay que hacer lo necesario para que sea posible”, no que “no se puede” y que “no hay que hacerlo”. Tu calculadora funciona mal, te presto la mía. Contabilizas a todos los españoles como potenciales espectadores de cine español y dices que si difícilmente el cine español subsiste, cómo va a hacerlo el hecho en canarias: no puedes contabilizar a toda la población española como posible espectadora del cine español porque en la gran mayoría de las salas no se proyecta cine español, si fuese así, como en Francia, sí podrías hacer la cuenta como la has hecho, pero el resultado sería muy diferente. A pesar de todo el cine español ha mantenido durante años una producción media de 170 películas anuales, lo que es una industria cinematográfica considerable, con un montón de puestos de trabajo, pero además con resultados culturales que, salvando el escollo de la distribución y difusión incluso en nuestro país, es de encomiar: Pedro Almodóvar, David Trueba, Fernando Trueba, Isabel Coixet, Icíar Bollaín, Benito Zambrano, Alberto Rodríguez, Achero Mañas, José Luis Garci, Montxo Armendariz, Pablo Llorca, Fernando Merinero, Bigas Luna, Carlos Saura, Alejandro Amenabar, Gómez Pereira, Miguel Albadalejo, Álvaro Fernández Armero, José Luis Guerín, Javier Rebollo, Isaki Lacuesta, Marc Recha, Chus Gutiérrez, Pedro Olea, Aranda, Serra, son sólo algunos pocos nombres de directores de esa industria, no te aburriré con los nombres de los actores que seguro conoces. Claro, qué fácil es pasar por alto el trabajo y los logros de tanta gente y decir que no hay no se puede. Y en Canarias te falla la calculadora (porque en la calculadora hay que meter datos correctos) cuando dices que el gobierno no obliga a la autonómica a invertir el 5% que está obligada por ley a invertir en audiovisual canario. ¿Estás seguro de que existe esa ley? ¿No la estarás confundiendo con la que obliga a las televisiones españolas a invertir en audiovisual español (no canario, español)? Dices que no se puede aspirar a que exista una industria del cine en Canarias, porque si ni siquiera lo consigue la española con tanta más población… ¿Quién te ha dicho a ti que lo que se pretende es que las peliculas canarias subsistan con la taquilla y los espectadores de sólo el territorio de Canarias? Por ahora, a lo que se aspira, es a que se pueda hacer cine en Canarias. Y sí, se puede hacer algunas películas al año en Canarias, si metes los datos adecuados. En lo que consiste la idea es en apoyar proyectos en Canarias que consigan participación de la industria española. Que con una inversión de Canarias, se consiga atraer mucha inversión de fuera de Canarias. Cataluña lo hace muy bien. Andalucía lo hace pero que muy bien. Galicia lo está haciendo bien. El País Vasco lo hizo mucho mejor en el pasado, de ahí la cantidad de directores vascos que ha habido. El modelo consiste en conseguir que se hagan cosas en Canarias con financiación no sólo de Canarias, el mismo modelo de las comunidades autónomas que lo están haciendo bien. Y lo que es criticable es que vayamos por detrás, que no nos hayamos incorporado a eso en la misma medida que lo han hecho otros, no que se nos mienta haciéndonos pensar que es posible una cosa que no lo es.

    Pero no, tú prefieres lanzar, desde el anonimato, el órdago partidario. En fin, que muchas gracias, Intenso.

  24. Nicolás Melini Says:

    Perdón, he dicho “intenso”, no, “Cautivo y Desarmado”

  25. Cautivo y desarmado Says:

    Desarmado, Melini (y disculpa la doble l que te añadió mi inconsciente). Perdona también si mi anonimato te molesta, cada cual se esconde detrás de un nombre, aunque sea el suyo propio. Lo importante en un debate, creo, son las ideas, no quién las expone. Y el anonimato proporciona esa cualidad objetiva a las exposiciones, sin el peso de autoridad (ni tampoco los prejuicios) que devienen de saber quién dice qué. Si tanto interés tienes por saber quién soy (si no lo adivinas ya, amigo Melini), pregunta a Eduardo. No creo que te sorprenda.

    1) Estoy de acuerdo en gran parte de tus puntualizaciones, pero como siempre, saco otras conclusiones. Como por ejemplo que el comportamiento de Cultura es más propio de un ministerio de industria que otra cosa. Pero es que ése es el problema, que el cine, en un 90% es industria, y no debería enclavarse en Cultura en primer lugar. Cultura debería estar para apoyar la creación de guiones, cortometrajes y cursos, en fin, todo lo que proporcione una base a los talentos para incorporarse a la “industria”. Pero la producción, debe analizarse como una industria, que es lo que es. De otro modo, se encontrarían, como se encuentran, con que esas 170 pelis anuales se estallan en taquilla miserablemente, como bien sabes que ocurre.
    2) Soy el primero que lamento que las cosas sean así, no lo defiendo, sino que constato hechos que me parecen objetivos. Estamos de acuerdo en que un cierto cine inteligente tiene los días contados, pero es que el cine en el siglo XXI es un fenómeno global, (muy pronto tridimensional), con unos costes de ejecución tan formidables que no sólo exigen la concurrencia de varias “nacionalidades”, sino en muchos casos, de muchas naciones y mercados para sufragarlo. Y eso implica cambios irreversibles, lo queramos o no. Las experiencias pasadas de Cataluña y Andalucía, o País Vasco, no reflejan la situación actual ni futura, que es muy pero que muy descorazonadora. Sin el apoyo claro y decidido de las ricas televisiones locales, dichas experiencias no existirían, y te recuerdo que dicho apoyo se ha concentrado en manos de tres o cuatro grandes productoras de alcance nacional -y buena relación política con el partido en el poder-, no en pequeñas productoras locales -como es el caso canario.
    3) Ahora bien, distinto si hablamos de audiovisual, donde el nuevo paradigma de internet va pronto a cambiar las cosas. Podrás grabar una obra y colgarla en tu servidor, y permitir que millones de potenciales espectadores del mundo entero se la descarguen, sin intermediarios, sin cadenas de distribución, sin grupos mediáticos condicionando el fenómeno. Creo que eso va a iniciar una verdadera revolución audiovisual, en la que Canarias (como el mundo entero), va a tener una oportunidad de mostrarse. Pero como tu mismo insistias en definir cine y audiovisual como cosas diferentes, yo hago esa distinción válida. El audiovisual canario pronto podrá hablarle al mundo en igualdad de oportunidades, pero el “cine canario”, entendido como un formato físico con exhibición en salas, está condenado antes de nacer. Y todas las ayudas oficiales en ese sentido me parecen un lamentable y carísimo error. Deberíamos enfocarnos hacia lo posible, es decir, hacia el “cyber audiovisual”, por llamarlo de alguna manera. Por estimular talentos y carreras, y no por mantener productoras ficticias al amparo de la Viceconsejería.
    4) Respecto a la Ley de las televisiones, lo que sé se lo he oído a Eduardo Araujo, que defiende esa postura con mucho sentido. Ese 5% aplicado localmente por una tele local, daría trabajo a todas las productoras canarias, y serviría para formar una verdadera infraestructura de técnicos formados y con trabajo. Eso es voluntad política, y no tantos “cluster” y tantos “planes”. El hecho de que no se aplique en Canarias revela la verdadera cara de este gobierno. El dinero, para los amiguetes y para financiar las campañas, y los restos de la mesa, para callar a los desgraciados “productores locales”. Entretanto, Canarias Crea y Recrea. Viajes, dietas y hoteles. Y grandes declaraciones de principios, sobre el futuro de la industria audiovisual. Escuelitas de parados y demás. Dan asco.
    5) Respecto a Idaho y Florida, en efecto, existen film comissions en muchos estados (Michigan, Puerto Rico, etc.), cuya finalidad es atraer a los equipos de rodaje a su territorio. No me parece mala idea, ya que generan negocio a los locales. Como sabes, eso (aunque patéticamente organizado), ya lo tenemos en Canarias. Es muy diferente a subvencionar la producción. Eso no existe en USA, te lo aseguro. Es más, el concepto les resulta aberrante.
    6) No sé de donde derivas una posición política de mis palabras. En efecto, los actuales menceyes me dan asco, pero no menos que si gobernase el Psoe o el PP. Mi consideración de la clase política en esta democracia de farsa es nula. En día en que en España haya una democracia de listas abiertas y no una partitocracia de ladrones, tendré una opción para defender. De momento, me limito a constatar la ineficacia de las políticas que aplican los “actuales” menceyes, cuando venga otro, si es inepto, haré lo mismo.

    Intenso, sí, pero desarmado, Melini, muy desarmado.

  26. Nicolás Melini Says:

    Vaya, Cautivo, así que puede que nos conozcamos. No, no adivino quién eres, pero si me conoces sabrás que poco me importa que escriban mi apellido mal (sólo estaba sacándole un poco de punta a tu error a mi propia costa), y el anonimato, bueno, qué se le va a hacer, si al menos hay respeto.

    Me importa más lo que el cine tiene de cultura que lo que tiene de industria. Qué se le va a hacer, uno es así.

    Creo que si el cine hecho en España tiene algo que merezca la pena ha salido precisamente de la vertiente cultural del cine, y no de la vertiente industrial. Eso además lo singulariza en su diversidad de influencias, y es lo que más se ha valorado fuera del país.

    No sé de dónde sacas que el cine, en este siglo, va a ser algo global. Por ahora todo parece indicar que va a seguir habiendo grandes producciones de explotación rápida en un gran circuito cerrado a producciones sin estrellas ni espectáculo ni grandes derroches presupuestarios, pero cinematografías como la iraní, la coreana, la argentina, la española, la francesa, la danesa, etc., y autores importantes desperdigados por todos los países del mundo, seguirán haciendo buen cine al margen de ese circuito. Para mí que, antes que plegarse a los designios de ese circuito, sería mucho mejor crear un circuito fuerte para lo que nos interesa.

    En Canarias, hace 15 años, no existía el trabajo de Falcón, Quiroga, Koppel, Fresnadillo, Afonso, apenas el de Rolando Díaz, tampoco los cortos de Cánovas, Pérez Toledo, M. Mauricio, y un larguísimo etcétera. Yo prefiero que ese trabajo exista a que no exista. El aire de Canarias se respira un poco mejor sabiendo que hay gente que ha podido hacer cosas en cine, o se respiraría mucho peor en este momento si esa posibilidad no hubiese llegado. Y creo que el aire de Canarias será más respirable en el futuro si entre todos conseguimos que esos y otros directores tengan una cierta continuidad. Ojalá en Canarias fuese posible algún Ken Loach, Haneke, Egoyan, Kaurismaki, Kitano, Rohmer, Dardenne, Panahi, Kusturica, Zonka, etc. Estoy seguro de que la aparición de un cineasta personal como cualquiera de estos que cito sería extraordinario para las islas.

    Porque me importa la vertiente cultural del cine, creo que todos los pueblos tienen derecho a contar y contarse sus propias historias, y que luchar para hacerlo (aunque sea contra viento y marea) merece la pena: cineastas que admiro lo han hecho y conseguido. Estoy casi seguro de que cineastas como Sembène en Senegal o Kiarostami en Irán lo han tenido más difícil. Prefiero vivir en un país que ha dado una película como El sol del membrillo, de Víctor Erice, considerada por votación de todas las cinematecas del mundo la mejor película de la década de los noventa, y creo que el Ministerio de Cultura haría mejor promoviendo que ese milagro pueda volver a suceder.

    Por lo demás, querido amigo, que seguro que lo eres, decirte que ojalá la clase política recupere pronto nuestra confianza. Son los únicos responsables de haberla perdido. Y buena falta nos hace que la recuperen. Mientras tanto el discurso negativo, destructivo, apocalíptico (no lo digo por ti) y sin salida no me parece la mejor opción.

  27. editorescobillon Says:

    Amigos todos, cuando se suscitan estos vibrantes debates siempre me acuerdo de la funesta anécdota que vivió don Miguel de Unamuno nada más iniciada la Guerra (in)Civil que asoló las tierras de España cuando el nefasto Millán Astray le gritó lo de ¡muera la intelegencia! y con la boca pequeña el escribidor del régimen, José María Pemán, le contestó: “No, no, mueran los malos intelectuales”. Pero en fin, no sé a qué venía a cuento todo esto…

  28. Cautivo y desarmado Says:

    Amigo Melini:

    No puedo sino compartir contigo la admiración por ese cine inteligente del siglo XX, pero los hechos son los hechos por mucho que a uno -personalmente- le molesten. La sala ha muerto para ese cine. Conozco a muchos distribuidores de cine europeo que en las circunstancias actuales ya no tienen ni para cartelería. Algunos, que hace años se forraban con producciones alemanas o francesas -esos tiempos de Herzog o Fassbinder- hoy en día no son capaces de sacarle dinero ni a una Palma de Oro. Los tiempos han cambiado. No sé si para peor o no. Para mí no, en tanto que internet establece un nuevo paradigma que hace posible el sueño de Coppola: “El día en que una niña con 9 años con una pequeña cámara doméstica pueda exhibir su obra al mundo entero, habremos dando un salto definitivo”. Ese día ha llegado. La dictadura de las distribuidoras americanas está pronto a terminar. Muy pronto, en quizá cinco años, será posible descargar de la red una peli con calidad HD, pagando directamente al productor, que aloja la obra en el servidor. Adiós a los cientos de miles de euros que cuestan las copias físicas. Adiós a la limitada oferta cultural de las salas, ocupadas al 100% por la bazofia comercial americana. Entonces, ese público minoritario que hoy no es capaz de sufragar un estreno en salas, será el público mayoritario. 100 espectadores aquí, otros cien en Casablanca, otros cien en Nueva York, y para cuando te das cuenta, hasta una obra canaria podría tener un público potencial de millones. La clave está sólo en que se establezca un modo seguro de pago. La tecnología está ahí. Y el arte, el Arte, sobrevivirá. Pero no el Arte en celuloide, que es sólo un formato. No creo que debamos renunciar a la tecnología, sino abrazarla. Si no, estariamos cometiendo el mismo error que los pioneros del cine cuando lo comparaban, peyorativamente, con las grandes obras de teatro y lo veían sólo como un espectáculo de barraca. Por eso, con respecto a Canarias, mi opinión es clara. Todo lo que se invierta en celuloide es dinero perdido que no se va a exhibir en el actual contexto. Pero todo lo que se haga por colocarnos a la cabeza de la revolución digital, es poco. Y no me confundas. Soy el primero que detesta la política guerrillera del Festivalito y su obsesión de rodar en digital para luego kinescopar sus obras, lo que demuestra que no creen en su propio invento. Yo hablo de crear servidores, plataformas de distribución digitales, y de adecuar el modelo para fomentar el talento sobre el coste de las obras. Facilitar la distribución, adelantándonos a los tiempos, y no yendo a la zaga. El sueño del cine (celuloide canario) pudo ser posible en los sesenta, cuando la estructura de producción-distribución en España lo permitía. Hoy en día, llegamos tarde, demasiado tarde. Ojalá me equivoque, pero no lo creo. En todo caso, mis errores no le cuestan dinero al contribuyente canario, los de Cultura en Red, sí.

  29. Nicolás Melini Says:

    Querido Cautivo, si eres de los que piensan que lo mejor es escribir y sacar adelante proyectos en inglés, no soy tu hombre. No sólo porque me gusta demasiado expresarme en español, que también, sino porque tiendo a posicionarme en contra de ese tipo de coyunturas (ya sabes, como quienes mandan son estos y lo quieren en inglés pues a hacer lo que ellos quieren, y no lo que nos gustaría hacer). Lo del cyber no me parece que sea excluyente con intentar hacer buen cine, si ahora en 35 y luego en otro formato, no me importa. Por muy caras que sean las producciones del star system mundial norteamericano seguiremos deseando que nos cuenten buenas historias en cine, historias que tengan que ver con nosotros, próximas y universales. Por lo demás, no sé por qué firmas aquí con pseudónimo si en otros lugares defiendes lo mismo con tu nombre. Y yo que tú, tras el aviso de Eduardo en su último post, que parecería que nos dice malos intelectuales y hasta nos manda a morir (“¡Muera la inteligencia”, “No, no, mueran los malos intelectuales”), haría mutis de este post que por otra parte ya ha pasado a mejor vida.
    Un abrazo

  30. Nicolás Melini Says:

    Perdón porque creo que se me ha colado alguna falta.

  31. David D. Says:

    Estimados amigos Melini y Cautivo, sus reflexiones e intercambios de ideas me parecen respetables, con las puntualizaciones personales que siempre puedan surgir, afortunadamente.
    No voy a expresarme sobre el “clúster” ese, no entiendo de producción ni de acepas, ni de “denominaciones de origen” ni deseo entender, aunque en alguna ocasión lo he intentado, ¿en qué estaría pensando?
    No quiero repetir lo que ya ustedes han escrito-hablado, pero sí apoyar la idea de que las cosas están cambiando para el audiovisual y para el cine en general. Sí que soy de los que creen que el concepto “ver cine” y “mal ver televisión” se está transformando desde hace unos años, y esa transformación pasa por internet, no digo nada nuevo. ¿Puede ser internet esa otra vía alternativa al circuito comercial establecido del cine y de la televisión? Creo que ya lo es, es alternativa, pero aún con un fondo y forma algo caótico, sin normas o guías comunes…pero no es la única alternativa, creo. Y sobre todo está naciendo una nueva forma de lenguaje audiovisual vinculado a la vía en que se difunde: internet, aunque a mí ni me gusta ni me convence (que además no es cine, por más que algunos quieran llamarlo así, no es cuestión de formatos, es cuestión de fondo, también ahí sobran las palabras).
    A mí me apasionan las salas oscuras, las cabinas de proyección, las bobinas cargadas de triacetato de celulosa o de poliéster (antiguamente celuloide), la emoción del ritual con lo conocido y lo desconocido. Pero eso está cambiando. Algunos dicen que el futuro de las salas para las grandes masas, cada vez más vacías de contenidos, está en el moderno sistema 3D. Ya se verá. A mí personalmente no me interesa, pero eso no va a cambiar las cosas. Lo que no veo tan claro es el futuro para las pequeñas producciones, para los cines periféricos y alternativos, el cine no oficial, el cine de las no masas, el cine cultural, el artístico, o sea, mi alimento. Por ahora se seguirán haciendo, sea en 35 mm. o con las nuevas herramientas digitales y nuevas visiones o propuestas, historias o lenguajes, pero más gracias o a causa de las ayudas europeas, iberoamericanas, estatales, regionales e internacionales (fundaciones cercanas a los grandes festivales de cine, etc.) que gracias o a través de la gran industria. No es mi cometido hablar de modelos de negocio ni de ofertas al público, ni entiendo ni me importa.
    Pero intuyo que todo ese proceso no es ajeno a Canarias, que ha estado mirando durante décadas y con cierta envidia al resto del mundo en cuestiones cinematográficas, comerciales o artísticas. Simplemente ni se pensaba ¿o sí? que fuera posible trabajar el cinematógrafo de forma aceptada y aceptable desde tan lejanas tierras periféricas. Algunos lo han intentado, otros no han podido, otros no han creído. El resto de la historia ya la conocemos, tanto los que la apoyaron, la apoyan o la repudian. El presente es lo que cuenta. Seguiría unas líneas más con el tema del “cine sí o cine no” en Canarias, o si “sí en copia de 35 mm. o si no en copia de 35 mm.”, aún hay vida-cine en el mundo, pero Nicolás ha escrito en su último comentario que el post ya está muerto, así que lo dejo para mejor ocasión, si procede y tengo ganas de exponerme. Lo he pasado bien leyendo vuestros instructivos comentarios.
    Saludos

  32. Nicolás Melini Says:

    Gracias, David.
    Un abrazo

  33. Cautivo y desarmado Says:

    Querido Melini:
    ¿Por qué tienes la mala costumbre de indicar a los demás lo que deben o no deben hacer? Yo escribo donde quiero con el nombre que quiera, y abandono los post cuando me parece, no cuando tú certifiques su muerte. Por otro lado, hasta que Eduardo no escriba algo a colación, es imposible continuar el debate en otro post. ¿Acaso lo que quieres es cerrar el debate? Eso ya es otro tema. Retírate cuando quieras.
    Parece que tan pronto descubres mi identidad, entras a valorar mis palabras desde la óptica del prejuicio. Eso te explica, creo, porqué aquí prefiero el anonimato, precisamente para evitar una reacción como la tuya, presuponiendo lo que pienso o no en base a tus prejuicios hacia mi persona. Sin ánimo de entrar en una discusión personalista, no, no defiendo el cine en inglés. Defiendo el Cine, con mayúsculas, aunque sea con silbo gomero. Alabo tu vocación hacia el celuloide, pero sacar 100 copias viene a significar unos 300.000 euros de coste añadido a la producción. Si la recaudación media de una peli española está en 60.000 euros en sala, ¿qué matemática te permite financiar esa forma de exhibición? ¿Quizá multar a aquellos espectadores que no asistan al estreno? Yo expongo datos objetivos, que me inducen a pensar que el fenómeno está muerto. No hago una proclama de principios ni expongo mis deseos. Respecto a David, celebro tu nostalgia por el “viejo cine”; sólo quiero puntualizar que al hablar de cine por internet no estoy refiriéndome a Utube, que es como el cine de los Hermanos Lummiere respecto al technicolor. Dentro de no mucho, el cine en internet se descargará a tiempo real con calidad HD, y podrá visionarse en una pantalla extraplana con sonido dolby surround en tu salón. En ese momento, será más difícil de distinguir entre esa experiencia y la que proporciona la misma peli exhibida en un minicine de arte y ensayo. Por supuesto, no tendrá nada que ver con la experiencia en 3D, de ahí que la gran industria, para mantener el circuito salas, haya apostado por ello, como en su día lo hizo con el sonoro, el color, o el cinemascope. También en aquella época hubo quien dijo que el cine había muerto cuando llegó el sonido; luego, con el color, los puristas echaron de menos la elegancia del blanco y negro. Pero la historia los superó, la tecnología se impuso, y las cosas fueron como fueron, no cómo algunos “desearon” que fueran. Lo mismo aplica aquí, lo siento mucho por los nostálgicos. Insisto, no me gusta que sea así, pero mi análisis es científico y basado en datos, no vocacional. Saludos y hasta la próxima ocasión; aquí o donde disponga el destino.

  34. David D. Says:

    Estimado Cautivo, ya que nombras aprovecho la mano.
    En efecto, me invade cierta nostalgia, soy un ser humano, pero créeme que eso no me impide seguir viviendo o disfrutando el cine, del presente y del que venga. No estoy contra nada, que viva el internet de calidad HD y que viva el 3D, ya dije que mis deseos o preferencias no van a cambiar nada las cosas, ni voy a ponerme tonto con la tecnología. Yo hacía cortos en cine, ahora los hacemos en vídeo, sea con cámaras de pobre captación o de gran calidad, y se proyectan en lo que aún hay: a veces en cine (con esas ya criticadas copias en 35 mm. que salen de las ayudas varias de este país), a veces en digital, dependiendo de cada circuito, los cuales cada vez más, afortunadamente, aceptan en sus mejores foros proyecciones digitales de no tan buena calidad, es una correcta forma de adaptarse y de aceptar la realidad. Si por mí fuera, mañana mismo todas las proyecciones pasarían a ser digitales de gran calidad en los circuitos establecidos, y de calidad intermedia en los sitios alternativos, con los que hay que seguir contando, la cultura de la imagen debe seguir en la calle, en foros, encuentros, festivales, etc., no creo que internet se vaya a comer del todo esa cosa tan maravillosa del encuentro en directo. Del resto mejor no hablo porque no entiendo de negocios, pero el mundo puede contar conmigo para seguir adelante en lo bueno.

  35. Nicolás Melini Says:

    Querido Cautivo, creo que sabes que nuestras posturas son absolutamente irreconciliables, pero no por prejuicios, sino, más bien, por ética, por principios, o sea, por lo que importa. No somos sólo lo que nos gustaría hacer o hacemos, también somos lo que no hacemos. No reprocho que, vista la coyuntura, si a un cineasta español lo que le gusta es determinado tipo de cine que se exhibe comercialmente en salas, trabaje en inglés y se asocie con quien manda, esa es una de las alternativas posibles, probablemente más exitosa que cualquier otra que pudiéramos adoptar. Y felicidades al que lo consiga. Goodbye, body. Felicidades por conseguir por derecho que te hagan 100 o 300 copias de tu película para salir en España. Pero lo que no me parece de recibo es utilizar esa calculadora tuya para desanimar a quienes no quieren seguir ese camino (que tú, y no es prejuicio, sino también un dato objetivo, has intentado).

    Por qué no estoy de acuerdo con los aplastantes resultados de tu calculadora. Pues porque el cine que me interesa en general, y del cual hay todos los años una buena muestra en este país, está saliendo con 5 copias, con 10… Porque ese otro cine, que tantas veces me interesa mucho menos, sale con 100, 200, 300. Y eso es también un dato objetivo: en España se está haciendo un cine extraordinario que no está pudiendo ver casi nadie, y, tal vez, lo que habría que hacer es buscar solución para que lo pueda ver la gente, no certificar su defunción, como haces tú. Lo cual no supone más que aceptar, efectivamente, que quien manda y tiene el circuito prácticamente secuestrado, mande y secuestre el circuito todavía un poco más.

    Si en este país hubiese un poquito de voluntad política, se tomarían medidas para que el cine español que merece la pena se pudiera exhibir con más copias y pudiese recaudar más de lo que recauda. Sabes perfectamente que en nuestro país vecino se da una coyuntura muy diferente, y tal vez por ello tengan una cinematografía tan interesante. Sin embargo, pasan los años y ningún gobierno ha tenido la gallardía de coger ese toro por los cuernos. Si no se quiere “proteger” el cine hecho aquí (ese cine que sale con cinco copias, no ve ni dios pero recorre el mundo y se estrena en Cannes, Berlín, etc.), también se podría haber planteado en algún momento la creación de un circuito independiente para que ese cine tenga mayor difusión, y recaude. Y tampoco se ha hecho. Cuando hay voluntad política (por ejemplo, la voluntad política que nos lleva a financiar sedes del Instituto Cervantes por todo el mundo) se crean esos circuitos, y el Cervantes está siendo uno de ellos. En Argentina se está haciendo, para que el cine argentino llegue a todos los rincones del país. Y aquí, con todas las instituciones culturales con sala de proyección que existen, se podría haber orquestado un circuito de exhibición de ese cine español que tanto merece la pena, de tal manera que no dependiese tanto de que las salas comerciales lo exhibieran con 5, 10 o 100 copias. Lo que merece la pena, merece la pena salga con las copias que salga.

    No me gusta tu calculadora del mismo modo que me siento tan raro cada vez que en los diarios nacionales se hace recuento de los datos del cine español en términos cuantitativos (hemos perdido cuota de pantalla, gracias a tal película hemos mantenido la cuota de pantalla) y descubro la categoría infame de las películas que mantienen el pabellón alto (y cómo las que merecen la pena no cuentan a la hora de esa estadística). Aquí, por ejemplo, triunfó Santiago Segura y salió con no sé cuantas copias, y bastantes productores se pusieron a intentar hacer lo mismo. Una muestra muy evidente de que la razón de que hicieran cine era el dinero y no otra cosa. Yo no dudo que el dinero sea una motivación para hacer cine como otra cualquiera, pero eso no puede ir en detrimento del cine que se hace por otras motivaciones. Y me gustaría que al cine español, en vez de medírsele por esos “calculadores” motivos, se le midiese por la calidad. Entre las 170 películas que aquí se hacían al año, había de todo, como en botica, fracasos de todo tipo, cinematográficos y económicos, pero otro gallo nos cantaría si en vez de poner el acento en el número hiciéramos porque las películas que salen bien lleguen a sus espectadores.

    Te das cuenta cómo medimos tan distinto tú y yo.

    En cuanto a lo de Internet, ya te he dicho que no me opongo. Cuál es el problema, ¡a trabajar en eso! Se quiera hacer cine o se quiera hacer otro tipo de audiovisual o se quiera simplemente ganar dinero. Venga. Yo si veo que el cine que quiero hacer se puede exhibir bien de esa manera y se me ofrece la posibilidad de continuar haciendo cosas para ese medio o el circuito que se cree, me pondré a ello.

    Por último, amigo, dices que cuando conozco tu identidad aparecen mis prejuicios hacia tu persona. Me permitirás matizar eso. Muy sinceramente, por lo que sé, básicamente a través de la prensa, no te gustó que no apoyaran un proyecto tuyo en Canarias Cultura en Red, y, desde entonces, has arrojado manifestaciones muy duras en contra de aquellos a quienes consideras que debían de haberte apoyado. Creo, de corazón, que no tienes derecho a medir a los demás porque consigas o no lo que quieres. Por la misma regla de tres, yo podría tener tu actitud hacia las mismas personas (yo y tantos otros que presentan proyectos y no reciben). No me dan, pues se van a enterar. Y probablemente conmigo se han producido circunstancias tanto o más “justificadas”, si es que esa actitud se puede justificar, que contigo. Pero no lo hago. Ver que viertes aquí y anónimamente opiniones que descalifican a aquellos que consideras tus enemigos, no me predispone a favor de tu conducta. Eres muy libre de hacerlo, pero no me digas que no sopeso tus argumentos sino a través de mis prejuicios una vez que descubro quién eres. No son prejuicios, es que hay algo que no va en tus argumentos, cuando se entretejen con querellas que nada tienen que ver con lo que se discute. Y conocida la identidad, cobran más sentido ciertas cosas.

    Pero ánimo, Cautivo y Desarmado. Si algo deseo es que todo eso pase. Que por fin te sientas bien tratado y que disfrutes haciendo lo que te gusta. Y que consigas hacer grandes cosas. Porque además estoy convencido de que ello será muy positivo para todos los demás que quieran hacer grandes cosas.

    Un fuerte abrazo. Pero fuerte fuerte y de todo corazón.

    P.D. Lo de dejarlo era porque nos quedamos como locos aquí hablando solos, debatiendo entre nosotros, y la punta de Eduardo era como para planteárselo.

  36. editorescobillon Says:

    Estimados, mientras el debate sigua por este camino (duro en ocasiones pero sobre todo respetuoso y aportando contenidos y conocimientos) bienvenido que sea. Lo de la frase de Pemán no iba por nadie en concreto, pero sí como un aviso a todos esos “buenos” intelectuales que hacen mutis por este y otros foros.

  37. Nicolás Melini Says:

    Gracias por la aclaración, escobillón. La verdad es que no me considero muy intelectual en absoluto; al contrario, me gustan más los tipos como Marsé, por poner un ejemplo. No sé si sabes a lo que me refiero. Hay algo de honestidad creadora que me parece más importante que la fanfarria intelectual.

    Tienes razón cuando dices que estaría bien que entrasen otras personas en este debate. Aquí se han expuesto sobre este tema dos posturas muy diferentes. Pero como dice David, la cosa se está transformando y hay mucha confusión, nadie sabe con mucha certeza hacia dónde vamos. Seguro que hay unas cuantas visiones más sobre el asunto. Y estaría muy bien conocerlas y discutirlas.

    Tal vez he dicho alguna cosa un tanto dura, tal vez no, no lo sé. En cualquier caso, te reitero Cautivo que, por encima de que nuestros puntos de vista sobre esto sean tan divergentes, y dejando al margen todo lo demás (que ojalá se resuelva pronto), tienes mi más alta consideración, y te deseo lo mejor de veras. Ojalá coincidamos pronto para tomarnos unas cañas y echar unas risas sarcásticas recordando esta conversación. Un abrazo.

  38. editorescobillon Says:

    Ahora que hablas de Marsé, a mi me gusta más el tipo Mammet. Bronco y elegante, física como creativamente hablando.

  39. Juan Carlos Says:

    Que lección del Señor Melini sobre ese llamado señor Cautivo…

    lo ha dejado, nunca mejor dicho, “desarmado” de argumentos…

    Suele pasar con las personas de baja sabiduría y educación…que llega un tipo “inteligente” como el Señor Melini y lo desarma…

    ¿Para cuando un post nuevo del Señor Rojas sobre el tema?

  40. editorescobillon Says:

    ¿?

  41. Nicolás Melini Says:

    ¿?

  42. Nicolás Melini Says:

    Juan Carlos, muchas gracias, pero no veo las cosas como las ves. Aquí no se trata de desarmar a nadie. Tampoco creo que eso se haya producido. Los argumentos de Cautivo están muy bien. Es más, es una visión de las cosas que probablemente se imponga, porque no pierde de vista una cosa, el factor dinero, que al final es el que hace que las cosas caminen en una dirección o en otra. Por otro lado, creo que lo que has leído tiene que ver con el nivel de frustración que sienten (sentimos) los que quieren hacer cine en o desde Canarias. Una frustración que no es nada fácil de administrar y que lleva a comprensibles errores. En cualquier caso, no me parece algo que debamos celebrar.
    Un saludo

  43. Cautivo y desarmado Says:

    Amigo Melini (y no lo digo en vano porque sabes que siempre agradezco la posibilidad de charlar contigo, dado que eres de las pocas personas profundamente honestas que conozco y sin pelos en la lengua, y eso se agradece mucho, especialmente, para mí, cuando me llevan la contraria). Si creo que hay un prejuicio al señalar que yo defiendo cierto tipo de cine. Te aseguro que no. Mi película favorita sin discusión -y la que más me ha influido- es “Los Olvidados” de Luis Buñuel. Blanco y Negro, Española (Mexicana), y en 35mm, válgame Dios. Lo que creo es que hay una comprensión desviada del sentido de mis palabras. Yo defiendo el cine inteligente, por supuesto, y me parece, igual que a ti, una tragedia que no se pueda ver porque los grandes circuitos de distribución estan ocupados y manipulados por quien todos sabemos. Pero como solución a eso, en lugar de darme golpes contra la pared, veo la alternativa de internet como una nueva frontera, mucho más dificilmente manipulable. Al margen de que ruedes en un formato u otro ( y personalmente adoro el look del celuloide, pues, como sabes, sólo he rodado en celuloide toda mi vida), tengo que admitir, ante las evidencias, que la sala está cerrada para el cine inteligente, y que hay que adelantarse a los tiempos. Dentro de no mucho tiempo, seremos capaces de descargarnos una obra ignota de un cineasta en Nigeria, y verla en magnificas condiciones en el salón de nuestra casa, le guste o no al mandamás de la Warner o la Sony. Lo que no me creo es que haya medidas posibles para contrarrestar la omnipotencia de los grandes estudios, que consideran las salas “suyas”, quizá porque de hecho lo son. Respecto a Francia, olvidas el carácter francés, tan chauvinista en todo. De la misma manera que los mcdonald no han podido con la comida francesa, no ha podido Hollywood. Pero eso es porque el público francés, sistemáticamente, convierte a las pelis francesas en objetos de culto colectivo, en masa. ¡Qué distinto de España, donde todo lo español es siempre minusvalorado! ¿Crees posible que una ley cambie una sociología tan arraigada? Yo no. Mi calculadora es muy sencilla. Con diez copias no te estrenan. Haz la prueba. Con 100 (mínimo que ha alcanzado Elio Quiroga), necesitas retornos de 300.000 para pagar los gastos, simplemente. ¿Quien consigue ese retorno? Como tu has dicho, la bazofia nacional -”Segura, Fuga de cerebros, etc. – El 95% de las películas españolas, incluido joyitas como La soledad, o La Vergúenza, no cubren ni el lanzamiento. Así es imposible competir en el mercado de las salas. Insisto, el debate no es que tú apoyes el cine inteligente y yo la bazofia comercial americana. El debate es que tú dices que vale la pena arruinarse intentando lo imposible, y yo te digo que el esfuerzo es vano, y que sería mejor centrar los esfuerzos en algo positivo, en el previsible salto al futuro, un futuro para mí muy luminoso, un momento en el que todo el mundo -gracias a internet- pueda descargar la peli que quiera, por muy rara y pequeñita que sea. 100 espectadores aquí, otros cien allá, y tienes una comunidad de espectadores mundiales para la obra más extraña del mundo. Eso si es una nueva frontera. Y por esto, defiendo que en Canarias, ya que perdimos el tren del cine en los 80, apoyando a los “coleguitas de la época”, no sigamos en las mismas. Que nos centremos en apoyar las iniciativas que nos coloquen a la vanguardia de la tecnología, por ejemplo, creando un servidor que distribuya electrónicamente y de pago las obras canarias. Empeñarse en apoyar el celuloide sin visos de estreno en sala (como es la norma en las producciones canarias, que no se exhiben ni en las salas canarias), todo para aparentar que se hace algo por la industria, me parece dinero perdido, y lo que es peor, talento y tiempo perdido.
    No entro a discutir contigo respecto a las razones que aludes para mi enfrentamiento con Canarias Cultura y Acepa, pues no quiero desviar el debate hacia temas personales, pero si te diré que alguna razón tendría mi protesta cuando al año siguiente el voto de la Acepa en las comisiones fue eliminado, dejándolos sólo con voz. Si no tenía razones, ¿a qué ese cambio? ¿Quizá mi reclamación coincidía con cierta opinión muy extendida sobre la imparcialidad de dichas comisiones? ¿O es que soy tan importante que mi pataleta hace cambiar la ley?
    Respecto al señor Juan Carlos, me sorprende que extraiga de mis palabras que soy persona de “baja sabiduría y educación”. No voy a contestarle pues ya lo ha hecho el Sr Melini en una muestra de la objetividad y el nivel intelectual que a usted le falta.
    Ah por cierto, este hilo que “había pasado a mejor vida” parece que, como zombie, está muy animado. Quizá convendría a Don Eduardo abrir algún nuevo comentario más actualizado que nos permita a sus fans explayarnos en opiniones sobre este dinámico fenómeno, el audiovisual canario, dado que es, obviamente, el tema estrella de su blog, ultimamente demasiado centrado en la literatura de culto. Un abrazo a todos.

  44. Nicolás Melini Says:

    Estimado Cautivo, he estado perdido unos días. Simplemente, tu certificación de “la muerte del celuloide para el cine inteligente” ya me está recordando a ciertas actas de defunción de la novela que han sido.

    Javier Rebollo acaba de rodar su segunda película, con un presupuesto inferior a Lo que sé de Lola, y ya veremos con qué ridículo número de copias llega a las salas. Pero, previsiblemente, la película se estrenará en el Festival de San Sebastián, dentro de un mes, si todo va bien (me informan). Lo mismo que la nueva película de Isaki Lacuesta, primera de las suyas que es de ficción pura y dura, y que está despertando mucha expectación de cara a su estreno en el festival.

    Este es el presente. Los cineastas con convicción están haciendo el cine que quieren hacer caiga quien caiga, a pesar del pobre número de copias con que llegan a las salas comerciales. No sé por qué esto no debería ser posible en Canarias, siendo, además, que los presupuestos de estas películas están más próximos al pobre alcance de las producciones de la isla.

    No sé si lo de Francia no es posible en España porque los franceses son más chauvinistas. Pienso más bien que a quien manda no le interesa que haya otro ejemplo como el francés (que haya una nación díscola que no acate los designios de la potencia, pase, pero que lo hiciera España también podría ser un mal ejemplo a seguir por, acaso, Alemania, Italia, Argentina, México, uff…) Es que estamos hablando, si no me equivoco, de la segunda industria de EE.UU. Y a mí que los distintos gobiernos de España no acaben de proteger a la industria de este país ya me mosquea. Me suena a Política Exterior. ¿No será que los españoles estamos sacrificando a nuestro cine a cambio de otras cosas?

    Muchos se quejan de que el cine español esté subvencionado, pero es que nuestras televisiones públicas, si no me equivoco, compran mucha producción norteamericana, gastan más dinero público en comprar películas de allí que en financiar el cine de aquí. Así que, habría que hacer la cuenta, pero, a lo peor, estamos subvencionando mucho más el cine norteamericano que el propio. Otros, desde un liberalismo tontorrón, le niegan al cine español la posibilidad del proteccionismo: cuando, para proteccionismo, el norteamericano. Intenta estrenar allí. Otros parecen convencidos de que el público español nunca preferirá las producciones españolas a las norteamericanas (en Francia, según tú, eso sucede por el orgullo patrio que aquí no tenemos), pero lo cierto es que lo mismo se decía de las series de televisión, nunca el público español las preferirá a las norteamericanas, y sin embargo ya es una industria consolidada, en la que, por cierto, están acabando gran parte de los profesionales del cine español, pues es donde único hay un trabajo continuado y relativamente estable.

    Dices, Cautivo, que te gusta el cine inteligente, y, que si pienso que no, es por prejuicio hacia tu persona. Yo no digo que no te guste. Es evidente que, sin embargo, prefieres certificar su defunción a liarte la manta a la cabeza (como Rebollo y Lacuesta, sin ir más lejos) para hacerlo.

    Un abrazo

  45. Cautivo y desarmado Says:

    Ojalá pudiera, Melini, ójalá pudiera liarme la manta a la cabeza. Pero necesitas más que una manta. Mucho más, y no todos tenemos esa posibilidad. No quiero desanimar al que lo intente; no lo veo como alguien que se anima a saltar de un acantilado (en cuyo caso habría que impedírselo), pero si lo veo como alguien que quiere llegar a la Luna subido en el haz de luz de una linterna.
    Hay un tema que nunca se cita respecto al cine español, y es la clave de todo. El doblaje. Fue introducido por los americanos como parte del acuerdo Marshal. Es algo que no pasa ni en Portugal ni en Grecia. Sólo pasa en Alemania, España e Italia, (curioso, los paises perdedores de la guerra). Cada vez que el gobierno español ha dado pasos para prohibirlo, las amenazas americanas se hacen muy duras. Es casi un tema prohibido. ¿Y por qué? Pues muy sencillo. Dime cuánta gente entraría al cine a ver una peli americana si fuera con subtítulos. Justamente, las restricciones que pone el cine americano al europeo es ése, que en USA no se puede “doblar”, por lo que las pelis no habladas al inglés prácticamente no circulan sino en circuitos universitarios o de cineclub. Una medida como prohibir el doblaje significaría un encuentro instantáneo del público con su cine natural. Y a partir de ahí, estoy seguro que el cine español mejoraría por tener un mercado propio en el que medirse (como pasa en televisión). Por desgracia, como te digo, cuando se ha sugerido siquiera el tema, los americanos han amenazado con casi un bloqueo militar, pues no en vano España es el 7 mercado mundial para su cine -una proporción descabellada en relación a su población. Si los cineastas españoles quieren tener cine, que empiecen a demandar como prioridad que se acabe el doblaje.

  46. Nicolás Melini Says:

    Estoy de acuerdo. Y a eso me refería por “liberalismo tontorrón”. El de quienes, ante la posibilidad de que acabe el doblaje piensan que sería un atentado contra los espectadores (que mayoritariamente no hablan inglés), en vez de comprender que el actual estado de las cosas no es natural ni de recibo en absoluto. Piensan que el doblaje es lo que garantiza su libertad como espectadores. Piensan que lo reaccionario es el proteccionismo, cuando lo reaccionario es el doblaje impuesto. Piensan que su libertad se encuentra en la posibilidad de seguir viendo las películas norteamericanas (y dobladas), porque es lo único que conocen, porque así lo han conocido siempre, y niegan la posibilidad del cambio. Un cambio que es indispensable para que en España no sólo seamos libres para hacer cine, sino libres para ver cine de muchas partes, pues el cine norteamericano competiría en igualdad de condiciones con el cine que nos llegaría a las salas desde otras cinematografías. Eso es libertad, y no la posibilidad de ver una película doblada (tremendo atraso).

    Tú, como yo, te has reunido con productores internacionales en alguna ocasión: sabes que cuando te sientas ante ellos, si el presupuesto de la película que tienes entre manos es de 2.500.000 de euros, un presupuesto medio del cine español, te dicen que ellos no pueden entrar, porque para ellos eso no llega a ser el presupuesto ni de una película para la tele. A continuación te preguntan si tu proyecto es en inglés. Si la respuesta es que no y detectan que ni siquiera estás dispuesto a contemplar la posibilidad de cambiar ese aspecto, la conversación ha terminado. Tu proyecto debe ser en inglés o no ser.

    Has dicho España, Italia y Alemania. Tú, como yo, seguro que te has reunido alguna vez con productores alemanes e italianos. Y sabes que su respuesta es: nosotros no podemos participar en un proyecto a menos que sea una gran producción, sólo podemos participar en proyectos de gran presupuesto y con estrellas internacionales. Las salas italianas no son nuestras, te dice el italiano. No podemos contar con la taquilla, te dice el alemán. No son más que las consecuencias de tener la propia cinematografía “cautiva” de los intereses de otra, y “desarmada”, por supuesto, por el poder económico que esa cinematografía ha alcanzado por medio de semejantes prácticas. Tu libertad como cineasta, en unos casos, cuando no tu libertad como espectador, completamente limitada.

    Por eso mi admiración a todos los cineastas que siguen haciendo cine en este país. Y más aún a los que hacen un “cine inteligente”, según tu propia terminología, salvando esta coyuntura tan adeversa.

    Y por eso creo que es en ellos en los que hay que mirarse. Lo hacen bien con apenas nada. Demuestran que sí es posible, a pesar de todo.

    Salud

  47. David D. Says:

    Amigos todos, mucho me temo que nuestros idealismos dormirán el sueño de los justos. La revolución y expansión comercial a gran escala del 3D, proyectado en cine y en digital, no tiene freno. Esto no quiere decir que el sistema tradicional de proyección vaya a desaparecer, al menos de momento. Así es que las “pequeñas producciones” o esas de un impacto relativo en cuanto a “entrar en otros mundos” (los que a ellos les interesan), que es lo que al parecer buscan las grandes compañías, tendrán su hueco en el mercado, y es ahí en donde hay que seguir luchando, en ese territorio alternativo o paralelo, cada vez más alejado, me temo, pero creo que es la realidad. La otra alternativa que se ha hablado en este ya largo debate o intercambio es internet. Vale, a nivel usuario enclaustrado o familia digitalizada va a funcionar, la industria no va a desaprovechar nada, y ya están dando sus golpes maestros a la piratería, no tanto para erradicarla como para sobrepasarla, reinventar el sistema de ocio vinculado al cinematógrafo. El tema del doblaje en España y otros países europeos es un tema de colonialismo económico-cultural ya infiltrado en las mentes de las personas como algo natural e inviable para el cambio. Hace tiempo que dejé de depositar esperanzas en eso, incluso sospecho de mí mismo como de un impostor. Sencillamente, las películas que suelo degustar no llegan a las salas españolas, o mejor dicho, a las salas canarias, aunque muy de vez en cuando alguna se cuela y llega doblada, y las menos con subtítulos. ¿A qué venía todo esto? ni me acuerdo. El cine de autor seguirá haciéndose, con dificultades, y seguirá distribuyéndose, proyectándose en sistemas varios, al menos un tiempo. Y mientras, nosotros iremos envejeciendo y haciéndonos preguntas sobre estoy y sobre aquello. Desde aquí apoyo a los locos que a parte de participar en las cosas más ramplonas de este mundo, quieran hacer su propio cine e inventar o participar en las alternativas que la gran industria dejará a los apestados. Así el cine de ocio será cada vez más una cosa de juegos mágicos, y el cine pobre un arte aparte. Esto no son más que suposiciones para entretenerme un rato.
    Salud!

    Dejo un enlace sobre algunos sistemas de proyección del presente:
    http://www.novedadescinematograficas.com/2009/02/nuevos-formatos-de-exhibicion.html

  48. Nicolás Melini Says:

    Interesante información, David.

    Hay una frase de Aristóteles en su Poética que siempre tengo muy presete. Decía Aristóteles que se puede entretener al público por medio del artificio, pero que ello es de MAL POETA. El artificio es el arte de los artesanos.

    Dicho lo cual, espero y deseo que también sea posible la irrupción de algunos buenos poetas en 3D. Seguro que sí.

    Un saludo

  49. Cautivo y desarmado Says:

    El artículo de David sólo confirma mis peores espectativas para el cine patrio. Esos formatos son literalmente “inasumibles” para el presupuesto medio español. Ante un cambio de paradigma semejante – y siento ser pesado con esto- hay que replantearse todo. Invertir en 35mm en español para salas es una pérdida de tiempo y dinero. Ocurre a nivel nacional, y ya no hablemos de lo que supone para los últimos de la fila -el cine canario. Esta realidad debería abrir un debate sobre el Plan Audiovisual Canario, su planteamiento y objetivos -nunca cumplidos. Negar la evidencia es la mejor forma de perecer ante ella. Adaptarse a la evidencia es la única forma de sobrevivir.

  50. Nicolás Melini Says:

    El debate tiene que ser continuo, cautivo, y sobre todo lo que se mueve. Planteas que se debata el Plan Andiovisual Canario, claro que como has arrojado acusaciones tan duras, y por un motivo cuando menos discutible, contra las personas que lo gestionan, y es evidente que los consideras tus enemigos, y por extensión los enemigos del audiovisual canario, cualquiera puede pensar que con este asunto has encontrado una manera “racional” de atacarles. Releo tu primer comentario en este post, recuerdo todo lo sucedido, y me lo pienso.

  51. Cautivo y desarmado Says:

    Lo racional implica que hay razones, Melini. No hay modo racional de “atacar a mis enemigos”. Si lo son, es porque defiendo el audiovisual canario, como he hecho desde hace 30 años. Tú inviertes la ecuación en mi caso, alegando que mis motivos son “discutibles” (insinuando que son personales), pero sin contestar por qué mi crítica tan “personal” ha provocado cambios oficiales en la comisión. Razones tendrás para callar. Piensa, sí. Piensa. No en mis motivos “discutibles”, sino en los tuyos. Quizá tú sí tienes alguna razón para defender esas comisiones trufadas de “amigos”… frente a la evidencia de la razón y de los hechos. Muchas veces los que más reclaman ética son los que menos la tienen.

  52. Nicolás Melini Says:

    Por esto te puedes enfrentar a una demanda. Yo, con estas cosas, no juego.

  53. Cautivo y desarmado Says:

    Jajaja. Como buen actor melodramáticos. como cómico no tienes precio. Ahora, si es por hacerte publicidad, ya te entiendo mejor; adelante. Lo podemos coordinar con Eduardo. A mí también me vendría bien un poco de prensa. Nos tienen tan olvidados… ¿No te parece?

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