Atención, pregunta: ¿Qué piensa hacer Cristóbal de la Rosa con el Teatro Baudet?

Leo con mucho interés el artículo que publica hoy La Opinión de Tenerife dedicado a uno de esos viejos y olvidados palacios cinematográficos de la capital tinerfeña: el Teatro Baudet. Y lo leo con interés porque el Baudet junto al Price, el Cinema Victoria, La Paz y el Víctor y más tarde también las mini salas Charlot se convirtieron en algo así como los cines de mi barrio. O esos en los que te conocía hasta el acomodador. El acomodador del Baudet, Diego si recuerdo bien su nombre, lo que pongo ahora en duda, era de los pocos que me dejaba colar en las sesiones no aptas para menores porque conocía a mi padre. Eso sí, antes de cortarme  la entrada me rogaba que subiera a la parte de arriba (porque la mayoría de estos cines tenía una parte de arriba) y me ordenaba que cuando se encendieran las luces del descanso (siempre había un descanso a mitad del metraje) me escondiera debajo de la butaca por si había un inspector velando por la corrección de aquella medida fabricada para frustrar a los que, como yo, nos acostumbramos a perder el tiempo en el cine. Gracias a la generosidad de este buen hombre pude ver la que sigo considerando la mejor película de Sam Peckimpah, Quiero la cabeza de Alfredo García, así como la primera parte de El padrino, entre otras.

El artículo de La Opinión de Tenerife no va, afortunadamente, por los derroteros de la nostalgia sino que informa sobre la inactividad de un espacio que tras dejar de ser cine se usó durante un tiempo como sala de bingo y más tarde como salón de fiestas de fin de año. Hoy está cerrado a cal y canto aunque en un extremo de su fachada sobrevive contra viento y marea la librería del Cabildo, la única especializada en vender libros editados en las islas.

Hace años, en el otro extremo del edificio se alojaba el que quizá fuera uno de los bares más legendarios de la capital tinerfeña: el Gran Vía. Escribo lo de legendario porque este establecimiento era de los últimos que cerraban en la siempre desteñida vida nocturna santacrucera. Allí podías tomar la última copa y comer algo si el estómago te lo estaba pidiendo a gritos. Su dueño era don Pedro, un señor con un lejano parecido a Francisco Franco en los años cincuenta. Por esa semejanza, vaga e imprecisa, uno de mis primos popularizó que conociéramos a su bar como el Dragon Rapide, el nombre del aeroplano que trasladó al futuro dictador de Gran Canaria al Marruecos español para que iniciara lo que su servicio de propaganda se empeñó en bautizar como gloriosa cruzada nacional.

Pero les hablaba del interesante artículo que hoy publica La Opinión de Tenerife. Donde además de darse información sobre el antiguo cine (fue inaugurado en 1944 y estuvo ligado a la familia Baudet) y recordar que su arquitecto fue José Enrique Marrero Regalado, el mismo que diseñó el Víctor y el antiguo Cabildo de Tenerife, el periodista se pregunta si esta sala tiene futuro en una ciudad de muertos vivientes como es Santa Cruz de Tenerife.

La pregunta que se plantea no es baladí porque, como destaca la información, el propietario del Teatro Baudet desde 1999 es el Cabildo de Tenerife. Y la verdad es que ha llovido mucho desde ese 1999 a 2010. Once años, calcula el periodista, en el que se ha dejado morir un espacio que en un principio asumió la administración insular para dotarlo de vida (¿?).

Bien de Interés Cultural (BIC), tal ha sido la dejadez del actual responsable de Cultura y Patrimonio del Cabildo tinerfeño, Cristóbal de la Rosa, que las ratas y otras alimañas que probablemente corretean hoy por sus desoladas instalaciones están barajando la posibilidad de erigirle un monumento con la basura que ahí se acumula.

Ocultando sus vergüenzas en el acogedor armario de la crisis, de la Rosa en otro rasgo más de su agudo sentido de la cultura o miente –según interpreto de las conversaciones que según La Opinión reveló Dulce Pérez en su blog y en la que se asegura anunció que “el Gobierno de Canarias tiene nuestra propuesta para la puesta en marcha del Baudet, conjuntamente con el Ayuntamiento y la SGAE”, siendo inmediatamente contradicho por el viceconsejero de Cultura del Ejecutivo autonómico, Alberto Delgado– o sencillamente es un imbécil. O un incapaz que por esos inquietantes caprichos de la política nacionalista canaria continúa ocupando un cargo por el que será recordado mucho me temo más como un hooligan de la cosa cultural que por otra cosa.

El artículo de La Opinión, como la mayoría de los artículos que hablan de las salas de cine que una vez poblaron esta ciudad, me ha hecho viajar en la montaña rusa de la nostalgia y como tal me ha dejado un regusto amargo en las ideas. Por un lado porque que no se hara nada. El Baudet continuará cerrado para felicidad de los bichos que han encontrado hogar en sus polvorientos salones. Y por otro porque contando con el perezoso equipo de gestores que tenemos, quizá lo más recomendable sería hacer una pira e invocar a los dioses primigenios para que se llevasen a todos ellos a los territorios de la dimensión desconocida…

Si algo bueno tiene este mal chiste de dejadez, desprecio, soberbia y vanidad con anagrama Rosa, es que esta mañana al pasear frente al cine Víctor descubrí que han cerrado la entrada con una tela marrón y de mala calidad para que no podamos ver el deplorable estado en el que se encuentra el hall desde que el Víctor dejó de funcionar como sala de proyección. Esto me hizo pensar que este improvisado velo podría ser una extraordinaria metáfora para ilustrar cómo se las gastan en estas islas cuando las cosas están muy mal hechas: disimular las vergüenzas con una cortina que, oh fortuna, no es todavía de hierro como –sospecho— algunos de estos desaprensivos intenta que así sea.

En fin.

Saludos, deseándoles buenas noches y buena suerte, desde este lado del ordenador.

11 Responses to “Atención, pregunta: ¿Qué piensa hacer Cristóbal de la Rosa con el Teatro Baudet?”

  1. elintenso Says:

    Un tema que te cedo para que lo comente el Sr. Editor:
    http://www.elpais.com/articulo/cultura/timo/estampita/3D/elpepicul/20100405elpepicul_1/Tes/

  2. Mario Domínguez Parra Says:

    ¿Quitar la palabra Teatro, no vaya a ser que algo relacionado con la cultura le haga daño?

  3. malamente Says:

    _El Teatro Baudet es perfecto para la Filmoteca Canaria en Tenerife, asi como El Guiniguada los para Las Palmas.

  4. Mario Domínguez Parra Says:

    Malamente, ojalá escuchasen tu propuesta.

  5. admin Says:

    Recemos a los dioses…

  6. Patrick Says:

    Hombre, yo prefiero el Victor para filmoteca y el teatro Baudet para teatro (no estaba mal la idea de tearo para compañías canarias) Que sigue siendo la hermana pobre

  7. chicharrera Says:

    Yo también leí con especial interés el artículo de la opinión, pues como buena cinéfila y chicharrera se me parte el corazón cuando paso casi a diario por delante del Baudet, como familiarmente lo he llamado siempre, me indigna lo mismo que el abandono del victor…

    ¿Será posible que no llegue nunca a la política de nuestra ciudad ninguna persona con un mínimo de sensibilidad que evite otra pérdida más de patrimonio histórico y cultural?, yo creo que santa cruz no se merece tanto desprecio.

  8. admin Says:

    Le hice esa misma pregunta hace unos años a un importante cargo del Cabildo de Tenerife (y no, no es la persona que puedan pensar) y me dijo que uno de los problemas para que pudiera funcionar como teatro es que no había sitio donde pudieran aparcar los camiones para descargar material. En fin…

  9. admin Says:

    Chicharrera, me parece a mí que salvo a un puñado de románticos al resto les importa un pimiento mantener este tipo de espacio.s Hoy, además, cuentan con el inevitable mantra de no hay dinero, no hay dinero cuando se les pregunta por estas cosas…

  10. Clipper Says:

    A mí me parece sospechoso que salga ahora un artículo en La Opinión. Ahora que resuenan las campanas. No querrán insinuar que más vale dárselo a otros a que siga cerrado?

  11. admin Says:

    Puede ser, y más teniendo en cuenta que en el artículo el periodista intenta ponerse en contacto (¡tres veces!) con este pedazo de ser humano y no hubo manera. En fin…

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