¿Hablando se entiende la gente?

Interesante debate el que planteó el periódico El Día el domingo pasado en torno a los festivales y conciertos en Canarias. Interesante también son las conclusiones que sacan los invitados a participar en esta charla aunque uno todavía se pregunta qué dominios (por demonios) hacía el viceconsejero de Cultura del Gobierno regional, Alberto Delgado, en esta especie de cónclave de promotores festivaleros. Bueno, puedo pensar las razones y supongo que cualquiera con dos dedos de frente también.

Los participantes en esta tenida fueron además del bueno de Delgado los empresarios Leopoldo Mansito, de LM Producciones; Martín Rivero, de Rider y Tantoarte Producciones (su página web está en construcción); Jordi Esplugas, de Canarias Sun Live Festival, y Bernard Habis, de Airbag Events (no hemos encontrado su web, si la tiene).

Si está interesado en estas cosas les recomiendo que se lean el diálogo que arbitra Delgado. Salvo Jordi Espuglas, la voz más coherente de la fiesta, el resto de los participantes coincide en lamentar (y no en ejercer un deportivo mea culpa) sobre lo mal que lo tienen en traer artistas con pedrigrí a este territorio desestructurado. Eso sí, todos, absolutamente todos, respetan sus cotos de caza al asegurar que “no existe saturación de eventos” (¡como odio esa palabra: eventos!) porque la bulla obedece  “a la gran demanda de público, ávido de espectáculos, la que mueve el mercado”.

Muy ajustado a su papel, Alberto Delgado recordó por enésima vez la dichosa crisis y el recorte carnicero que ha padecido el departamento que dirige. Se le olvidó añadir que desde hace tiempo se le viene pidiendo a gritos que limpie esa santa casa, que luche por la transparencia en determinados departamentos y que se busque otros asesores. Algunos de los cuales podría estar sentado en esa misma mesa que organizó El Día para hablar sobre lo divino y lo humano de los festivales musicales en Canarias.

Delgado es, pese a todo, un hombre serio, y advierte de la que se avecina el próximo año. A su manera cuenta que la tarta de la que antes comían unos ya no será tarta sino un pastelito, por lo que solo unos pocos de esos unos tendrán derecho al dulce. La pregunta es ¿a quiénes le tocarán las cerezas? Y la respuesta es que las cerezas ahora las reparte Septenio.

En otro momento del debate, Delgado se queja de las prácticamente inexistentes relaciones entre las admistraciones autonómicas de Cultura y Turismo. “La cultura nos puede diferenciar de otros destinos turísticos de sol y playa similares al nuestro. Hay que establecer sinergias entre ambos sectores, teniendo en cuenta que el turismo representa el 34 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias”. Y exclamo al leerlo un bravo casi inconsciente pero también me atrevo a preguntar: ¿se ha producido ya ese acercamiento entre Cultura y Turismo? Y si es así ¿qué planes se han definido?

Me imagino al viceconsejero si se le hubiera planteado esta pregunta:

-Yo… eh… ¿de qué estábamos hablando?

El culebrón continúa con la intervención del amigo Martín Rivero, quien tras lamentar la desaparición de festivales como Eólica, Aguaviva o Costa de Músicas (añado, aunque no tenga nada que ver con ese paquete, Mueca) denuncie el desequilibrio entre lo que recibe por parte del Gobierno la llamada música culta o clásica, el 50 por ciento del total, y el resto. “Ese es quid de la cuestión porque nosotros debemos hacer equilibrios en el aire” asegura con brillantez el que una vez fuera un notable periodista.

Martín defiende también un mapa de la cultura a través de un Plan Estratégico Canario del sector. Lo que me hace preguntar otra vez (y van) ¿pero no estaba en marcha el puñetero Plan? Y mete el dedo en la llaga quizá porque ya está jarto de los cantos de sirena sobre el divorcio existente entre Cultura y Turismo (le hubiera recomendado a Martín que hubiera añadido a su glosa losa Investigación y Desarrollo) porque “no hay estrategia ni líneas políticas que luego incluyan a las empresas para elaborar un proyecto serio”.

Delgado le responde, sin el talento del internacional Pedrito para el regate, que ese divorcio entre Turismo y Cultura ¡lo tenemos que solucionar ya entre todos!

Olé, olé y olé sus santos cojones.

Jordi Esplugas, que insisto me parece el más coherente en este debate, cree que la música en vivo es una buena inversión cultural, turística y económica y explica como un grupo de empresarios importantes afrontó un riesgo muy alto hace cuatro años y medio ante la casi total desaparición del ocio en el sur de Tenerife. “Se arriesgaron porque la isla merece tener un cartel en Europa con espectáculos al aire libre durante los 365 días del año”. Y ahí, con esas mismas palabras, está la clave de este tronado debate: Convencer a un grupo importantes de empresarios privados a que afronte un riesgo muy importante para revitalizar el sur de Tenerife como destino no sólo de sol y playa sino también cultural.

El Gobierno canario asumiría en este caso otro tipo de responsabilidades. Y así, casi con total probabilidad el pastelillo presupuestario del 2011 igual se transformaría en bizcochón. O queque, como dice en grancanaria.

Desgraciadamente, Leopoldo Mansito no es partidario de este modelo. Confía más en el dirigismo institucional al comentar que su radiofórmula sería contar con “el apoyo de las instituciones públicas y la confianza de las empresas privadas”. O hablando en plata, una vez más lo de me arriesgo si cuento con el respaldo de las administraciones públicas. Administraciones, todo sea dicho de paso, jartas de gritar: ¡No tengo dinero! 

El bueno de Delgado le contesta con “racionalicemos el gasto”. Una manera elegante de decirle “aprenda a buscarse la vida, que de esta teta poco más van a sacar”.

Espuglas, insisto que el más atinado en el debate, añade que “no es cierto que el modelo de sol y playa esté agotado, pero sí hay aspectos que se deben corregir porque la música en vivo no es un patrimonio exclusivo de la cultura. Generar conciertos es invertir en turismo y consolidar la economía de un territorio. El ejemplo de Canarias Sun Live Festival es nuestra mejor baza, puesto que nuestros eventos generaron 1.200 puestos de trabajo y una economía paralela de 15 millones de euros.”

Y continúa sin que se le caigan los anillos: “en el año 2008 tuvimos el sí de Paul McCartney para que viniera a actuar al sur de Tenerife. Hicimos un esfuerzo terrible con un grupo de empresarios y la operación estaba cerrada, pero nos hacía falta encontrar una mínima colaboración por parte del Gobierno de Canarias que nunca apareció y tuvimos que renunciar a una cita que hubiera situado a la isla en todos los informativos del mundo”.

No se indica si Delgado responde.

El resto de los invitados a esa misma mesa probablemente miró al techo y silbó el Hope of delivance de… Paul McCartney.

En fin.

Saludos, tras recibir un NO del espectro del gran Johnny Cash para que cante con Los Sabandeños en un gran concierto en San Borondón, desde este lado del ordenador.

5 Responses to “¿Hablando se entiende la gente?”

  1. elintenso Says:

    Puñetera gracia que me hace que el Viceconsejero de Cultura diga que han de terminar ya con el divorcio entre turismo y cultura. ¡¡¡No lo diga, señor, haga algo al respecto!!! ¿O usted no sirve para nada?

  2. Pedro Says:

    Efectivamente, que haga algo… Pero, también me consta que ha hecho intentos y que, sencillamente, la relación de fuerzas con la otra parte está muy desequilibrada, y la otra parte no quiere ni oír hablar del tema, por eso lo dice en público, a la desesperada, a ver si alguien baja y hace algo. De hecho, con esto de la crisis, menos aún se puede pretender algo de turismo, que hay mucha infraestructura que hacer para mantener las zonas turísticas acondicionadas, como para meterse en quilombos culturales.

  3. Martín Rivero Says:

    Amigo Eduardo, unas poquitas palabras del que fuera notable periodista. He leído con atención la reflexión que te ha procurado el debate de El Día sobre festivales y conciertos en Canarias. En mi opinión, con todo el cariño del mundo, creo que se te fue la mano en la ironía. Eduardo, en mi opinión los debates, el encuentro, la posibilidad de dialogar de Cultura nunca está de sobra. Y cuando digo hablar, pienso en que hablen todos. Los invitados fueron elegidos por El Día. Y me parece muy respetable su decisión aunque yo haya sido uno de los favorecidos. Acepto el tono jocoso pero me parece que bastante canutas las estamos pasando para que tiremos cohetes con tu respetable ironía, que, vuelvo a repetir plomizo yo, me resultó chocante. Pero me dije, a la postre, bueno ha servido para que Eduardo se ocupe del tema aunque sea para dar un poco por culo jeje. Bueno, esa es la sal y la pimienta de la cultura y los culturetas y hay que estar para las duras y las maduras. Jeje. Lo que no comparto contigo aunque refunfuñes es esa manía de excomulgar a Alberto Delgado y negarle sitio en la mesa apostólica de la Cultura. A ver si tenemos ocasión de vernos un día y tomarnos aunque sea un café para entrar en calor y hablamos de Cultura. Un abrazo.

  4. admin Says:

    Cuando quieras amigo. Un fuerte abrazo.

  5. buaxam Says:

    está bueno el golpe “solo unos pocos de esos unos tendrán derecho al DULCE” hablando de un encuentro sobre Cultura… Muy bueno, la verdad, jejeje. (¿está echo a posta?, porque salió redondo).

    Lo que no tengo claro es si se habló de Cultura o de Industria Escénica Musical; que no es lo mismo, creo yo… Porque, aquí, lo que no es “su” Cultura (la de ellos) es “artesanía folklórica”.

    ¡Vivan las “whitneyhoustons”!, ¡fuera los “centrosdelasculturaspopularescanarias”!

    Lo de los PUESTOS DE TRABAJO es como para hablar largo y tendido. De qué puestos hablan?: de los de a 600 euros y 14 horas diarias y seguridad social por horas? de los de “no te pago porque a mí no me han pagado”? de los de “ven a echar una mano y si hay perras te doy algo para que vayas tirando”? de esos?

    Un poquito de porfavor…

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