La banda de los tres

En mi ya larga trayectoria como lector de novelas y relatos fantásticos si hay tres autores británicos a los que seguí con cierta regularidad en las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo fueron los perturbadores Ramsey Campbell, Clive Barker y James Herbert. Escritores todos ellos cuyos libros disfrutaron de buena distribución en España, en especial cuando los vientos de lo macabro se hizo un hueco en nuestras editoriales tras el arrollador éxito de Stephen King y su peculiar retrato de las pesadillas del sueño americano.

Acostumbrados como estoy a digerir las infernales ensoñaciones de escritores estadounidenses de nuestro tiempo (uno de los hijo de Stephen King, Joe Hill, se suma también a esta ya amplia nómina de cultivadores del horror) cuando me tropezaba –y aún tropiezo pero cada vez menos– con la obra de algunos de sus aventajados primos británicos descubría nuevas y en ocasiones apasionantes lecturas de la Pérfida Albión solo que en los casos de Campbell y Barker agradecía más sus extravagantes relatos cortos que sus novelas, a mi modesto entender tochos pesados de desordenadas pesadillas.

Con James Herbert la digestión se me hacía más complicada. Porque si bien me costaba entrar en sus historias cuando al final lograba desenmarañar sus en apariencias complicadas tramas disfrutaba bastante con sus imaginario. Quizá sea porque Herbert se trata del más facilón de los tres. También por sus temáticas, en ocasiones tan obsesivas como la de recurrir a sectas secretas adoradoras de deidades primigenias.

En todo caso, la literatura de estos tres mosqueteros cuya obra solía subvertir el espíritu de su graciosa majestad me sabían a diferente. Y en ocasiones extrañamente coincidente, caso de Campbell y Herbert. En algunos de sus mejores libros ofrecían una visión apocalíptica de Londres. Un territorio urbano al que sometían a todo tipo de vejaciones no sé si como involuntario reflejo de lo que sufrió la city durante los amargos y trágicos bombarderos de la II Guerra Mundial.

Campbell inició su carrera influenciado notablemente por el universo lovecraftiano en una serie de novelas donde reactualizó los mitos de Cthulhu con originalidad y cierta agradecida charcutera. Más tarde exploró otros senderos de los territorios de lo macabro, metiendo sus pezuñas en sectas prohibidas de las que salieron excelentes (aunque algo largas) historias como Los Sin Nombre, llevada al cine con irregulares pero también inquietantes resultados por el español Jaume Balagueró, director de la exitosa Rec.

Clive Barker sorprendió a propios y extraños con sus Libros de sangre, antología de cuentos de terror donde dio un paso hacia adelante al explorar nuevos paisajes que hasta ese momento no habían sido investigados en demasía por otros autores residentes en el género. Su éxito se hizo llegar, aunque se disparó al contar con el espaldarazo del gran pope Stephen King, quien dijo aquello de “he visto el futuro del horror y su nombre es Clive Barker” a raíz de la lectura de los aún perturbadores cuentos que se incluyen en Libros de sangre. Lástima que las incursiones del sobresaliente escritor de Liverpool se dispersaran cuando tanteó la novela y el cine, donde la mayoría de sus obras no dejan de resultar efectistas pero también muy toscos artefactos para generar miedo.

James Herbert fue un novelista que gozó de bastante reconocimiento en los años 80 con una serie de novelas donde explotaba temas tan queridos por los aficionados como el gigantismos (La invasión de Las ratas), adoradores de deidades prohibidas (Sepulcro) o los espectros (El superviviente) pero planteandos como una curiosa y en ocasiones enloquecida vuelta de tuerca.

El espíritu que emana de sus historias no deja de ser el de una novelita de todo a cien, plagada de lugares comunes y personajes de una pieza pero que su autor, Herbert, manejados muy bien consciente de que su talento es bastante limitado y por lo tanto poco dado a extraños experimentalismos.

Por ello considero una injusticia que Herbet continúe siendo una especie de tonto en este triángulo diabólico que nos vino de la Union Jack. Casi como un Ringo Starr de la literatura de terror anglosajona relativamente apagado por el talento más serio e innovador de Campbell (¿George Harrison?) y Baker (¿Paul McCartney?) en lo que fue la gloriosa e irreverente fantasía británica de las dos últimas décadas del siglo pasado.

Décadas que no encontró a su peculiar John Lennon como cabalista del género. Claro que quien sabe, igual un día de estos Stephen King desde Maine vuelve a anunciarnos que ha visto el futuro del género y que su nombre es…

 Saludos, rememorando agradables lecturas de pesadilla, desde este lado del ordenador.

12 Responses to “La banda de los tres”

  1. alberto Says:

    No viene al caso pero mi amigo y pintor Jose Luis Peréz Navarro me manda este correo:

    Estimados amigos me ha ocurrido un hecho sin precedentes, me han censurado tres fotos de mi exposición “oh my god! Desde el Ateneo de La Laguna, Me gustaría saber si podéis hacer algo para publicitar tan desagradable situación.
    Un salido
    Jose Luis Pérez Navarro.

    Gracias y lo siento pero no tengo otra manera de contactar con el señor editor.

  2. admin Says:

    No tenía conocimiento de este hecho. Lamentable sí es así como lo cuenta.

  3. José Luis Pérez Navarro Says:

    Soy el censurado José Luis Pérez Navarro. Efectivamente ante mi estupor el presidente del progresista Ateneo de la Laguna, ha censurado tres fotos de mi exposición .Se convocó una reunión con el y director de la sala de arte y el presidente para pactar, quitar las tres fotos tan hirientes según el presidente. Mi condición, ante la presión de clausurar la exposición recien inaugurada, fue que se pusiera un texto en el lugar de las obras censuradas. Como suelo ir por el Ateneo a tantear mi exposición, puse unas reproducciones tamaño carnet , ya que todos los vistantes tenian mucho interes en ver las mencioandas obras..Ayer me llamó el presidente,con un tono poco amigable para que retirase tambien las miniaturas.Incluso yo en persona pude un Cartel en la entrada del hall del Ateneo y otras dos en la entrada de la sala , en el que se advierte que la exposición puede herir la sensibilidad del expectador y no recomendada para menores. Que mas puedo hacer?

  4. melini69@hotmail.com Says:

    José Luis, he podido ver tu exposición gracias a Facebook, y es cojonuda. Felicidades.

  5. José Luis Pérez Navarro Says:

    Gracias pero en directo gana mas, que triste que aun exista la censura.

  6. Mario Domínguez Parra Says:

    No es de recibo que se censure hoy en día, espero que el presidente del Ateneo recapacite. Mi total apoyo al artista.

  7. Antonio Says:

    Considero que en estos tiempos, se haya cesurado varias fotografias de la exposion “Oh my God” de un artista tan reconocido en Canarias, como Perez Navarro es inconcebible que en una Entidad que presume de progresista, que mutile la creatividad y la libertad de expresion.

  8. Rayco Says:

    Pues la verdad es que sí que da penita que pasen estas cosas. Un abrazo y ya sabes que mi apoyo lo tienes!

    Rayco

  9. Luis Says:

    Yo fuí a ver la exposición y me ha pareció muy buena. Aún asi, entiendo que no guste o que cause rechazo, a eso yo lo llamo libertad de opinión, pero de ahí a censurar unas fotos va un abismo. Grandes fotografos como Robert Mapplethorpe han usado cuerpos desnudos o imagenes de genitales en sus trabajos y hoy son considerados grandes genios de la fotografía. Me sorprende como se sigue dando una imagen conservadora de la sociedad Tinerfeña, pero es que actos como este, dicen mucho del progreso en que nos encontramos en Canarias. Desde aqui animo a este artista a que siga desarrollando su creatividad desde la libertad.

  10. Lucrecia Says:

    No doy crédito a esta nefasta noticia,¿ a estas alturas de la película vamos a seguir siendo testigos de la censura? mujeres como yo que hicimos cientos de manifesaciones con nuestros compañeros y compañeras para lograr la libertad en el ámbito del feminismo, de igualdad y la contracultura quedabamos en el Ateneo como punto de encuentro. Pues parece mentira que todas esas hayan sido en vano.Censuras como estas me tienen, hasta el coño!

  11. Ramón Pineda Says:

    He tenido el placer de ver esa exposición y no entiendo la postura del Ateneo o mejor dicho del Director puesto que esa institución esta representada fisicamente por dicho señor , al que no tengo el gusto de conocer , pero al que sus gustos en cuanto al arte me parecen cuando menos del regimen anterior. Que pena, cuanto hueso para tampoco perro..

  12. Ildaura Ortiz Says:

    Estuve en la inauguración y aunque ya iba prevenida por Jose Luis la verdad es que la exposición en su conjunto me resultó como mínimo coherente y atrevida pero sobre todo, tal y como dijo el presentador “muy valiente”…Efectivamente, parte de la sociedad canaria (por desgracia para muchos, con poder para censurar) parece no estar preparada todavía para la libertad de expresión…Mi gozo en un pozo…Demasiado bueno para que durase, y después nos quejamos en círculos artísticos de ser provincianos, ¡y cuando alguien repunta es “censurado”!…
    No sé de quién es la frase pero me viene a la mente y tampoco es nueva pero “..con la Iglesia hemos topado”…
    Estoy segura que no es por las imágenes sexuales..Esa misma noche se comentó el actual ambiente de recatamiento con respecto a tratar los temas sexuales sin tabués, de una manera natural, sin disfraces: señores, señoras, sin sexo no existiríamos, les guste o no (existir y el sexo).
    Algunas imágenes buscan despertar, remover conciencias, eso es parte del arte y esperemos que no cambie…
    ¡Ánimo Jose, es difícil ser de los mejores pero estamos contigo!!!

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