Dejen al cadáver putrefacto de Óscar Domínguez descansar en paz

No lo entiendo. La verdad es que no lo entiendo. Me refiero al artículo que publica Domingo-Luis Hernández en Diario de Avisos bajo el título de TEA y Domínguez. Y digo que no lo entiendo porque su lectura me sabe a roñosa. A carne envenenada al insistir en un asunto (en el que en este mismo blog hemos insistido en otro tiempo) que ya está pasado de moda. Que no ocupa actualidad.

En el artículo Hernández reitera una vez más el giro de noventa grados que dio esta iniciativa cuando Cristóbal de la Rosa –él no lo nombra, yo sí– reemplazó a Dulce Xerach Pérez –él sí la nombra, yo también– en el cargo y decidió cambiar el nombre de Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea (Iodacc) por el de Tenerife Espacio de las Artes (TEA).

Cambio, viene a decir Domingo-Luis, que anunció una transformación radical en la orientación de lo que pretendía ser “Un museo para cambiar la ciudad”.

Pese a mis más y mis menos con TEA, con su reformulación como centro aglutinador de actividades diversas, he superado afortunadamente esa etapa porque al final entendí que su objetivo era que el centro dentro de sus posibilidades tuviera personalidad. Y por ello, precisamente por ello, las palabras de Domingo-Luis Hernández me han parecido injustas y relativamente incendiarias para abrir una nueva polémica en torno a un espacio que, insisto, y le cueste a quien le cueste, ha logrado convertirse en un lugar de referencia en el árido paisaje cultural de la capital tinerfeña.

Y es que TEA, en el estrecho margen de maniobra en el que se mueve, cuenta con una variada y en ocasiones interesante programación que, me consta, para muchos supone ya como un oasis en medio del desierto cultural en el que se mueve esta ciudad tan acostumbrada vivir de espaldas al mar.

Y parte de ese milagro, de saber regatear presiones externas e internas se debe a la labor que ha desarrollado su director artístico, Javier González Durana (1) con quien no estoy de acuerdo en muchas cosas pero en otras sí. Quizá porque quiero pensar que gracias a Durana y a su equipo se ha logrado que TEA sea algo más que una biblioteca que abre las 24 horas al día en su arriesgada apuesta por dejar entrar cualquier tipo de actividades –algunas muy discutibles, es verdad–  pese a que no resulten chiripitifláuticamente innovadoras.

En este sentido, y en el área que por cuestiones varias presto más interés, reconozco que TEA ha tendido una mano a ese cine independiente y guerrillero de verdad (no confundir con ese otro al que le gusta el diminutivo ito) cediendo el espacio para su exhibición. Y esto ha sido un punto a favor de TEA porque ha permitido que los subnormales viéramos el trabajo por otra parte muy digno de esos cineastas que hacen películas sin caer en la trampa del dirigismo del apoyo oficial del Gobierno canario.

Pero el presunto lamento de Domingo-Luis Hernández no va por ahí. Su queja quiere girar en torno al escaso protagonismo que desde que TEA es TEA ha ido adquiriendo la obra de Óscar Domínguez en el centro.

De hecho, se pregunta el autor del artículo “¿quién menosprecia a Óscar Domínguez?, ¿el Director Artístico del TEA? Pongamos que sí, pero eso no es todo: el responsable máximo de ese menosprecio es el Cabildo de Tenerife. De donde importa recordarle políticamente al Cabildo que el proyecto dicho tenía envergadura y que lo defendía el rigor. Luego, si se ha enterrado queda la inversión probada, y lo fue por el atractivo de Óscar Domínguez en nosotros y en quienes nos visitan. ¿Qué hacer?, ¿revender la obra adquirida de Óscar Domínguez?, ¿o basta con quitar de nuestra vista los cuadros de Domínguez para dárselos a otros ojos fuera de la Isla?”

Farragosa reflexión concluyo que anula el lapidario final de Hernández a su discurso: “quien se mira el ombligo con tanta atención no descubre que sus pies están siendo comidos por la gangrena”.

Será porque no creo que sea verdad, entre otras cosas, no lo que le pregunta Hernández en el texto al “muchacho de la portería de TEA” sobre la exposición permanente de Óscar Domínguez en el museo y descubrir abochornado y “en presencia de un alumno aventajado” que es “semipermanente”. Sino asegurar que ese mismo chico le dice que ”no hay colgado en el museo un solo cuadro de Óscar Domínguez por decisión del Director Artístico”.

¿A cuenta de qué se atreve a decir eso Domingo-Luis Hernández?

Y a cuenta de esta pregunta que planteo ¿no va ya siendo hora de que de una vez por todas sepamos los profanos hasta que punto se calibra el trabajo de Domínguez fuera de estas siete islas?

Lo digo porque siempre he pensado que al Domínguez artista lo supera el Domínguez festivo, el crápula que se fue a París porque quería ser artista y al final la enfermedad hizo de su vida una tragedia griega.  Tragedia que trasciende, a mi juicio, su obra. Obra que pienso ha sido vindicada por necesidades ombliguistas.

Con ello no quiero afirmar que el pobre de Óscar no se merezca el lugar que ocupa (como creo que no se merecía esa cosa que hacen pasar como película inspirada –es un decir– en su vida)  pero sí la de poner en su sitio a esas voces presuntamente autorizadas que lo han ubicado en una especie de paraíso artificial en la historia del arte.

La lectura del artículo de Domingo-Luis Hernández me hace pensar así que está escrito con otras intenciones porque creo que Domingo-Luis Hernández pese a todo es una persona inteligente. O al menos leída.

Su texto no me sabe por eso a reivindicativo sino a simple canallada. O a cantinflada como diría un querido y viejo amigo. Un artículo con ganas de despertar una tontuna guerra no ya con el director artístico de TEA sino con el comisariado político que tiene por encima.

Y concluyo que, sinceramente, me habría sumado a la causa si los argumentos de Domingo-Luis parecieran verdaderos. Ya saben, una reflexión punitiva y trabajada para denunciar una injusticia que en este caso no se merece TEA ni su director artístico y ni siquiera Cristóbal de la Rosa y por extensión el Cabildo de Tenerife porque sencillamente es  mentira. Y como todas las mentiras: mentira.

Así que dejen al cadáver putrefacto del pobre de Óscar Domínguez descansar en paz.

El bendito muerto es él, no nosotros.

Creo.

(1) Recomiendo la lectura de este enlace. Igual clarifica algunas cosas.

Saludos,  exigiendo saber ¿qué hay detrás?, desde este lado del ordenador.

8 Responses to “Dejen al cadáver putrefacto de Óscar Domínguez descansar en paz”

  1. Javier Gonzalez de Durana Says:

    Hola Eduardo. gracias por tus palabras acerca de TEA y de nuestro trabajo en el. Estoy lejos de Tenerife desde hace algunos dias, con los horarios cambiados y un poco desconectado. Por tu entrada me he enterado del desafortunado articulo de ese senor, a quien respondere (o quizas no, no estoy seguro de que valga la pena) la semana que viene.
    Me ha interesado saber que existen aspectos de TEA en los que estas en desacuerdo conmigo, te propongo que los hablemos aqui, si quieres, pasando ampliamente de ese individuo que escribe lo contrario de la verdad. Sus intereses son otros, no Oscar Dominguez ni TEA ni el nombre de este museo…, supongo que son otros y tu pareces conocerlos.

  2. admin Says:

    Mucho me temo que el único interés que tiene este caballero es el de polemizar por polemizar y de paso aplastar, me consta, la esforzada labor que tu gente y tú está realizando en esa casa.

  3. Clipper Says:

    Los fines nunca justifican los medios…

  4. El fantasma de Oscar Says:

    ¿A qué fines se refiere Clipper?

  5. Javier González de Durana Says:

    Después de pensarlo un rato, decidí contestar a Domingo Luis Hernández porque creo que asuntos así, tan cargados de mala intención, no se pueden ni se deben dejar pasar. Dado que la respuesta me salió larga, la he colgado en el Blog de la Dirección Artística de TEA, donde puede ser leída a través de este enlace http://elbaileylascadenas.com/2010/12/09/oscar-dominguez-en-tea/
    Una vez más, muchas gracias, Eduardo.

  6. admin Says:

    Muchas gracias, Javier. Y mis más sinceras felicitaciones por tu sensata respuesta a Domingo Luis Hernández.

  7. cristobal manuel nuñez hernandezndez Says:

    Usted ofende al gran pintor llamandolo cadaver putrefacto y pobrecito.Usted si apesta a putrefacto,usted y los politicastros de coalicion canaria,que no defienden nuestra cultura.

  8. admin Says:

    A mandar, oiga…

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