¡Vétete por ahí, Martín Chirino!

Dentro de su extravagante fealdad, admitamos que Santa Cruz de Tenerife es especial. En cualquier otra pequeña ciudad del mundo no pasan las cosas que aquí pasan. Vivo en una capital de provincias con pretensiones pero escasos posibles.

Culturalmente hablando el Ayuntamiento hace lo que puede aunque a su manera carnavalera. Y esto me hace entender, en mi ya larga experiencia como vecino, que siga teniendo la idea de que aquí se gobierna por obra y gracia de la improvisación. O del déjate llevar, mano. Y que salvo cuando llega el Carnaval, no se ha querido –presumo que por incapacidad pública– que sus ciudadanos se sientan santacruceros porque el Ayuntamiento está más preocupado en que nos sintamos chicharreros de corazón.

Un caso más que se añade a la larga lista de humillaciones a las que se somete esta ciudad fue la orden de mutilar la escultura El sueño de los continentes, de Martín Chirino, ubicada en la plaza de Europa de la capitá que un día quiso ser capital tinerfeña.

Desde 2009 la escultura se encuentra “parcialmente seccionada en dos mitades”, lo que ha molestado –objetivamente– al artista.

En el portal de periodismo ciudadano Lo que pasa en Tenerife se informa que el Ayuntamiento mutiló la obra por riesgo al que el viento tumbara parte de la misma. El problema es que no se le comunicó a Chirino. Y si bien es verdad que el Ayuntamiento no tenía por qué decírselo, hay una cosa que se llama cortesía. 

Podían habérselo dicho así:

- Chirino, que te llamo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para decirte que te jodas…

- ¿Cómo?, ¿qué dice usted?

- Que te jodan Chirino, te lo dice un chicha.

Si las cosas se hubieran hecho bien nos hubiéramos ahorrado que los abogados del escultor denunciasen “la pasividad del Ayuntamiento para reparar los daños” así como el anuncio de otra demanda en la que incluso se molestan en recordar que ”las instituciones tienen la obligación moral de cuidar las piezas de arte de su propiedad”.

¿Moral?, ¿de qué moral le están hablando a un chicha de corazón?

Óyeme bien ahora: ¿puedo saber el nombre de quien ordenó la mutilación? 

¿Y Por qué  no se lo comunicaron –por cortesía– a Martín Chirino?

¿Por qué ese desprecio?

¿Acaso porque es canarión?

¡Vétete por ahí, Martín Chirino!

Saludos, esto es lo que hay, desde este lado del ordenador.

4 Responses to “¡Vétete por ahí, Martín Chirino!”

  1. Damián Marrero Says:

    Vivimos en una isla de paletos. Qué le vamos a hacer. El año pasado el ayuntamiento de Los Realejos envió al vertedero (literalmente) una imponente escultura de Carmensa León que se encontraba en una rotonda frente a correos por la que pagó 25.000 euros. Con el pretexto de una obras de ampliación terminaron sustituyendo el homenaje de la artista a los molinos de agua en un estilo no figurativo (y por tanto inentendible para las mentes plecaras de nuestros regidores) por una fuentecita con una representación de las Islas Canarias. Veo que la estupidez está más extendida de lo que parece.

  2. admin Says:

    Siga usted buscando que hay más… Mucho más…

  3. Antonio J. P. Says:

    Recuerdo las dos últimas respuestas de aquella entrevista/retrato que le hice a la escultora María Belén Morales, publicado en La Opinión el 2 de marzo de 2009. Copio y pego:

    -¿Guarda en su memoria alguna queja, algún agravio?
    -En la vida de una artista siempre hay alguna espina, pero, como me enseñó mi madre, hay que llevar las cosas con dignidad, se trata de no tener resentimientos con nada ni con nadie. Me han preguntado alguna vez si no tengo enemigos, y yo contesto que como no los reconozco, no existen? Date cuenta que estás hablando con una señora de 80 años y que a estas alturas ya no valen ni las pataletas ni ninguna actitud de soberbia. Por eso digo que la dignidad es lo fundamental para una persona que ha querido una vida lógica y armoniosa para sí? Tengo obras en los tres museos más importantes de Canarias. Mi obra está ahí.
    -¿Está segura de lo que me dice? ¿Está realmente “toda ahí”?
    -Bueno, a mí me dolió que una de mis esculturas de 1964, premiada, Canción de la libertad, cuando la fui a buscar para mi última exposición retrospectiva titulada Núcleos, en La Regenta y la Granja, no aparecía ni en los depósitos ni en ningún sitio, se había perdido. Pero también me pasó con otra, Bisagra, expuesta en la Recova y comprada por el Ayuntamiento, que también se perdió, y eso que era de tres metros por tres metros. Estuvieron buscándola en todos los depósitos del ayuntamiento, y yo no sé si porque era de hierro oxidado la consideraron como chatarra y dios sabe dónde fue a parar. La verdad es que resulta muy frustrante la desidia de algunas instituciones que supuestamente custodian las obras de arte.

  4. espectador Says:

    jajaj, que bueno y q triste

    el diálogo de teléfono es pa encuaderna.. grande…

    - Chirino, que te llamo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para decirte que te jodas…

    - ¿Cómo?, ¿qué dice usted?

    - Que te jodan Chirino, te lo dice un chicha

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