Un relato desde la misteriosa zona crepuscular de las Letras Canarias

I.- EMPIEZAN SIENDO DOS

Los fantasmas de Tomás Morales y Blas Cabrera pasean por Canarias.

Blas Cabrera, sorprendido de ser un espectro, intenta encontrar alguna lógica a su estado incorpóreo. Descubre aterrado que las leyes de la física de poco le valen mientras vuela cogido de la mano de Morales por las siete islas, todas ellas irreconocibles en sus pobres cabezas de espectros.

Tomás Morales, con ganas de echarse un vinazo, convence a Cabrera para entrar en un local de chochos y moscas donde sin que nadie se percate –imaginad a un obseso camarero con numerosos lamparones en su delantal y a cuatro parroquianos– coge una botella de vinazo. Se la lleva a la boca y descubre que no puede beberlo porque el vino cae al suelo.

El camarero que hace que limpia la barra mira la escena sin cambiar la expresión de la cara.

- Si no se paga no se bebe.- recita dándole al trapo que le sirve para limpiar la barra.

Morales y Cabrera atraviesan las paredes y dan en un estrecho cuarto de baño de los de antes, con burejo en suelo. El olor es tan insoportable que incluso llega a sus narices fantasmas. Tras unos momentos de confusión, entrando y desapareciendo de habitaciones desordenadas logran por fin llegar a la calle.

II.- Y AHORA SON SEIS

En el camino se encuentran con José de Viera y Clavijo, Benito Pérez Galdós, Cairasco de Figueroa y Mercedes Pinto. Don Benito, como el que no quiere la cosa, muy pegado a la Pinto, que lo mira con expresión de fastidio, muy a lo Marlene Dietrich.

- Las manos quietas, Benito.- le advierte.

Tras unirse Morales y Cabrera al grupo, todos deciden seguir con su viaje por las islas. Unas Canarias muy cambiadas y “feas”. Lo de “feas” lo dice Viera y Clavijo. El resto se limita a encogerse de hombros.

- Mira tú eso… y eso, y eso de más allá.- va recitando Viera y Clavijo cada vez más cabreado.

Llegan a Los Realejos, lo que entristece un poquito más a Viera y Clavijo, y se quedan un rato observando un acto que llaman Día de las Letras Canarias.

- Me lo han dedicado a mí.- descubre con cierto rubor en las mejillas el fantasma de Morales.

Una señora de pelo alborotado está soltando un discurso que ninguno de los espectros entiende. Alguien recita un poema de Morales que a su autor le chirría. Mercedes Pinto suelta una exclamación y una de sus manos transparentes golpea la mejilla de Galdós, que sonríe como un sátiro dando dos pasitos para detrás.

Galdós que no pierde oportunidad de estar al lado de la Pinto, Cairasco, Morales, Cabrera y Viera y Clavijo están ahora en Las Palmas de Gran Canaria.

III.- FU MANCHÚ HABLA DE USTÉ, DON JOSÉ

Viera pide silecio porque un tal Jerónimo Saavedra está hablando de él.

JERÓNIMO SAAVEDRA (con mirada de estoy por encima del bien y del mal): Propongo al Gobierno de Canarias la creación de una comisión para celebrar en 2013 el segundo centenario de la muerte de José Viera y Clavijo… 

JOSÉ VIERA Y CLAVIJO: Coñooo qué viejuno hace que me sienta…

CAIRASCO DE FIGUEROA: ¿Y yo gañán?… Podría ser tu tataronosequé…

JOSÉ DE VIERA Y CLAVIJO: ¡Silencio!

JERÓNIMO SAAVEDRA (uniendo las manos como si fuera un Fu Manchú de provincias): Esta propuesta, estimadísima Consejera de Educación, Cultura y Deportes, oh Milagros Luis, me ha sido planteada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País para que el Ayuntamiento de la capital grancanaria al que me honro en representar organice una serie de actos en torno a su figura. Ya sabe usted, admiradísima Consejera que don José Viera y Clavijo fue el primer historiador de Canarias. Y que nació en Tenerife en 1731 aunque falleció (Saavedra se pone triste) en Gran Canaria en 1813. Yo creo, la verdad señora Consejera y a cuyos pies me pongo, que esta celebración debería tener carácter regional… Pero dense prisa para que se organice la cosa con tiempo suficiente. Ya sabe, planificar para que este centenario no sea un trámite ni una rutina sino una vivencia colectiva de lo que supuso la segunda mitad del siglo XVII en Canarias. ¡¡¡Ahí surgió un espíritu liberal que forma parte de la historia y de la tradición canaria!!!

BENITO PÉREZ GALDÓS: ¿Onde?

MERCEDES PINTO: Canarias, y chitón ahora Benito que habla la del pelo revoltoso.

MILAGROS LUIS BRITO: Me parece una idea fan-tás-ti-ca pero no tenía ni idea de ella. En fin, don Jerónimo, que la recojo con todo cariño aunque antes tendré que dar unas collejas a mis asesores.

JERÓNIMO SAAVEDRA (Al modo Fu Manchú): Lo que usted diga, mi señora. Jejejeje, lo que usté diga, jejejeje.

IV.- DANDO LA MURGA

El grupo de los seis se encuentra ahora, por obra y gracia de ser fantasmas, en un espacio grande con suelo de césped. Hay un montonazo de gente. En el escenario unos tipos disfrazados de payasos hacen que cantan. Ninguno del grupo entiende ni jota de lo que recita esa muchachada con la cara pintada.

Uno de los payasos reclama al público que saquen el chicharrito que todos tenemos dentro…En la isla de enfrente, hacen lo mismo pero reivindicando al canarito que dicen llevan dentro.

- Yo no entiendo nada.- suspira Galdós mirando con ojos tristes pero falsos a Mercedes Pinto.

Como ninguno de los seis entiende nada de nada continúan con su viaje.

V.- PERDIDOS EN EL TIEMPO

Retroceden y avanzan en el tiempo porque, según les explica Blas Cabrera, en ese estado en el que se encuentran no existe el tiempo.

- Volvamos al pasado entonces.- propone Cairasco.- Ya saben, por aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor…

- En esta zona crepuscular en la que nos encontramos no podemos forzar la voluntad de las mareas temporales. Son como olas que nos llevan caprichosamente de una época a otra.

- Es usted un poeta.- le dice Tomás Morales.

A Blas Cabrera se le dibuja una ancha sonrisa en su boca de espectro.

- El año que viene me dedican un Día.

- ¿Qué día?.- pregunta Galdós acercándose como el que no quiere a Mercedes Pinto que le advierte: “Benito, Benito… a ver si te capo…”

- De las Ciencias Canarias… ¿qué otro día iba a ser?- responde el buenazo de Blas Cabrera.

Saludos, en la quietud triste de este salón antiguo, desde este lado del ordenador.

5 Responses to “Un relato desde la misteriosa zona crepuscular de las Letras Canarias”

  1. Buenas Says:

    Buenas tardes. De lo mejor que he encontrado sobre este asunto:

    http://ramallotapia.blogspot.com/2011/02/canary-letters.html

    Señor editor, me permito recomendárselo.

  2. Sitedicenqueleí Says:

    Yo creo que, tal y como están las cosas, debe ser constituido …EL DÍA DE LA CIENCIA…DEL BIEN Y DEL MAL y así quedan todos contentos los científicos y los escritores (por lo de Pío Baroja) ustedes me entienden…Saludos respetuosos a todos los que leyeren o vieren

  3. admin Says:

    Muchas gracias por la recomendación.

  4. Antonio J. P. Says:

    También otra posibilidad que propongo es que la Consejería de Cultura y así evitar más estropicios podría instituir anualmente unos premios tripartitos que podríamos denominar “Día del Infierno Canario”, “Día del Cielo Canario” y “Día del Purgatorio Canario” donde en alguno de los tres cabrá todo tipo de personajes, incluidos los políticos, los conserjes, etc.

  5. Pablo Says:

    A mí estas cosas de ramallo me producen una pereza enorme. Epatar es muy fácil. Estas cosas suyas no benefician a nadie, más que a sí mismo. No es el suyo el ejercicio de un sentido crítico constructivo. No tiene que mojarse. Ni ser responsable. Se sitúa al margen para encontrar ahí su protagonismo. Se tira un pedo en la cara de unos u otros, especialmente de los escritores, en plan políticamente incorrecto, y sale zumbando. Ninguna utilidad. Ningún interés para el conjunto. No construye. Sólo se ríe del río revuelto en plan pescador. Y pican los frívolos.

Escribe una respuesta