Lecturas (canarias) desconcertantes

INTRO

Dos títulos aparentemente opuestos aunque coincidentes en sus ambiciones literarias: Ninguna.

Y no es una crítica negativa diseñada para hacer daño sino todo lo contrario: una conclusión saludablemente positiva.

A mi juicio La nación de los olvidados (antología de escritores universalmente desconocidos) y La leyenda de Fukaeri, de Omar Salle y Antonio Lorenzo Gómez Charlín, respectivamente, son dos curiosas propuestas gamberras que rinden, a su manera, homenaje a la literatura.

 I.- UNA FELIZ ANOMALÍA

 

La nación de los olvidados es una recopilación de textos con sus reseñas biográficas sobre supuestos escritores cuyo nombre hasta la aparición de este libro solo pertenecían al monopolio de Salle, Omar, pseudónimo tras el que se camuflan varios poetas y narradores que han querido ser unidad en este ¿experimento? en el que se mezcla un poquito de aquí y otro poquito de allá.

Entrañable rareza, en La nación de los olvidados hay textos mejores y otros peores. A mi me tocó las entrañas Tislitt Unzar y Zacarías Sherlock, entre otros. Cosas mías.

Explica Salle en el prólogo (Purgatorio): “No hay escritores olvidados, sino escritores mal leídos. Hay autores que han escrito sin pretender serlo y hay inventores que solo han sido de la naturaleza. La biblioteca es un cementerio donde es posible exhumar cadáveres hermosos y necesarios. Mis visitas a la biblioteca me han permitido extraviarme entre una selva de condenados, de heréticos, de traductores inverosímiles de lenguajes imposibles, de maestros en géneros ínfimos y despreciados.”

O lo que es lo mismo: el condenado sueño de todo lector condenado.

La nación de los olvidados (antología de escritores universalmente desconocidos) no tiene otra pretensión que la de imaginar –a veces, es verdad que con una chirriante  ironía–  la vida y obra de hombres y mujeres inexistentes que ahora viven gracias a la generosidad de Omar Salle.

Leyendo este librito, que cuenta con sencillas, casi naïf ilustraciones, fue inevitable que se me viniera a la cabeza un texto hoy enterrado pero que a los idiotas de mi generación marcó al rojo vivo.

Tan vivo que aún me emociono al recordarlo.

Su título es Vidas imaginarias, y lo firma Marcel Schwob, una historia fabulada de personajes reales como Pocahontas, el Capitán Kid o Empédocles, entre otros.

De estas vidas, que inspiraron a Jorge Luis Borges su magistral Historia universal de la infamia, quiero pensar que bebió también Omar Salle cuando cerró esta antología de textos y bios de escritores que nunca existieron pero que hoy están, afortunadamente vivos.

Libro sin otra pretensión que la de fabular, La nación de los olvidados me sabe así a una obrita de culto. A una delicada y feliz anomalía en el inquieto y tontorronamente egomaníaco universo de las letras canarias.

 II.-  OJO AVIZOR

La leyenda de Fukaeri me sabe también a divertida rareza. Lástima que el profundo amor que siente su autor –Antonio Lorenzo Gómez Charlín–  por la literatura resulte a la postre más un lastre que una feliz inspiración para encontrar orden en un desorden ora atractivo, otra chispeantemente divertido y ora desarmante al advertir que el autor no tuvo la intuición de salir de su presunto laberinto narrativo.

Con todo, La leyenda de Fukaeri se lee bastante bien y, algo insólito en las letras escritas en y desde Canarias, hacer sonreír en más de una ocasión.

El escritor de origen gallego juega con distante ironía con los géneros, y sabe darle la vuelta como un calcetín. Solo que el par le sale con distintos colores.

El mayor mérito de este relato, relato cuyas raíces se multiplican y se enredan, es que está escrito con ganas de ser escrito. Y esas ganas se mantienen con un eficaz tempo a lo largo de este supuesto “thriller crepuscular y existencialista.”

La recomendación que podría darles a quienes se atrevan a sumergirse en esta extravagante aventura es que se dejen atrapar en ella sin mapas ni brújulas.

Que no busque coherencia –que la tiene, pese a todo aunque muy en el fondo–  en este texto en el que se mezcla aparente realidad con ficción.

Por eso hay que dejarse llevar. Sobre todo cuando detectas que no hay inicio, nudo y desenlace sino narración que, como el Guadiana, aparece y desaparece sin que el autor dé explicaciones.

La leyenda de Fukaeri, que cuenta con una llamativa portada que me hizo recordar una viñeta de una fotonovela que tiempo a… leí en la legendaria revista de cómics El Víbora, es un divertimento en el que, entre otros tantos papanatas de la vida real, aparece quien ahora firma estas líneas.

No habrá quien entienda esta La leyenda de Fukaeri pero, carajo, se mastica bien y se deja leer aunque no te lleve a tierra.

Y a mi me hizo sonreír y leerla en unos tiempos donde desesperadamente quiero buscar cosas que me hagan más soportable este sendero de luces y sombras que es la puñetera existencia.

Saludos, esperando la definitiva Noche de Paz y Noche de Amor, desde este lado del ordenador.

3 Responses to “Lecturas (canarias) desconcertantes”

  1. Sitedicenqueleí Says:

    Papanatas? por favor, usted es un malabarista de la palabra, un genio de la prosa, un tejedor de noticias hermosas, el héroe sin villano, el tomador de manos, un cantaautor no olvidado, el corsario entre banderas, hacedor de cosas buenas, el escribidor entre amigos, el que siempre busca un sentido…un abrazo
    Sitedicenqueleí…

    Ah (me olvidaba)…el que nos brinda una esperanza y nos hace creer que se alcanza

  2. admin Says:

    Perdone usted que no me levante.

  3. cesar Says:

    soy un lector suyo. me ha fascinado su ultima obra. me llamo cesar.felicidades

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