Solo para iniciados: 150 aniversario del nacimiento de M. R. James

En unos tiempos donde el cine se ha acostumbrado a cebarnos con fantasmas cursis o ebrios de venganza contra los vivos siempre nos quedará el refugio de la literatura para encontrarnos con esos espíritus dolientes y en ocasiones bromistas como vía de escape ante tanta idiotez.

¿Qué no me creen?

Lean el todavía desternillante El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde, o el fascinante Cuento de Navidad de Charles Dickens, escritor de quien este año se celebra el 200 aniversario de su nacimiento, un 7 de febrero de 1812 en Pormouth, Inglaterra, por citar solo dos historias a las que el cine no ha sabido hacerle justicia y que se me vienen ahora a la cabeza.

Sin embargo, si hay un escritor nacido en la pérfida Albión que llevó a su apogeo las historias con espectros y aparecidos fue Montague Rhodes James en plena era victoriana.

Un autor, M. R. James, de quien los que cultivamos el fantástico como género celebramos con invocaciones prohibidas el 150 aniversario de su nacimiento en este 2012 apocalíptico para los fondos de la cuenta corriente del Primer Mundo.  

James, a quien no hay que confundir con el estadounidense Henry James, autor por otra parte de una excelente novela corta de aparecidos que aún hace estremecer los huesos como es Otra vuelta de tuerca, es un escritor que pese a caer en un enojoso olvido supo sembrar semilla y generar influencia pese a que muchos de sus pupilos lo obviaran en sus inevitables capítulos de autores que “me marcaron.”

Ese oscuro pero rebelde gigante que fue H. P. Lovecraft lo reivindica sin embargo en su recomendable ensayo El horror en la literatura.

Escribe el creador de Los mitos de Cthulhu acerca de James: “En el polo opuesto al genio de lord Dunsany, y dotado de una fuerza diabólica para invocar suavemente el horror, partiendo del centro mismo de la prosaica vida diaria, se encuentra Montague Rhodes James, preboste del Eton Collage, arqueólogo de renombre, y reconocida autoridad en manuscritos medievales  e historia de la catedral.”

Y añade más adelante: “En los relatos de M. R. James encontramos a menudo maliciosas escenas humorísticas, retratos de género y caracterizaciones muy naturales que en sus manos contribuyen a aumentar el efecto global, más que estropearlo, como ocurriría si los manejase un escritor menos experto.”

Para Lovecraft, James creó un nuevo tipo de fantasma que se aparta de la tradición gótica al representarlo como “una abominación perezosa e informal de la noche, a medio camino entre la bestia y el hombre, a la que llega a tocarse antes que verla. A veces, este espectro tiene una constitución de lo más excéntrica: es un rollo de franela con ojos de araña, o una entidad invisible modelada con las ropas de una cama cuyo rostro lo forma una sábana arrugada.”

Por razones obvias, llegué a James de la mano de H. P.

Por razones que no son tan lógicas me pasé una gran parte de mi adolescencia buscando una antología de relatos del escritor publicada por Alianza Editorial que encontré, coincidencias fantasmales de la existencia que nos guía, en la casa de un amigo de Santander.

En la siempre verde Cantabria.

Y fue descubrir el volumen –Trece historias de fantasmas, con un magnífico estudio de Rafael Llopis–  y ponerme literalmente de rodillas mientras veía como de las páginas de aquel volumen flotaban nubecillas doradas con vago resplandores plateados.

Desde ese día, M. R. James se ha convertido en uno de mis autores de cabecera. En uno de esos escritores que te pertenecen porque al abrir por primera vez el libro sentí como una especie de radiación mística que además de satisfacer una de esas búsquedas bibliófilas que los imbéciles como quien les escribe hace con determinados libros, significó, tras leerlo con inquietante adicción, una causa que mereció la pena.

Una victoria que me llevaré a la tumba cuando solo sea ceniza y, ¿quién sabe?, igual me transforme en uno de esos abominables espectros que imaginó James.

Si así son las cosas, ya sé a quien me apareceré para amargarle con una sonrisa lo que le quede de vida. A más uno y de una se le caerían las gafas al suelo si lo descubre.

Permitid, por lo tanto, una cómplice y siniestra carcajada.

Mientras, espero a que algún editor español se le ilumine la bombilla para editar los relatos de James aprovechando el 150 aniversario de su nacimiento.

Recomiendo a los aprendices que se inicien con ¡Silba y acudiré!, Panorama desde la colina o Una historia escolar.

Sabrán entonces que, efectivamente, los fantasmas existen.

Y que no son cursis, ni vengativos.

En todo caso espíritus caprichosos, extraños y en ocasiones algo gamberros.

Y esos, créanme, sí que dan miedo.

Háganse la pregunta: ¿Por qué me atormentan?

(*) La primera imagen corresponde a La noche del demonio (Jacques Tourneur, 1957), inspirada en el relato de M. R. James El maleficio de las runas. Argumento y película de la que a su manera bebe la terroríficamente estrafalaria Arrástrame al infierno (Sam Raimi, 2009).

(**) M. R. James.  

Saludos, noto una inquietante presencia invisible…, desde este lado del ordenador.

5 Responses to “Solo para iniciados: 150 aniversario del nacimiento de M. R. James”

  1. angel marrero Says:

    Saludos, Howard Philips Rojas. No sé si lo sabrás, pero hay una edición de Valdemar de los cuentos de Monty Rhodes James, traducción de Francisco Torres Oliver, del año 97, y tanto en tapa dura como libro de bolsillo.
    Desde luego, el viejo James tenía historias cojonudas, con un toque humorístico que muy pocos autores (al menos de los que yo conozco) han conseguido darles, como Washington Irving, otro “máquina total”.

    Me estremezco de regocijo en mi cripta lovecraftiana, jajaja.

  2. admin Says:

    Conozco esa edición, Ángel Howard Marrero. Torres Oliver es también el traductor de los trece relatos del libro que tengo de Alianza… ¡Felices pesadillas!

  3. angel marrero Says:

    Viva don Francisco Torres Oliver.

  4. Lidia Says:

    La verdad, Eduardo, es que me has llenado de curiosidad. Estoy deseando calmar mi hambre de James lo antes posible. Me gusta mucho tu blog

  5. admin Says:

    Gracias, Lidia, por tus generosas palabras. Y busca, busca algo del amigo James. Un fuerte abrazo.

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