Los premios de la XXV Semana Negra de Gijón

La XXV edición de la Semana Negra de Gijón finalizó el pasado domingo pues como finalizan todas las Semanas Negras de Gijón: éxito de público y esa extraña sensación de que no todo está perdido pese a la que nos está cayendo encima. Esta opinión la entresaco por experiencias pasadas y por lo que leo sobre todo en blogs que han cubierto con mimo y absoluta independencia un encuentro en el que gente como yo, atolondrada por los libros, sigue hoy desde la distancia.

El objeto de este post no es otro, sin embargo, que el de hacer público el nombre de los ganadores de los diversos premios que, anualmente, entrega la Semana Negra. Unos premios, cabe destacar, que no suponen beneficio económico alguno pero sí un significativo prestigio en las categorías donde participan los autores seleccionados.

Este año, el premio Hammett ha recaído en la escritora catalana Cristina Fallarás por su novela Las niñas perdidas. Fallarás es de las pocas mujeres escritoras de este país que se ha especializado en el género negro criminal, cuyas claves conoce a la perfección y con las que juega para contar historias durísimas y descarnadas y de paso sacarle los colores a la sociedad y el sistema en el que vivimos. Si como escritora es muy especial, como persona solo puedo decir que es estupenda. Tuve la oportunidad de entrevistarla en una de mis visitas a Gijón y puedo asegurar sin temor a equivocarme que fue de las experiencias más cómodas y agradables que he sentido en mi labor de someter a una persona al tercer grado.

El escritor argentino Enrique Ferrari ha resultado, por otro lado, el ganador del Memorial Silverio Cañadas a la mejor primera novela negra en español. Lleva por título Que de lejos parecen moscas.

En cuanto al Premio Celcius, que reconoce a la mejor novela de ciencia ficción en español, lo recibió Emilio Bueso por Diástole y el Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción en español recayó ex aequo para La frontera del narco y Un maestro, de la mejicana Sanjuana Martínez y el argentino Guillermo Saccomanno, que es un tipo a quien también tuve la oportunidad de entrevistar y que parece estar de vuelta de todo. Curioso el Saccomano.

Por último, el premio Espartaco a la mejor novela histórica en español fue a parar a Ignacio Martínez de Pisón por su excelente El día de mañana. Aún no he entrevistado a Martínez de Pisón e ignoro si tendré algún día la oportunidad de hacerlo, solo puedo decir que se trata de uno de los escasos escritores españoles actuales a los que sigo con atenta devoción.

Los ganadores del XXV Concurso Internacional de Relatos Policíacos fueron Lola Sanabria por Lucía (primer premio); Claudio Cerdán por La ley del narco (segundo premio) y Carmen Rendón por Tensión superficial (tercer premio).

Saludos, Bang, Bang, Bang, desde este lado del ordenador.

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