Cien números con La Página a cuesta

El primer número de la revista La Página apareció en noviembre de 1989. Incluía, entre otros, varios artículos en torno al escritor Luis Mateo Díaz y mucha gente pensó en aquellos momentos que la publicación, elaborado en la isla de Tenerife, tenía nada más nacer los días contados.

Ha llovido mucho desde entonces.

Tanto, que La Página celebra estos días la aparición de su número 100 con una recopilación de los mejores textos que a lo largo de estos últimos veinte años han ido apareciendo en la revista.

Un volumen en formato libro con más de quinientas páginas para conmemorar una iniciativa que no lo ha tenido fácil, y que procuró siempre mirar hacia fuera sin renunciar a mirar hacia dentro en lo que ya es su destacable historia.

En todo este tiempo, la revista ha sufrido diversas modificaciones, también cambio de formato a partir de 2006, cuando el huracán de la crisis comenzaba ya a soplar con demasiada intensidad en nuestra realidad por aquel entonces nada espartana.

Los recortes y adaptarse a la nueva realidad obligaron, explica el director de la revista, el escritor y profesor Domingo Luis Hernández, alterar algunos de sus contenidos.

En este sentido, explica, se tuvo que sacrificar los trabajos de creación literaria que pasaron a integrar la apuesta editorial que comenzaba La Página a poner en marcha, y se procuró respetar los monográficos, así como las reseñas en la revista.

En estos más de veinte años de existencia, La Página ha procurado además reivindicar las letras que se escriben en Canarias.

Es de resaltar así, el amplio estudio que le dedicaron al escritor Isaac de Vega. Un número que despertó el interés de la competencia. Entre otras la del equipo que elabora Quimera, quien meses más tarde dedicaría un trabajo amplio centrado en el autor de Fetasa y Carpanel, entre otras novelas.

La Página, que se edita tres veces al año, dedicará coincidiendo con el centenario de la muerte de José Viera y Clavijo un número en el que se ocupará de su figura. Los últimos, están dedicados a estudiar al escritor Agustín Espinosa, El crimen de Crimen (número 98/99) y Antonio Tabucchi (número 97).

En unos días donde todo lo que suene a cultura hace sacar el revólver a nuestros representantes públicos, La Página no se rinde.

No cuentan hoy con el respaldo económico del Gobierno de Canarias aunque sí de una pequeña aportación del Cabildo de Tenerife y una subvención de la Secretaría de Estado de Cultura, del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

Domingo Luis Hernández achaca el ninguneo del Ejecutivo regional a la ceguera de las instituciones canarias, aunque no olvida que La Página durante varios años obtuvo generosas subvenciones de ese mismo Gobierno canario que por los vaivenes y cambios de responsabilidad en los distintos departamentos autonómicos terminaron por pasar de ella.

Eso explica que, a mi juicio, la publicación de este número 100 sea algo así como un milagro.

Más si tenemos en cuenta que en sus buenos momentos llegaron a editarse de esta revista cerca de seis mil ejemplares, tirada que hoy apenas araña el millar y que reparte por librerías y centros una distribuidora, UDL LIbros, desde Madrid.

Pese a todo, y con la que nos está cayendo, Domingo Luis Hernández reivindica la línea que ha seguido La Página a lo largo de estos veinte años de vida.

“Fuimos de los primeros en estudiar el feminismo y la marginalidad en la literatura”, se apresura a explicar con una velocidad verbal que, si no se le conoce, abruma al mismo tiempo que desconcierta.

La Página, añade, ha procurado siempre mantener un espíritu de divulgación y pensamiento que, sostiene, se ha convertido en una de las señas de identidad de la publicación.

Publicación de cuyo número se siente más satisfecho, cuando se le pone en el compromiso de escoger uno solo, pero uno solo de los cien números publicados, “el dedicado al cineasta ruso Andréi Tarkovski.”

Lo que me hace pensar que si bien de Tarkovski se cita siempre sus películas más complejas y profundas si entendemos la complejidad como un conjunto de arcanos que apenas dicta nada al no iniciado, se olvida casi siempre de una de sus primeras y poéticas películas: La infancia de Iván.

A modo de curiosidad, cuando se le solicitó en abril de 1972 que elabora una lista con sus diez películas favoritas los títulos escogidos por el cineasta fueron:

Diario de un cura rural (Le journal d’un curé de campagne, 1950) de (Robert Bresson)

Los comulgantes (Nattvardsgsterna, 1962) de (Ingmar Bergman)

Nazarín (1958) de (Luis Buñuel)

Fresas salvajes (Smultronstllet, 1957) de (Ingmar Bergman)

Luces de la ciudad (City lights, 1930) de (Charles Chaplin)

Cuentos de la luna pálida (Ugetsu monogatari, 1953) de (Kenji Mizoguchi)

Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954) de (Akira Kurosawa)

Persona (1966) de (Ingmar Bergman)

Mouchette (1967) de (Robert Bresson)

La mujer en la arena (Una mujer en la arena) (Suna no onna, 1964) de (Hiroshi Teshigahara).

Reproduzco la lista porque me resulta muy destacable que Tarkovski no cite ninguna película rusa y/o norteamericana.

Ningún cineasta ruso y/o estadounidense.

Pero hablamos que La Página ha llegado a su número cien.

Número cien que su responsable no estudia presentar en ninguna parte.

“Es un milagro”, le digo a su director, “lo que usted ha hecho es historia. Debería de organizar algo”, reclamo.

Pero Domingo Luis Hernández sacude la cabeza una y otra vez.

Parece bastante quemado.

La Página anuncia como Editorial la publicación de sus primeros textos en la colección de poesía bajo el nombre de Voces de la frontera.

Incluye, entre otros títulos, toda la obra poética de José Miguel Pérez Corrales y El fauno de mármol y Una rama verde, de William Faulkner.  

Otras colecciones de la editorial son: SýnoroS, que reúne obras narrativas de escritores contemporáneos, y Fronteras.

Frontera la que su revista, La Página, logra cruzar con su número 100.

¿Cuál será el 101?

Domingo Luis Hernández explica que para cerrar el círculo Luis Mateo Díaz, el escritor al que dedicaron hace ya más de veinte años el primer número de La Página, una revista que en estos tiempos que corren se suma al grupo de los resistentes.

Esa pandilla no tan pequeña ni marginal en la que laboran los que aman y promocionan eso que todavía conocemos como Cultura.

Con C mayúscula. 

Saludos, felicidades por continuar estando ahí, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Cien números con La Página a cuesta”

  1. Yolanda Says:

    Gracias por la información. Ignoraba su existencia. Ahora la buscaré con atención. Recibe un saludo desde el otro lado.

  2. iván Says:

    Una excelente revista La Página, a la que agradezco que publicara mi libro “Un sueño de esplendor” (2010) en su colección La Página Joven gracias a la colaboración y la apuesta de Daniel María. Espero que la revista, que suelo leer, continúe su andadura durante muchos años más. Por otro lado, la verdad es que mal gusto no tenía Tarkovski, y su lista de películas favoritas podría ser perfectamente la mía. De Tarkovski yo me quedaría, además de con “La infancia de Iván”, con “Andréi Rubliov”, “Nosthalgia” y “Sacrificio”. “Solaris” y “Stalker” nunca me gustaron nada. Saludos desde este lado.

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