Las cosas del Rastro

Un libro sobre talibanes y otro de los Balcanes.

Ojeo los dos.

El primero cuenta la historia de este grupo, y parece atractivo aunque lo firma un periodista occidental. El segundo es una edición de los años cincuenta donde un croata narra la historia de ese rincón nebuloso de Europa que son los Balcanes.

Miro a un lado y a otro para ver si está el responsable del puesto, una manta tirada en el suelo repleta de libros usados… Pero no encuentro a nadie en el bullicioso caos que tiene el Rastro esta radiante mañana de domingo.

Hago gestos en el aire pero no aparece el tío y los que venden mercancía a su lado poco hacen para informarme de quién, o dónde coño, está el tipo…

… Pero no hay manera, así que dejó los volúmenes sobre la manta y continúo mi periplo por el Rastro mirando de vez cuando hacia atrás por si aparece el vendedor.

El vendedor de la manta.

Nada.

Y eso que doy dos vueltas como un tigre enjaulado por la plazoleta pero con resultados negativos.

Las cosas del Rastro.

En otro lado me encuentro con alguna sorpresa y detrás de una mesa en la que se amontonan otros libros, un viejo cascado y con un tremendo tatuaje en el brazo vende la mercancía mientras fuma y fuma sin parar.

El bigotillo canoso lo tiene manchado de nicotina y pienso, no sé por qué, en Ítaca.

- Vasco, vasco.- le dice el viejo cascado a un compañero que parece que quiere confundirse entre el gentío.- recoge esos libros.

Continúo el deambular por el Rastro…

Gritos.

Los gitanos venden ropa; sudamericanos cachivaches y conocidos del barrio colecciones de crucigramas y autodefinidos y deuvedés y juegos de ordenador. Suena una versión india de Bailando con lobos y negros y blancos, blancos y negros, saldan sus cosas mezclándose en ese agradecido caos que es el Rastro.

El alma donde duerme también la ciudad.

Eso sí, me quedo sin talibanes y las tribus de los Balcanes.

Las cosas del Rastro.

(*) En la imagen que ilustra este post Nino Manfredi en El verdugo (Luis García Berlanga, 1963)

Saludos, Paz y Prosperidad, desde este lado del ordenador.

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