Pedro Víctor Debrigode y sus mil pseudónimos

“- ¿Cómo empezó usted a escribir?

- Por una apuesta. Un amigo leía novelas tipo bolsilibros y yo le hice un comentario despectivo, de los que hacen tantos cuando desconocen el género. Mi amigo me contestó que si era tan fácil por qué no hacía yo una. Nos apostamos una caja de coñac. Tardé tres meses en escribirla, pero la escribí.”

(Entrevista del autor a Peter Debry. Incluido en el volumen Guiones argumentales, Pedro Víctor Debrigode Duggi, El Vigía Editora, 2002)

Historias ambientadas en el lejano oriente, en los mares del sur, en el oeste americano fueron solo algunos de los escenarios en los que se desarrollaron las historias del escritor Pedro Víctor Debrigode Duggi, que el próximo 13 de octubre celebra el centenario de su nacimiento como uno de los reyes indiscutibles de la literatura popular en España.

Tras una vida igual de aventurera que la que transmitió en los relatos que nacieron de su máquina de escribir, Debrigode dijo adiós a este planeta 1982, en la villa de la Orotava, rodeado del aprecio incondicional de miles de aficionados –su obra cuenta con un club de fan en Alemania– y autor de una novela (publicadas por Ediciones Idea con el título de Luchar por algo digno, y en dos volúmenes, El barco borracho y El espía inocente) donde resume sus experiencias durante la Guerra Civil española primero en Tenerife y más tarde en la Península, aunque no fuera “rojo, ni azul. Soy un cachondo, y la política me tiene sin cuidado”.

Como escritor de novelas de aventuras Debrigode firmó casi todas con los más variados pseudónimos: Arnaldo Visconti, Peter Debry, Vic Peterson, Geo Dugan, Chas Logan, Peter Briggs o P. W. Debrigaw, y vivió buena parte de su vida en Tenerife, isla en la que ambientó algunos de sus relatos, y en la que se casó en segundas nupcias con Clotilde Miranda.

“Un espíritu libre”, como lo califican quienes lo conocieron, la literatura de Debrigode se caracteriza por su “fértil imaginación, proporcionando a sus lectores un vehículo para sus sueños de libertad, sirviendo de válvula de escape de la cotidiana –y dura– realidad”, según el especialista Manuel del Valle.

Entre los numerosos personajes que salieron de su cabeza destaca la serie de historias que dedicó en clave a lo Emilio Salgari: El pirata negro, una de cuyas aventuras, Escala en Tenerife, transcurre entre el macizo de Anaga y La Laguna; El galante aventurero, Diego Montes, Capitán Pantera y Audax, entre otros.

Debrigode, que no se cansaba de repetir que llegó a este negocio a raíz de una apuesta, insistía en que a él lo que le gustaba de verdad era escribir novelas policíacas, género que alternó con el de la aventura en casi medio millar de títulos que lo consagran como uno de los escritores pulp españoles más respetados y queridos, lo que hace que se codee de igual a igual con otros que hicieron oficio, un medio de vida, escribir para toda clase de públicos como José Mallorquí y Marcial Lafuente Estefanía.

Así resume su trabajo Pedro Víctor Debrigode: “nosotros hemos de conseguir que las novelas, o al menos yo lo intento, sean como guiones de cine o televisión para que luego el lector, al complementarlo con su propia imaginación, vea la acción, y esto contrariamente a lo que pueda creerse, no se logra con interminables descripciones, sino todo lo contrario… y todo esto se consigue con un notable dominio del oficio“.

Un dominio del oficio que impuso la acción por encima de todas de las cosas y con un espíritu cercano al folletín, y en la que ritmo es lo que primero en una serie de novelas que lograron engañar tanto al hambre que sufrió este país durante la postguerra.

Pasado el tiempo y con pesadillas más o menos iguales que a las de aquel entonces, merece la pena acercarse y conocer la producción de un escritor frenético y que parecía inagotable…

Cien años son pocos años para celebrar su trabajo.

Un trabajo al servicio de la evasión, una palabra que despierta hoy en algunos el inquietante y sospechoso instinto de sacar el revólver…

ALGUNAS DE SUS SERIES

* El pirata negro

Debrigode escribió con el pseudónimo de Arnaldo Visconti 85 novelas sobre este personaje. En alguna de ellas la acción se desarrolla en Tenerife. La serie, que alcanzó gran popularidad no sólo en España sino también en Alemania y Austria, narra las aventuras por los siete mares del corsario Carlos Lezama a finales del siglo XVII.

* Galante aventurero

Para el especialista Manuel del Valle se trata de la mejor serie del escritor, que vuelve a firmar otra vez como Arnaldo Visconti. Son veinte novelas que fueron publicadas de julio a diciembre de 1949 y cuya historia comienza en Córcega a principios del siglo XVI, cuando un trovador español, Luys Gallardo, se mueve por el mundo bajo el lema de “todo por mi dama”.

* Pabellón negro

Ocho novelas de Arnaldo Visconti que son independientes unas de otras y no hay personaje fijo. Una mezcla trepidante de aventuras de piratas, cosacos del Volga y cazadores de la Frontera del Canadá. Ecos de Salgari, Karl May, James Oliver Curwood.

* Diego Montes

Otra vez como Arnaldo Visconti escribe diez novelas que transcurren en España durante la Guerra de Independencia. Relatos sobre la lucha que mantienen españoles de capa y espada contra el invasor francés. Diego Montes es descendiente de El pirata negro.

* El Halcón

Arnaldo Visconti ataca de nuevo con las aventuras de Rock Gambler (alias Dandy Pólvora), un aventurero al que le gusta el póker y el boxeo –igual que a Pedro Víctor Debrigode– y cuyas historias se desarrollan en los albores del estallido de la Guerra de Secesión norteamericana. Llegó a publicar catorce títulos.

* Capitán Pantera

Diez títulos que firma como P.V. Debrigode, y en los que narra las hazañas de El capitán Pantera, un tal Ross Maloney, joven norteamericano que, capitán de  la nave Furia, se dedica al comercio y el contrabando por los mares de China y Java.

Saludos, qué fácil resulta a veces ser dios, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Pedro Víctor Debrigode y sus mil pseudónimos”

  1. Jesús Cuadrado Says:

    Capitán Pantera. Barcelona (Catalunya) / Madrid, 1946-1948. Colección / Narrativa / Aventura. Serie monoautoral, en edición del sello Publicaciones Lux (filial de Bruguera), dedicada a la aventura marinera; agrupó, al menos, diez entregas ordinarias (se anunciaron dos más) con las peripecias de Ross Maloney, personaje cíclico creado por el novelista Pedro Víctor Debrigode Dugi, quien firmó como P.V. Debrigode. (La recreación gráfica fue de Girbau; en 1954, y sin acreditar la fuente, el autor Carrillo trasvasó la historia a la Historieta desde el tebeo Chicos).

    FONDO:
    Piratas modernos (núm.1) || La ley del hampa (núm.2) || La hija de Yuan-Kang (núm.3) || La muerte viaja en yate (núm.4) || Terror en el Jai-Alai (núm.5) || El Tiburón Malayo (núm.6) || Las siete perlas (núm.7) || La isla prohibida (núm.8) || Boomerang (núm.9) || El Infierno del Pacífico (núm.10) || Idilio entre nieblas (núm.11; anunciada) || Gángsters de Asia (núm.12; anunciada)

  2. admin Says:

    Gracias

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