¡Chacho, chacho, chacho!

Me despedí ayer de Alexis Ravelo en Los Cristianos dándonos un abrazo. Alexis me dijo entonces que hasta el próximo año en NNegra de Arona y yo le respondí que si continuo por estas tierras de Dios… Las cosas que decimos a los que nos hemos empeñado en ver el vaso casi siempre medio vacío… 

También di un abrazo a Marcelo Luján, todo un descubrimiento que me permito que indaguen si leen su perturbadora Subsuelo, y dos besos a Rosa Ribas, una mujer a la que agradeces a la fortuna –a veces el vaso casi parece lleno– de haberla conocido.

Veo ahora mismo a Ribas con una caja de galletas gomeras y muy feliz por dos descubrimientos gastronómicos de estas islas a la deriva: papas arrugás y escaldón…

Y a modo de eco charlas sobre literatura alemana, muchas ganas por leer su Pensión Leonardo y una despedida.

A los tres:

Rosa,

Alexis

y Marcelo.

Esos días, que cuento ahora con los dedos de la mano, me saben a poco aunque pertenecen ya a mi último refugio.

Los tres viajaban a primerísima hora a Madrid y después en tren rumbo a Valencia.

Y hoy en Valencia… 

Alexis Ravelo recibe  el Premio Mejor Novela VLC NEGRA 2015 por su novela Las flores no sangran (Alrevés editorial), un reconocimiento que recibe de los lectores, que han votado entre cinco finalistas.

Así que pienso… ¿El vaso?

El vaso ahora está lleno.

Saludos, A.M. West, desde este lado del ordenador.

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