Premonición, una novela de Mariano Gambín

Premonición es la octava novela que Mariano Gambín dedica al ciclo que inició con Ira Dei, una serie que con el paso de los años y de las obras que la configuran, ha ido evolucionando con soltura, creciendo, casi como si se hiciera mayor.

Los ya populares personajes que intervienen en la mayoría de ellas han ido apareciendo y desapareciendo en sucesivas entregas y el paisaje, La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, ha sido sustituido por otros territorios que no quitan sino que resaltan el interés de unos libros en los que se mezcla el thriller con elementos fantásticos, todo ello muy bien combinado por un escritor que no renuncia a su vocación de entretener al lector y de paso informarle de los sitios que visitan sus héroes.

En Premonición, Mariano Gambín invita al público a viajar con él a Río de Janeiro, París y Venecia de la mano de dos de los protagonistas de anteriores novelas del ciclo, como es ese hombre de mundo y bon vivant que es Luis Ariosto y su mano derecha, Olegario, un secundario de lujo del que conoceremos más cosas sobre su pasado leyendo las páginas de este volumen en el que los dos, junto a Antoinette, son perseguidor por agentes de los servicios secretos rusos y norteamericanos.

En la que probablemente sea la novelas más Bond de la serie, Mariano Gambín rinde otros homenajes a escritores de misterio que son de cabecera y describe con pulso narrativo las ciudades que los protagonistas recorren mientras los agentes de las dos potencias intentan hacerse con ellos.

Como en anteriores novelas del autor, el acento se pone en el halo de fantasía que recorre esta modélica historia de entretenimiento, y envuelve una acción que no desciende sino que va en continuo crescendo desde que se inicia la lectura.

Además de las ciudades que recorren los protagonistas y de que Mariano Gambín se preocupe en todo momento de que no decaiga su vertiginoso ritmo, resulta llamativo el acento gastronómico de este libro, nos referimos a los diversos platos que que disfrutan los protagonistas a lo largo de la novela y que parece que bebe de las fuentes de Ian Fleming, el hedonista creador de 007 y quien además de narrar las misiones de su agente por el mundo, ponía especial cuidado en describir la oferta gastronómica a la que se entregaba su vitaminado protagonista antes de acostarse con alguna de las chicas Bond.

Premonición
por estas razones podría definirse como la historia más internacional de la serie, aunque el escritor promete en nuevas entregas regresar al paisaje lagunero y si se tercia santacrucero mientras ahora transporta a sus seguidores por otras ciudades que abren el arco geográfico de unas novelas a la que todavía les queda mucho por explotar

Saludos, llega la noche, desde este lado del ordenador

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