Fallece el escultor Martín Chirino

Martín Chirino falleciió a la respetable edad de 94 años en Madrid. Escultor y nacido en Las Palmas de Gran Canaria con él desaparece uno de los grandes artistas canarios que trascendieron las fronteras insulares para ser universal.

Miembro del grupo El Paso, su estilo se convirtió en una seña de identidad, seña que en sus esculturas al aire libre se transformaron pronto en símbolo de la ciudad que las acoge. Pienso ahora en su Lady Tenerife, ubicada en la plaza del Arquitecto Alberto Sartoris en la capital tinerfeña y en El sueño de los continentes, en la plaza de Europa y pieza que permaneció mutilada antes de la celebración, ironías de la vida, de unos carnavales aunque más tarde fue restaurada ante la presión popular.

Como la mayoría de los artistas isleños que se volvieron continentales mirando siempre hacia su lugar de origen, Martiín Chirino fue un hombre entregado a su arte, así como uno de los grandes referentes nacionales que le valió que recibiera en 1980 el Premio Nacional de Artes Plásticas al mismo tiempo que su obra se exhibía en el Metropolitan Museum Art, Guggenheim de Nueva York, el Reina Sofía o en el MACBA de Barcelona.

Dicen que se definía como un “herrero” y que ejerció una poderosa influencia en el uso del hierro forjado como medio de expresión plástica, un trabajo artesano de tradición española, que, como señaló otro artista, Antonio Saura, supo sintetizar con las más actuales preocupaciones espaciales.

La galería Marlborough de Madrid presentó su última antológica, que incluyó alguna obra del moibiliario de su casa. Fue, al margen de escultor, presidente del Círculo de Bellas Artes entre 1983 a 1990 y cuenta con una Fundación de Arte y Pensamiento que lleva su nombre.

En cuanto a su trabajo, Martín Chirino solía decir que mantenía “un diálogo con el arte primitivo y los materiales y el paisaje nativo de las Islas Canarias” solo que visto a través de los ojos de “la evocación imaginativa y la memoria” de un artista adolescente que “soñaba con mover el horizonte de su playa”. Este sueño supo materializarlo en geometrías espaciales, por lo general espirales, con las que quiso “iluminar el espacio que las rodea y ser a la vez, para quien las contempla, enigma y revelación”.

* En la imagen Martín Chirino presenta la restauración de la escultura Lady Tenerife en julio de 2015

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