La conexión canaria de Omar Sharif y Max von Sydow

Por sus nombres originales no los conocerán pero sí por los que adoptaron como artísticos, que son los que han trascendido y por lo que los identifica cualquier aficionado al cine que se precie.

Si escribo Michel Demitri Chalhoub (Alejandría, Reino de Egipto; 10 de abril de 1932-El Cairo, Egipto; 10 de julio de 2015) más de uno dirá ¿ein?, pero si escribo Omar Sharif, probablemente exclamará un ahhh de reconocimiento no solo porque Omar Sharif fuera el primer actor de origen egipcio en alcanzar la fama en todo el planeta sino porque su carrera, fundamentalmente, se desarrolló en occidente, donde llegó a trabajar con algunos de los más grandes cineastas de su tiempo. Sharif, además, pertenece a esa estirpe de actores que quedaba muy bien en papeles étnicos. Vamos, que lo mismo hacía de príncipe árabe como de médico y poeta ruso, o forajido de incierto origen mexicano, entre otros papeles.

Lo que quizá desconozcan algunos es que también se puso en la piel del capitán Nemo, el legendario marino rebelde creado por Julio Verne, que sin llegar a la altura del James Mason de 20.000 leguas de viaje submarino o el Robert Ryan de La ciudad de oro del capitán Nemo, mantuvo el tipo en una miniserie reconvertida en largometraje que dirigió un español, Juan Antonio Bardem y un francés, Henri Colpi que se rodó prácticamente en Lanzarote.

Sí, para los no iniciados me refiero a La isla misteriosa (1973), producida por ORTF (Francia) con la colaboración de la RAI (Italia) y TVE (España), y que sin ser una cosa del otro mundo tiene el encanto de ese cine de todo a cien que la muchachada reivindica.

El propio Bardem aseguraría en unas declaraciones que se metió de lleno en el proyecto porque le apetecía rodar una de aventuras en unos años en los que su compromiso político comenzaba a salir del armario, aunque explica que si bien “contábamos con un tiempo y un dinero determinados que se nos acabaron antes que la película, se pensó entonces en montar lo que había, ver cómo quedaba y hacer las escenas que faltaran meses después. Yo me negué a continuar así y los actores no quisieron seguir sin mí. Como resultado de todo esto surgieron tres versiones: una francesa, otra italiana y otra española”.

El caso es que todo este desbarajuste se aprecia en la serie –una versión abreviada se estrenó en cines– e incluso llegó a afectar a su título, ya que circuló en las Españas como Las aventuras del capitán Nemo y no La isla misteriosa.

Como suele suceder en excentricidades de este tipo, resulta mucho más atractivo lo que se desarrolló alrededor del rodaje, muchas de cuyas anécdotas aún sobreviven, como la casa que Omar Sharif perdió en una apuesta en Lanzarote, partida de la que se ha escrito mucho en la red, busquen si les interesa conocer esta historia; como del rodaje, que si por algo se caracterizó fue por resultar algo accidentado.

No se encontraba el actor en uno de sus mejores momentos y solía comentar en entrevista que después de La isla misteriosa abandonaría el cine. Detrás dejaba grandes papeles, como el Jerife Alí en Lawerence de Arabia o de doctor Zhivago en Doctor Zhivago, ambas películas a las órdenes de David Lean. También hizo de Ernesto Guevara en Che! Y de forajido en un western de tintes fantásticos, El oro de Mckenna, así como de oficial alemán en La noche de los generales, entre otras.

Max Carl Adolf von Sydow (Lund, 10 de abril de 1929-Provenza, 8 de marzo de 2020)​ fue un actor sueco, y más tarde francés tras obtener la nacionalidad, que comenzó a ser conocido en el cine de la mano de Ingmar Bergman, con quien trabajó en algunas de las más reconocidas películas del cineasta como El manantial de la doncella, El séptimo sello y Fresas salvajes.

Alto y espigado, y con una mirada azul celeste que taladraba, Sydow inició como actor una carrera fuera de su país natal interpretando al mismísimo Jesucristo en La historia más grande jamás contada y de ruso u oficial nazi en películas que no pasarán a la Historia aunque a mi me entretuvieron bastante como La carta del Kremlin y Evasión o victoria que dirige, curiosamente, el mismo director, John Huston. A Max von Sydow lo pueden ver también en El exorcista, es uno de los sacerdotes que intenta sacar el demonio del cuerpo de la niña aunque si lo recuerdo con especial cariño es por su interpretación del emperador Ming en Flash Gordon, una película a la que ya va siendo hora que se le haga justicia.

El actor se especializó a medida que iba creciendo en papeles secundarios, a los que imprime de cierta dignidad. Lo pueden ver en Minority Report, Juego de tronos e Intacto, que fue el primer largometraje de Juan Carlos Fresnadillo y película que se rodó prácticamente en Tenerife. Algún día, si me animo, contaré algunas historias del rodaje de Intacto como la de un reloj que… pero ahora mismo me la reservo por hartura. Jartura que diríamos en la tierra en la que nací y habito.

En fin, que tal día como hoy nacieron dos caballeros de más que triste, angustiosa figura. Dos actores, ya ven, que visitaron estas islas por motivos de trabajo para dar constancia de un territorio que en ambos filmes no es Canarias sino tierra quemada por el sol. Geografía retorcida y sin nombre registrada por la cámara de ese invento hoy tan devaluado como es el cine…

Saludos, otro día hablaremos del Gobierno, desde este lado del ordenador

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