Ciudad de los sueños, una novela de Don Winslow

Antes de dedicarse a la literatura Don Winslow (Nueva York, 1953) fue, entre otros oficios, investigador, experto en lucha antiterrorista y consultor judicial. Saltó a la fama como escritor con una novela singular, El poder del perro, que más adelante y debido al éxito alcanzado convirtió en trilogía con El cártel y La frontera, donde presenta un retrato ambicioso y muy completo de la guerra contra el narcotráfico, reproduciendo su historia prácticamente desde los inicios hasta hace unos cuantos años, cuando se recrudeció la lucha en México, donde aparecían y desaparecían bandas organizadas.

Winslow ha continuado su carrera como narrador especializado en el género negro y criminal con otros libros que sin las ambiciones de los reseñados, sin esa capacidad periodística para contarnos cómo funciona el mercado de las drogas y el multimillonario dinero que genera, ha ido configurando la trayectoria de un autor con señas de identidad muy personales, lo que hace que cualquiera de sus libros sea fácilmente identificable como una novela de Don Winslow. Ahí están entre otros títulos El invierno de Frankie Machine, Corrupción policial y Salvajes, novelas que si por algo se caracterizan es por su estilo, un estilo trabajado con frases cortas, diálogos creíbles y diseño de personajes de una pieza que pertenecen a entornos para los que no existe la ley. Su código de conducta está marcado por una serie de normas. La primera de ella en el caso de las mafias italianas e irlandesas, la familia y la religión.

Su fe está marcada por la doble moral. Sí, las dos familias son católicas pero no es lo mismo un miembro de la mafia católica italiana que de la irlandesa aunque el rito sea el mismo y las iglesias donde lo practican también… Claro que su Dios dista mucho de parecerse. Don Winslow es un escritor de novelas muy negras y si me apuran muy clásicas dentro del género. Su estilo no respeta la lentitud así que es rápido y brioso como el de un pura sangre. Adentrarse en cualquiera de sus libros, pero sobre todo en los mejores, es garantía de entretenimiento, un entretenimiento en el que también cuela su mensaje.

Se podría decir que es un escritor donde lo negro y criminal recupera el espacio que hasta la fecha dominaba James Ellroy, en la lista de los más vendidos, porque da la sensación, no tan equivocada como uno supone, de que conoce las historias de Winslow. En este aspecto, su mayor atractivo son los personajes ya que uno nunca sabe por donde van a salir.

En Winslow late además un tam tam romántico mientras que en Ellroy todo resulta bronco. Lástima que sus últimas novelas no las entienda ni su autor.

Ciudad de los sueños es la continuación de Ciudad en llamas, segundo volumen de una trilogía que protagoniza al menos en los dos primeros libros Danny Ryan. Con este nuevo proyecto literario lo que pretende Winslow es contar la Iliada, la Odisea y ahora la Eneida en clave policíaca y en un escenario urbano que no tiene nada que ver con la península del Peleponeso y mucho menos con el millar de islas que salpican el mar Egeo. Si en Ciudad en llamas asistíamos a una reintepretación de la Iliada solo que ambientada en los años 80 y con personajes de una pieza que pertenecen a las mafias irlandesa e italianas que hacen sus negocios en Rhode Island, uno de los estados más pequeños de los Estados Unidos, ahora el título que aguanta el peso de toda la trama es la Eneida, es decir, la leyenda de Eneas que guía a los suyos rumbo a occidente tras la derrota de Troya.

Ciudad de los sueñoso comienza de hecho con una caravana de automóviles que se dirigen al oeste tras perder la mafia irlandesa la guerra contra los italianos en la primera novela.

La religión no es fundamental en Ciudad de los sueños como sí lo fue en Ciudad en llamas pero está ahí, sobre todo condicionando el universo moral de su protagonista, Danny Ryan, esa suerte de Eneas/Ulises que guiando a los suyos llega a Hollywood con la idea de pasar desapercibido. Será en la Meca del Cine sin embargo donde se levante la tapa de la caja de Pandora, que deja salir todos los malos del mundo. Eso significa que pronto aparecerán demasiados cadáveres en L.A., mientras se rueda una película basada, no podía ser de otra manera, en la rivalidad entre italianos e irlandeses en Providence, capital del estado de Rhode Island.

El mundo de Hollywood, las fiestas, la mafia que controla los sindicatos de los tramoyistas, los rodajes son algunos de los escenarios en los que se desarrolla esta novela. Novela que se permite en las últimas páginas un guiño experimental. Una novela, Ciudad de los sueños que confirma porqué Don Winslow sigue siendo hoy uno de los grandes escritores del género pese a que, literariamente, sus libros no gusten a los que no gustan de la literatura de género.

Ahora solo queda esperar a ver cómo termina esta trilogía que inspira la obra del inmortal Homero, y descubrir qué nueva ciudad será la que monopolizará esta odisea que ha emprende Danny/Eneas, el jefe de un grupo ya muy limitado que busca su lugar en el mundo.

Más allá de la alta, la mediana y la baja literatura, Ciudad de los sueños como lo fue Ciudad en llamas es una inteligente y apasionante relectura de un clásico que además de animar a leerlos (a los clásicos) logra al mismo tiempo que disfrutemos de su actualización de la mano de un experto como Don Winslow. Esta es la historia de un hombre de honor que busca su lugar en un mundo que ya no es el suyo.

Saludos, ahora toca esperar la tercera entrega, desde este lado del ordenador

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