Un día en la vida, una novela de Pau Roca

Componente desde hace más de veinticinco años de la formación La habitación roja, Pau Roca deja la guitarra para sumergirse en la literatura en Un día en la vida (Aguilar, 2023), una novela que si bien no es redonda, sí que alcanza en ocasiones la perfección al despertar y hacer partícipes del cúmulo de catastróficas desgracias que narra su protagonista, Pablo, (sobre todo en la primera parte) en torno a las vicisitudes que padece.

Pablo es un modesto director de una sucursal bancaria que se ve acosado por fuerzas más que exteriores, interiores, que nacen, se desarrollan y se reproducen dentro de él.

Estructuradas en tres secciones más un epílogo, el cogollo del libro se expone en la primera entrega, la más extensa y la más directa a nuestro juicio ya que es aquí donde presenta su protagonista, Pablo, que además de narrar gran parte de la experiencia en primera persona, nos muestra un día en su vida, en esas apretadas y muy intensas 24 horas.

Ese día es el 14 de marzo, fecha que Pablo aprovecha para organizar una fiesta de cumpleaños sorpresa a su hija, P, por Penélope, cuya relación no es lo que se dice perfecta ya que atraviesa una crisis que sumerge al protagonista si no en una depresión sí al menos en algo parecido.

La narrativa de Pau Roca es fluida y observamos sus peripecias a través de sus ojos (recordamos que el protagonista nos cuenta su versión de la historia), especialmente en la primera mitad donde además de presentarnos al personaje y a quienes lo rodean, P, su hija; Ariadna, su esposa, un hermano escritor que es una presencia habitual en las tertulias de televisión, sus padres y Sandra, su amante, entre otros, asistimos al lento proceso de degradación de un hombre normal y corriente que tiene más o menos características semejantes al personaje que interpretaba Ugo Tognazzi en La historia de un hombre ridículo, un filme dicen que menor de Bernardo Bertolucci pero también una película que el tiempo ha ido engrandeciendo aunque no se trate de una de las colosales producciones que definió la recta final de su cine.

El caso es que Un día en la vida, que como dice su título es realmente un día en la vida de… Pablo, se desarrolla en 24 horas. De hecho, la novela comienza un 14 de marzo de 2017 a las 07.00 de la mañana para concluir (en la primera parte) a las 18.43 horas tras producirse un caos que sobrepasaría a cualquiera.

La acción continúa en la segunda mitad a partir de las 0.35 horas de un 14 de marzo pero de 2018. Esta parte no es que sea menos interesante que la primera pero sí que pierde ese extraño y corrosivo sentido del humor que acompañaba a la primera mitad. No voy a revelar el escenario en el que se desarrolla este segmento pero sí que puedo escribir que, entre otros personajes, aparece por ahí Rodrigo Rato (¡!), ahora de vuelta a los medios por el libro de memorias que ha escrito en torno a su vida política y los años que pasó en prisión.

El Rato que presenta Pau Roca no es un hombre ávido de poder ni con ganas de machacar al contrario sino un tipo normal y corriente que ha hecho amigos durante los años en que estuvo privado de libertad pero Rato, ojo, es solo un personaje secundario, un actor de reparto en esta tragicomedia que nos presenta en la tercera mitad de la novela la redención de Pablo y que se desarrolla en 2019 y también un 14 de marzo solo que ahora la fiesta, que ha dejado de ser sorpresa, tiene lugar en un pequeño pueblo de la provincia de Zamora, localidad en la que se reúnen muchos de los protagonistas que vimos al inicio de la novela para celebrar el cumpleaños de P.

Para ser su primera novela, Un día en la vida es un libro más que satisfactorio. Sobre todo porque cuenta con una primera parte en la que el autor sabe mezclar con sabiduría narrativa lo cómico con lo tráfico. De fondo, reflexiones de un cuarentón en cuyo cóctel se cocinan películas de referencia como La guerra de las galaxias y una banda sonora en la que predomina toda clase de grupos musicales con The Beatles a la cabeza. Es inevitable, a medida que se avanza en el libro que su patético protagonista, Pablo, nos vaya cayendo bien pese a que sea un estúpido en muchas de las acciones que comete pero estos errores los comete cualquiera, sobre todo cuando se hacen para recuperar el amor de otros.

Por éste y otros motivos, Un día en la vida es una buena entrada en la república de las letras escritas en español. Pau Roca, que además de músico es también un reconocido fotógrafo, entra en la literatura con una obra que, seguro, no va a dejar indiferente a nadie. Es decir, que no generará lectores indiferentes ante lo que lee sino lectores que la disfrutarán mucho y otros que la dejarán de lado nada más iniciarla. Nosotros, por las razones que hemos explicado, pertenecemos a los primeros.

LO MEJOR: La primera parte de la novela. En ella, el autor mezcla humor y drama con mano maestra

LO PEOR:
Que no termine de desarrollar algunos personajes secundarios de la novela que, como Sandra, podían haber dado muchísimo más juego

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