Arianna Squilloni: “Las palabras de los cuentos te ayudan a mantener el miedo encerrado”

Uno podría dejar pasar el tiempo escuchando a Arianna Squilloni (Milán, 1976) si tuviera tiempo que pudiera dejar pasar pero ante esta mujer cualquier muro deja de existir, es como si desarmara al interlocutor con un entusiasmo que contagia y que te hace reflexionar en torno a una literatura que, cosas de la edad, ha ido arrinconando sin tener ni idea de lo que se estaba perdiendo.

Arianna Squilloni es responsable de la editorial A buen paso y es miembro de Álbum, una asociación de editoriales independientes de literatura infantil y juvenil. Squilloni estuvo hace unos días en Tenerife para presentar en el CEIP Julián Zafra Moreno, de Güímar, el proyecto Leer el territorio, una iniciativa de Álbum que consiste, tal y como indica su título, en enseñar a “leer el territorio” solo que “como leemos un álbum”. El CEIP Juan Zafra Moreno fue el único centro escolar de Canarias que participó en este proyecto en el que también colaboraron colegios de Gerona y Huelva.

Arianna Squilloni estudió filología latina y griega en Italia y desde 2002 vive en Barcelona, donde ha trabajado en Thule Ediciones desde 2003 hasta 2007, impulsando la colección de libros álbum Trampantojo. En 2008 levantó la editorial A buen paso, uno de cuyos títulos, Libro Libresco de Juan Arjona y Enrique Quevedo obtuvo el Premio Todostuslibros Mejor libro infantil 2023.

- ¿Qué es Leer el territorio?

“Es un proyecto impulsado por Álbum, una asociación que reúne a 24 editoriales independientes de toda España, una de las cuales, Diego Pun Ediciones, es de Canarias, con el fin de impulsar proyectos de promoción a la lectura a través de los libros álbum. Y una de esas iniciativas es Leer el territorio, que este año hemos llevado a Güímar y a otros colegios de las provincias de Gerona y Huelva. Con esta iniciativa lo que proponemos es la lectura de álbumes ilustrados y con ellos estudiar las distintas estrategias narrativas tanto de textos como de imágenes para los niños de estas escuelas. La peculiaridad es que leas este libro álbum como un detective, juntando pistas que están en las imágenes y en el texto. Al mezclar estos elementos le pones sentido a la historia con el objeto de que lean el territorio que tienen a su alrededor como un libro álbum. La idea es que lo lean con ojos nuevos y que sean ellos mismos los que creen un libro álbum explicando cómo es el lugar en el que viven a los niños de las otras escuelas implicadas en este proyecto y que en este caso son de Gerona y Huelva”.

- ¿Cómo trabajan con los centros educativos que se suman a Leer el territorio?

“Trabajamos con la escuela los lugares que vamos conociendo y trabajamos mucho el tema educativo en foros con los profesores y maestros. Es lo bonito de estar en la asociación Álbum, que nació en Barcelona y se expandió a Madrid y a las que se han sumado editoriales de Bilbao, Almería y Tenerife. De hecho, fue la Editorial Diego Pun la que nos avisó de la predisposición de este colegio de Güímar”.

- ¿Y qué tal ha resultado la experiencia?

“Participaron veinte niños y cómo cada escuela tiene su entorno, el del colegio de Güímar es muy bonito por el ambiente que recrea y la luz que le entra. Tiene además un huerto con gallinas que forma parte del Aula de Naturaleza, que está a cielo abierto. Es un lugar que ofrece muchos estímulos y creo que se ha generado un diálogo muy enriquecedor. Hicimos poemas en rima y creamos uno en la pizarra de manera colaborativa porque este libro álbum lo hacen los niños y ellos son los que toman las decisiones de cómo contar la historia, las ilustraciones que llevará… Y es bonito observar cómo despiertan sus mentes y cómo cada uno contribuye a crear su propio poema porque En la cueva del loro / hay un tesoro / que no es de oro / es de millo y pipas / porque están muy ricas. Con esto aprendemos que los tesoros están hecho de más cosas que de oro”.

- ¿Por qué Álbum? ¿Por qué una asociación de editoriales de libros álbum?

“Porque el libro álbum propone una tipología de lectura muy peculiar y se trata de un tipo de libro con un potencial maravilloso que quizá no está reconocido pero que tiene muchas peculiaridades, como ilustraciones, pocas palabras”.

- ¿Pero su objeto no es el de estimular la lectura?

“La maravilla del libro álbum no es la cantidad de palabras que tengas para descifrar sino el juego mental que propone ya que desarrolla las capacidad asociativas del lector como, por ejemplo, cuando unes las pistas que te encuentras en el libro y se enciende la mente y se estimula la capacidad de generar ideas y todo el diálogo que se puede construir después entre el grupo que ha leído el libro. Es un tipo de lectura diferente al de una novela o cuento y me resulta fascinante porque aporta mucho al desarrollo de la persona”.

- Es decir, que son recomendables para aprender a leer…

“Lo recomiendo para aprender a leer aunque hay una variedad muy grande en los libros álbum para aprender a leer y para todo tipo de actividades, como generar conversaciones y debates sobre temas que aparentemente no tienen nada que ver con el libro que estás leyendo. Un mismo libro puede dirigirse a los más pequeños que están aprendiendo a leer como para propiciar lecturas compartidas con adultos”.

– En los libros álbum ¿el ilustrador es tan importante como el escritor?

“Visualmente el ilustrador tiene más protagonismo aunque en Escondida, que es un pequeño poema ilustrado publicado en formato acordeón con un texto de Adolfo Córdova e ilustraciones de Alejandra Mijangos, se trata de un poema literariamente trabajado en el que tanto Córdova como Mijangos tienen la misma presencia. En El constructor de muros, del que soy autora, el texto es muy sencillo y las ilustraciones de Decur (Guillermo Decurgez) añaden su visión del mundo para enriquecer el texto. Es un trabajo de colaboración”.

- ¿Qué fue lo que la animó a dedicarse a este tipo de literatura?

“Llegué a España en 2002 y entré a trabajar en una editorial como correctora y redactora de novelas pero un amigo de Thule Ediciones, que está asociada a Álbum y que dirige José Díaz, le trajo un libro para niños de los Estados Unidos que llevaba el título de El apestoso hombre queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos y le gustó tanto que quiso publicarlo y ahí es donde entro yo, porque le ayudé con los derechos de autor y los dos nos enamoramos de las potencialidades del libro álbum”.

- ¿Y cómo acaba dirigiendo A buen paso, su propia editorial de libros álbum?

- Con la crisis de 2008 dejé de trabajar en Thule Ediciones y comencé a colaborar con Progreso, una editorial mexicana. Ya sabía lo que me gustaba hacer y me había enamorado de los libros álbum y a pesar de la mala coyuntura que hubo en aquel entonces me decidí a abrir una editorial y busqué otro trabajo para autofinanciarme. Me gustan mucho los juegos de palabras y plantear pequeñas jugadas que reflexionen sobre cómo nos comunicamos”.

- ¿Cómo ve el panorama editorial en España y en concreto el del libro álbum?

“Se publica mucho, quizá demasiado y la vida de un libro es complicada porque los álbumes para venderse se tienen que ver bien en las librerías pero las novedades aguantan poco tiempo en la mesas de novedades pero es también un momento de gran creatividad que resulta apasionante. Se está experimentando mucho. Por ejemplo, esto se visualiza en cada una de las editoriales que son miembros de la asociación porque cada una tiene sus características. Existe por ello un variado calidoscopio de propuestas que es muy enriquecedor. Cuando formas tu gusto es maravilloso ver que puedes representar la realidad de manera tan distinta porque cada libro tiene su propio estilo y recibir todos estos estímulos cuando eres pequeño es muy bonito. Y cuánto más, mucho mejor”.

- Este tipo de literatura es para jóvenes pero la escriben adultos. ¿Qué necesita el escritor que se dedica a estas literaturas?

“Ser buen escritor. La literatura para niños necesita también que el autor sienta pasión por el juego, que cuente historias prestando atención a los matices, a lo que tenemos a nuestro alrededor y en estos tiempos que vivimos, mucha esperanza. Necesitamos historias que abran mundos. En la asociación Álbum contamos con un catálogo que se llama, precisamente, Libros que abren mundos”.

- Hablamos de literatura para niños pero hay varias edades en la infancia. ¿A qué tipo de lectores prefiere usted escribir?

“Estamos hablando de álbum así que si quitamos la parte de novela, donde la edad está un poco más pautada, las grandes editoriales se dedican a publicar libros con muchas palabras y el libro álbum no las tiene porque propone un tipo de lectura completamente transversal. A mi, por ejemplo, me encantan los libros para los niños más pequeños. Una amiga le lee a su bebé Libro libresco porque le gusta la sonoridad de las palabras y esto es así porque los libros álbum son libros que tienen una edad muy fluida y cuya lectura depende de cómo lo leas y del contexto en el que lo leas”.

- ¿Y usted que libro leía de pequeña?

“Leía de todo y cosas muy extrañas. Mi padre viajaba mucho por trabajo y me traía catálogos de museos. Leí un libro que más tarde publiqué en mi propia editorial y que fue mi favorito con tres años de edad y que descubrí ya de adulta que era un cuento popular búlgaro que narra la historia de la vieja Baba. Con este cuento aprendí que las palabras de los cuentos te ayudan a mantener el miedo encerrado”.

-Tengo la vaga idea de que está literatura se apoya mucho en la narración oral, en el arte de los cuentacuentos.

“Muchos escritores son narradores así que el libro álbum y la narración oral se retroalimentan. Juan Arjona es un escritor sevillano que cuando narra los libros que ha escrito los transforma porque hay códigos diferentes. Ahí están los libros como lectura y para leer en voz alta y la lectura compartida en familia, sobre todo con niños y niñas más pequeños”.

- ¿Y qué atractivo cree que tienen estos libros para el lector adulto?

“Hay diferentes tipos de libro álbum. Existen historias que son aparentemente ingenuas pero que si la lees en clave simbólica te dan mucho para pensar como adulto. Otros son poemas que apelan al gusto también del adulto y libros muy de diseño que juegan con las partes de la obra que se insertan en una tradición artística de las vanguardias. El libro álbum nace de las vanguardias rusas hasta que confluye en el libro arte, por lo que forma parte de la historia del arte también. Hay que tener confianza ante una historia que parece que está dirigida a los más pequeños y por eso mismo leerla seriamente porque solo entonces se descubrirá la maravilla de construcción que llevan detrás”.

FIRMA FOTO:
Cayetano Cordovés Dorta

Saludos, buscando en el baúl de los recuerdos…, desde este lado del ordenador

Escribe una respuesta