Está pasando, lo están viendo
Que 2011 va a resultar un año funesto pese a que aún sigamos nadando en las aguas de una opulencia falsa que ya es prácticamente inexistente, es algo que espero no se le escape a casi nadie.
Cosas de la crisis, el sistema se quita la careta del despilfarro para además de recortar derechos laborales que han costado sangre, sudor y lágrimas conseguir a lo largo de la historia, reconducir la situación hacia un amenazador fascismo con sabor a regaliz al que ahora suma a esa desquiciada (y censurable) política de prohibiciones varias, la de fundir a negro (en el caso que me toca) medios de comunicación que, como CNN+ , han sido irrepochables profesionalmente pero poco rentables desde el punto de vista empresarial.
Entre los aspectos más sangrantes y trágicamente cómicos –a mi juicio– del cierre de CNN+, tras once años emitiendo noticias en español salpicados de animados debates en los que la pluralidad era una de sus señas de identidad, es que su desprecio a los trabajadores que dejan en la calle y a esa audiencia minoritaria pero fiel -– su cuota de pantalla en noviembre se situaba en el 0,5 por ciento– será sustituida ahora por la emisión en pruebas de Gran Hermano 24 horas.
Paradójico y cruel final para CCN+, que deja este hueco de noticias y debates para que su nueva audiencia ¿disfrute? de lo que hacen y dejan de hacer un grupo de escogidos papanatas que representa los más bajos instintos de este país que todavía me atrevo a llamar España.
No cuestiono, así son las reglas del juego, la durísima decisión empresarial que ha ordenado apagar definitivamente y con el mando a distancia la emisión de CNN+, pero no deja de conmoverme el mensaje final que el presentador de su último informativo, Benjamín López, pronunció en su discurso de despedida: “probablemente, todos pagamos ahora, los errores de otros”.
La negativa de PRISA Televisión a continuar produciendo el canal tras la fusión de Telecinco y Cuatro revela por donde iban los tiros de Benjamín López, y también a por donde irán en ese nuevo orden mundial que nos espera el próximo año. Tiempo en el que ya nadie entenderá de sueños ni de ilusiones pero sí “de cifras puras y duras”.
Tal y como está el panorama, con una televisión cada día más tonta, al espectador con algo de luces en la cabeza sólo le queda la opción de mandar al carajo este y mucho me temo que otros medios de comunicación para buscar refugio en otros territorios que aún no han sido contaminados por la rueda de la mediocridad informativa y cultural que nos aplasta.
No podemos así claudicar ante las grandes cadenas (por ejemplo, ese monstruo cuya fusión se hará efectiva en 2011 y que ha dado al traste con un canal donde aún se respiraba pluralidad) por una sencilla cuestión de higiene mental. Y sí animarnos, por el contrario, a rastrear oasis donde se hable y discuta en libertad.
Asumir, en definitiva, que somos las víctimas de lo que está pasando y que ha llegado el momento de decir basta.
Saludos, así están las cosas, desde este lado del ordenador.
Diciembre 29th, 2010 at 16:40
Amigo Eduardo
Suscribo cada una de estas palabras. Verdades como puños se derraman sobre esta pantalla de ordenador.
No diremos ese “basta” a nada hasta que no tengamos más espacio hacia el cuál retroceder. Dejaremos que nos empujen hasta que detrás de nosotros no haya más que un abismo o una pared. Entonces, y sólo entonces, nos rebelaremos y empujaremos a quién nos empuja. Sólo espero que no se demasiado tarde.
Diciembre 29th, 2010 at 22:38
Aún tengo la esperanza, amigo Daniel, que no será demasiado tarde.