Los milagros existen: El Libro en Blanco
En unos tiempos donde lo normal, aunque suene anormal, es que cierren las librerías que abra uno de estos establecimientos es milagroso. Más en la capital de provincias en la que vivo y en la que era habitual que perdiera el tiempo hace unos años visitando las que se repartían por toda la ciudad.
La mayoría de ellas cerró por la crisis y también porque vivimos en un país cuyos hábitos lectores son de pena. Ahí van unos cuantos nombres: Goya, La Internacional, Canarias, Jarama, Sonora… Todavía se mantienen contra viento y marea y si la memoria no me falla El Atril, El Paso, Ifara, Librería de Mujeres, Agapea y La Isla, aunque La Isla ya no cuente con el local de la calle de Robayna…
Las librerías en Santa Cruz de Tenerife desaparecen como lágrimas en la lluvia. Palabra de un replicante al que se le acaba el tiempo en lo alto de una azotea mientras deja escapar de entre sus manos una paloma blanca…
Pero milagro, y ante este panorama, emerge El libro en blanco, una librería que abre sus puertas y en la que se combina –¿alguien recuerda La librería de Frank, en la santacrucera Rambla de Pulido?– la venta de libros con el café.
Este nuevo oasis chicharrero está ubicado en la calle de Juan Pablo II –ante de 18 de julio– en Santa Cruz de Tenerife, y en ella el paseante puede encontrar desde libros usados a libros autoeditados.
La librería inauguró su andadura este miércoles, 5 de agosto, pero no me enteré porque otras tareas requieren el concurso de mis modestos esfuerzos. No obstante, prometo visitarla porque me encantan las librerías y ésta, encima, está a la vuelta de la esquina de donde hago que habito.
Me cuentan, me dicen, que a lo largo de agosto el horario de El Libro en Blanco no será el habitual. Esta misma mañana, de hecho, pasé por ahí y la puerta estaba cerrada, pero espero que nos informen a través de su página web o de facebook para recorrer sus instalaciones y, si apetece, tomar un café y de paso llevarme un libro.
Por lo pronto, y gracias a El Libro en Blanco, empiezo a creer que los milagros son posibles en mi ciudad.
Saludos, a leer que son dos días, desde este lado del ordenador.
Agosto 8th, 2015 at 10:14
Gracias Eduardo por las palabras que nos dedicas. En efecto, es toda una tristeza la desaparición de las librerías. Deseamos que la nuestra pueda servir de revulsivo y que muchas más nazcan (quizás apostando por un modelo como el de El Libro en Blanco) en los próximos tiempos. Un abrazo.