Vale, Cristóbal, vale

El coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, se despecha hoy a gusto en un artículo que publica Diario de Avisos donde, a tenor de lo leído, intenta quitarle hierro a su equivocada decisión de que la institución insular abandone la gestión del cine Víctor. Abandono que se hará efectivo el próximo 31 de diciembre. Es decir, que cuando nos comamos las uvas mientras suenan las campanadas muchos sabremos (y entre ellos de La Rosa), que su tan tan tan doblan por la última sala de cine de Canarias.

Sospecho que Cristóbal ha escrito el artículo en respuesta al espontáneo movimiento ciudadano que, nacido en la red, ha puesto el grito en el cielo ante tamaño disparate, e intenta explicar como buenamente puede las razones que han provocado tan lamentable decisión. Razones, me temo, que no se las cree ni él. Que así están las cosas.

Cristóbal dice que el cine que tanto le gusta a Ángel Llanos y a él no va a desaparecer. Y que ese cine difícil tendrá a partir del próximo año acomodo en el TEA. Intenta justificar su historia recordando que el Víctor es una propiedad privada que sus dueños no quieren vender, y que desde que comenzaron las exhibiciones de cine ¿raro? hasta hoy, el Cabildo de Tenerife ha destinado un total de 907.821 euros. A continuación informa que se han vendido 74.342 entradas en un total de 300 películas y que la media de espectadores, en 2008, ha sido de 33 personas por función.

Y a mi lo de la media de espectadores me llega al alma. Porque uno entiende que lo que Cristóbal quiere decir es que por culpa de los aficionados, que iban poco a la sala, el pobre tiene ahora que cerrar el dichoso Víctor. Vale, Cristóbal. Vale.

A continuación, y en plan llega el séptimo de caballería, escribe que el TEA incluyó en sus espacios de diseño para celebrar Bodas, Bautizos y Comuniones, entre otras actividades culturales, una sala “de formato medio, que pudiera albergar diferentes actividades y que estuviera adecuadamente equipada para la exhibición videográfica y cinematográfica: esta sala cuenta con una capacidad de 190 butacas.”

Ñooooooo. Exclamo al borde de la histeria. Oséase, que en esta sala, continúa el amigo, se exhibirá cine raro, raro, raro porque es una apuesta del Cabildo el cine independiente en versión original. “Una decisión, inusual en la administración pública, que no suele involucrarse en las actividades de difusión de una industria como es el cine, legitimada en la intención de poner a disposición del público de Tenerife productos cinematográficos de calidad”.

Yo creo, en este supuesto, que olvida añadir que las concentraciones y protestas del movimiento independiente en contra del cierre del Víctor; protesta y se concentra precisamente porque está en contra del cierre de la sala. Una sala con historia, aristocráticamente chicharrera, recinto sagrado para los miles de aficionados de esta tierra y de otras tierras del mundo que se han movilizado al conocer que la perdemos porque al Cabildo le interesa el cine independiente… En fin, scriptum relictum est.

Pero no, Cristóbal. El debate no es que no se pierda el cine independiente (afortunadamente) sino que perdemos (tú incluido) una sala cuyo alquiler nos sale a todos 6.000 euros al mes. Sé directo en tu razonamiento y di las cosas por su nombre: Se abandona la gestión del Víctor porque la intención es ampliar de contenidos culturales el TEA. Lo que me parece elogiable pero no a consta de sacrificar a nuestro cine.

Además, ¿de verdad crees que la sala del TEA ofrecerá más calidad que la del Víctor?

Leamos lo que dice para defender tan peregrino argumento: “es una sala con un tamaño menor (infinitamente menor, Cristóbal, infinitamente menor); más confortable (es la primera vez que me entero que el Víctor no es confortable) y con mejores condiciones técnicas”. Que baje Dios y lo lea.

Aunque lo mejor lo deja el coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico –¡Patrimonio Histórico!, qué amarga ironía!– para el final: “La necesidad, permanente en la administración pública de ser eficiente, de contener costos, porque el dinero es de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de Tenerife y, más en estos tiempos, es importante invertirlo cuidadosamente.” Vale, Cristóbal, que no te lo crees ni tú.

Con esos argumentos, ¿qué quieren que les diga?

Hoy más que nunca: ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!

No Responses to “Vale, Cristóbal, vale”

  1. Nicolás Melini Says:

    Querido Eduardo, me ha interesado el artículo de Cristóbal de la Rosa, sobre todo porque es una explicación bien nítida de las razones que les han llevado a tomar esta decisión. Y las explicaciones se agradecen. Esa transparencia. Que todos los ciudadanos que tuvieran la menor duda sobre cuáles son las razones de la interrupción de la colaboración del Cabildo con la sala, sepan de boca de las personas que han tomado la decisión las verdaderas razones, es de agradecer. Ahora bien, el problema, como tú bien dices, no es si se va a continuar o no con la programación de un cine distinto del que nos llega por ese grueso y excluyente conducto que son las mayors, directamente desde Estados Unidos a las multisalas. El problema es que se deteriore un espacio que es historia del siglo XX, y que, si ahora parece una cosa del pasado, más que del presente, dentro de 20 o 30 años, para una ciudad como Santa Cruz de Tenerife, va a ser impresionante contar con un cine de pantalla única de esas características. La sala de cine del TEA, con todas sus comodidades, dentro de 20 o 30 años, qué será. El propio TEA, qué será. No lo sabemos. Pero sí sabemos lo que va a ser el cine Víctor. No es una cuestión de nostalgia del pasado. Es una cuestión de visión de futuro. La exhibición de cine está en plena transformación. No sabemos dónde va a acabar todo. Pero ahí seguirán estando todas esas películas en 35 y 16 mm., y la ciudad que conserve un cine de esas características va a contar con una auténtica joya que será orgullo de todos.

  2. ricardo Says:

    Querido Nicolás, a mi también me ha interesado el artículo de Cristóbal pero no encuentro para nada que su explicación resulte “nítida” sino más bien “atípica” en un político de su clase. Es probable, no obstante, que hayamos leídos artículos diferentes porque su explicación merece cualquier cosa menos agradecimiento. ¿Transparencia, dices? ¿Qué transparencia, Nicolás? cuando todo su escrito consiste en desviar la atención afirmando que al Cabildo le interesa el cine independiente sin aludir nada en favor o no de la permanencia de la sala; sólo que sale cara. ¿Y el mantenimiento del TEA?, ¿No sale caro el mantenimiento del TEA?
    En fin… en fin… en fin

  3. Nicolás Melini Says:

    Como creo que estamos de acuerdo, tal vez no debería abundar en lo de la transparencia y la nitidez. Y sin embargo…

    El artículo viene muy muy bien porque es una muestra muy muy nítida de una forma de pensar (en términos ideológicos, me atrevería a decir) y una exposición clara de las razones (erróneas) por las que se ha tomado esta decisión.

    Para empezar, todo el artículo parece apuntar a que, lo importante para ellos (y según ellos debería ser lo importante para nosotros) es que la programación no se interrumpe sino que continúa en el TEA, en una sala más pequeña, más cómoda, y en la que acaso haya algún joven que vaya a otra cosa y acabe entrando en el cine a ver una de Rohmer.

    Sin embargo, lo que importa no es eso, sino lo que pasará con el cine si no se encuentra una salida para que siga abierto: su deterioro.

    Aduce que se trata de una propiedad privada, como si eso importara. O como si eso le restara valor para la comunidad. Como es privado, si los dueños no saben qué hacer con él, que Santa Cruz de Tenerife se quede sin cine Víctor.

    Y aduce que no está yendo nadie. Una media de 33 entradas vendidas por sesión. Como si eso importara también. Como si fuese sustantivo el que en estos momentos el cine Víctor no atraiga a más espectadores (sea más “rentable”, desde el punto de vista de la programación cultural).

    El Víctor es muy grande y con 33 personas dentro parece muy vacío. A la sala del TEA irá la misma cantidad de gente, pero parecerá más lleno.

    En el artículo, además, queda bien claro el negocio que hacemos. Nos quedamos “sin” el cine Víctor, el último de su especie, una institución, un símbolo de eso que ya podríamos considerar el Siglo de Oro del Cine, el siglo XX (pues aún no sabemos de qué va a ser Siglo de Oro el XXI), y nos quedamos “con” la cómoda, pequeña y moderna sala del TEA.

    Yo agradezco el artículo porque, si tenía alguna duda, ya no la tengo. Creo que sería recomendable un cambio de enfoque (y de valores).

    Por poner un ejemplo sencillo: cómo es posible que se piense en términos de rentabilidad de la programación cultural, cuando lo que está en juego es sólo un alquiler y poco más, precisamente en una “Era” que parece ser la de la “obra” de los políticos culturales. Todos los días lo vemos: nos venden la necesidad de costear grandes y más modernas infraestructuras culturales, modernas infraestructuras culturales que ¿cuándo rentabilizaremos? No importa, porque esas son las que ellos promueven.

    Entiendo que el TEA tiene una buena foto (para un político) y el Víctor, hoy, no. No es políticamente rentable. Lo absurdo es que resulta factible que (después de que el Víctor se deteriore y desaparezca) llegue un político con la propuesta de financiar la construcción de una sala exactamente igual, y esto resulta más factible que la simple conservación del original.

    Todo esto es un ejemplo más de liberalismo económico: una perspectiva errónea del valor y la rentabilidad de las cosas.

    Pego aquí un comentario que he leído y que me parece una versión tosca de lo que nos dice el artículo de Javier de la Rosa.

    OERO QUE PASA CON EL CINE VICTOR ,QUE SUS DUEÑOS NO LO PUEDEN MANTENER PUES QUE VENDAN EL LOCAL Y YA ESTA PERO QUE PASA QUE AHORA EL GOBIERNO TIENE QUE SUBVECIONAR A TODOS LOS QUE EN SU DIA HERAN MILLONARIOS Y AHORA NO PUEDEN SEGIR ASI ,OIGA VENDA EL LOCAL Y PAGEN LO QUE DEVAN A LOS TRABAJADORES Y SE ACAVO, YO CUANDO NO TENGO QUE COMER NO VOY AL PERIODICO A DECIR LO QUE ME PASA ,PUES ESTO ES IGUAL,ANTE S HERAN RICOS Y AHORA NO SIN HEMBARGO TENGO ENTENDIDO QUE EL CABILDO COMO HERAN AMIGOS ESTABA SUBVENCIONANDO, CON UNAS PELICULAS QUE DECIAN QUE HERAN PARA EL PUEBLO,NUNCA LA VI,PERO SEÑORES NO SE PUED PERMITIR QUE UN NEGOCIO QUE NO FUNCIONA TEGA QUE SER EL GOBIERNO QUIEN LO PAGE,1º HACEN UNA SENTADA Y LUEGO EL GOBIERNO PAGA,TODO GUSTIFICACIONES,POR FAVOR NO MAS DE LO MISMO:

    Pareciera muy progre eso de “se trata de una propiedad privada por qué la tenemos que pagar nosotros”, pero lo que prevalece, por encima de todas las cosas, es eso de “un negocio que no funciona tenga que ser el gobierno quien lo pague”. Tanto da, tanto vale. Rentabilidad económica. Como decía Herman Hesse: Hay hombres que miran un bosque y ven sus árboles, el verdor, el vuelo de los pájaros. Otros, madera que talar.

    Ya no sabemos dónde tenemos la nariz y dónde las témporas. Muy progre “antes eran millonarios y ahora no pueden seguir así, venda el local”. Pareciera que los reaccionarios conservadores son quienes defienden la preservación del cine Víctor (¡una propiedad privada!, ¡algo antiguo!) y los progresistas quienes abogan por el cambio de los tiempos (si eso dejó de funcionar, pues a otra cosa; si el Víctor no, pues el TEA). Y sin embargo, considérense del palo ideológico que se consideren, ahí no encontramos más que conservadurismo de lo principal y que más duele, el modelo socio económico; se escandalizan de que algo pueda valer lo que no rinde o dice su precio.

    Estoy con Eduardo en uno de sus post antiguos: es un error vincular la desaparición de la programación del Víctor a la aparición en escena del TEA. Desafortunado. Esto nos ha dado un montón de pistas.

    Lo conveniente para todos es encontrar una solución para la conservación del cine Víctor (con TEA o sin TEA).

  4. David D. Says:

    Es increíble lo que da este tema para encontrar todo tipo de “expresiones”. Por supuesto no hace falta ni decir que tipo de esas expresiones me parecen las más adecuadas en todos los ámbitos. Creo, humildemente, que estos dueños de ciertas “ideologías”, como atinadamente apunta Nicolás, están absolutamente en otra esfera, y debo decir que esa esfera me da pavor, no la quisiera compartir con ellos más de 1 día, y eso ya sería un esfuerzo demasiado grande. Pero sin embargo si estaría dispuesto a discutir o dialogar en la mejor tradición socrática, con ellos y con cualquiera que no esté tan cerrado como para omitir al “otro” sin haberle escuchado, normalmente considerado enemigo o “gente poco apropiada” para según que intereses (todos tenemos los nuestros).
    Ánimo y salud para todos los dialogantes.

  5. Esperanza Says:

    Don Nicolás, ni una coma ni un pero a sus dos comentarios. Yo he dicho muchas veces a los compañeros de la plataforma “no…” que es un error garrafal vincular programación-Víctor. Ha sido todo un placer leerle. Buscaré el artículo del señor de la Rosa, aunque, leídos los suyos, pues en sí lo son, creo que me estará de más. Salud a todos. La película rumana del domingo era prodigiosa, y Herzog un genio, opino dialogantemente. Besos.

  6. La intérprete Says:

    …y sacarle un buen pico, pero lo que quieren es conservarlo como cine. Y eso, que yo sepa, es una actividad cultural, hoy en día, casi de asistencia social en el ámbito de la cultura. Algo que El Área de Cultura del Cabildo no quiere entender.

  7. La intérprete Says:

    Yo les pido a todos que dividan los 6000 euros mensuales que cuesta abrir el cine víctor por los miles de ciudadanos de santa cruz, a los que le pueden añadir los de toda el área metropolitana (que son público potencial) y me digan si existen otros proyectos culturales más rentables. Eso sí, los 33 (de media) que utiliza el Sr. Cristóbal para justificar el cierre no son los únicos que van al Cine Víctor. Olvida los miles de estudiantes que han pasado también en un programa educativo pionero en Canarias y en España.

    También me gustaría saber hasta cuando hipotecará el Sr. Cristóbal de la Rosa la magnífica sala de EL TEA. Que yo sepa, un centro de arte generá actividades para ese espacio y multitud de propuestas externas para utilizarla (digamos, entrega de premios, jornadas, talleres…). Qué pasará entonces con el cine raro? Está de acuerdo el Director del TEA en que se ocupe con una programación estable la sala?

    Les diré que pasara: El cine raro se irá cambiando de fechas para adaptarse adaptarlo al resto de la programación, se programarámenos, los 33 dejarán de serlo por falta de continuidad y… al final abrá excusa suficiente para dejar de hacerlo, o hacerlo una vez al año como festival de cine del TEA.

    Además, Sr. Cristóbal, sobre lo de que DESDE CUANDO EL GOBIERNO SUBVENCIONA A LOS PRIVADOS… que es cachondeo… No se están subvencianando a los bancos…

    Los dueños del cine podrían haber alquiado el local a cualquier empresa…

  8. Esperanza Says:

    SUGERENCIAS DE UN SEÑOR AL QUE ESTIMO, DE EDAD MADURA, EXPERTO EN MARKETING, ACTOR EN SU JUBILACIÓN, ESCRITOR, Y, EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA, BUENO…..

    “¿Qué tal evoluciona el tema?
    Nada es eterno pero todo merece un cambio y una vida digna.
    Y si la gente pide ¿qué mejor que escucharla si, políticamente, todo lo hacemos por ella? ¿Qué se hará en el edificio del Víctor? ¿Quién ganará con ello?
    En Barcelona cerraron el Alcazar, el Fémina, el Windsor… pero sobrevivió el Alexandra. Multicine esto sí, pero con:
    desayunos de película
    cena con película y foro
    Y buena programación. Han hecho algo distinto, moderno pero atractivo y sumamente digno.
    Podría ser una idea de supervivencia. Más que esto: de una nueva vida.
    Y en el Yelmo -centro comercial rabioso- retransmiten ópera en directo.

    Son ideas más allá de la nostalgia.

    Salud y un beso”.

    Salud

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